El TDAH puede estar asociado con un mayor riesgo de padecer demencia

Un nuevo estudio revela que el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) en adultos podría dejar huellas en el cerebro similares a las de la demencia. El descubrimiento arroja luz sobre un posible vínculo neurológico entre ambos trastornos.

Por Enrique Coperías

Un estudio establece una conexión entre la hiperactividad en personas adultas y el riesgo de padecer alzhéimer.

Un estudio establece una conexión entre la hiperactividad en personas adultas y el riesgo de padecer alzhéimer. Foto: Kevin Ku

Un cerebro adulto afectado por trastorno por déficit de atención con o sin hiperactividad (TDAH) muestra modificaciones comparables a las observadas en personas con demencias neurodegenerativas.

Así lo revela un estudio realizado por los Hospitales Universitarios de Ginebra (HUG) y la Universidad de Ginebra (UNIGE), en Suiza, que señala que los pacientes diagnosticados con TDAH presentan mayor concentración de hierro en regiones específicas del cerebro, además de niveles elevados de neurofilamentos (NfL) en la sangre.

Estos marcadores son característicos de demencias asociadas al envejecimiento, como el alzhéimer, y pueden detectarse en sus fases iniciales.

Falta de atención, hiperactividad e impulsividad

La investigación confirma que el TDAH podría estar vinculado a un mayor riesgo de desarrollar demencia en la edad avanzada y proporciona una primera evidencia de un mecanismo neurológico potencialmente involucrado. Este hallazgo, considerado un paso importante en la comprensión del trastorno, ha sido publicado en la revista Psychiatry and Clinical Neurosciences.

El TDAH es un trastorno neurodesarrollativo común que afecta aproximadamente al 3,5% de los adultos, muchas veces sin diagnosticar, según un estudio de la Organización Mundial de la Salud (OMS) realizado en 2008. En la población infantil el porcentaje de afectados es algo mayor: entre el 5% y el 7% de los niños en España padece TDAH.

El trastorno por déficit de atención e hiperactividad es un desorden del neurodesarrollo que afecta la capacidad de una persona para mantener la atención, controlar impulsos y regular la actividad motora. Se manifiesta principalmente a través de tres grupos de síntomas: falta de atención (como dificultad para concentrarse, desorganización o distracción frecuente), hiperactividad (inquietud motora, necesidad constante de moverse) e impulsividad (actuar sin pensar, interrumpir o dificultad para esperar turnos).

Aunque suele diagnosticarse en la infancia, puede persistir en la edad adulta, y afectar a la vida académica, laboral y social.

Hierro cerebral y neurofilamentos: marcadores clave de neurodegeneración

Por otro lado, las demencias asociadas al envejecimiento afectan a 55 millones de personas en todo el mundo, con cerca de 10 millones de nuevos casos anuales, de acuerdo con datos de la OMS en 2023. La enfermedad de alzheimer representa entre el 60% y el 70% de estos casos.

«Los estudios epidemiológicos recientes indican que los adultos con TDAH tienen un riesgo más elevado de desarrollar demencia en la vejez, pero aún se desconoce el mecanismo que convierte al trastorno por déficit de atención e iperactividad en un factor de riesgo», explica el profesor Paul G. Unschuld, jefe de la División de Psiquiatría Geriátrica de los HUG y profesor asociado en la Facultad de Medicina de la UNIGE, además de ser el impulsor del estudio.

El equipo de investigación utilizó una avanzada técnica de imagen cerebral llamada mapeo de susceptibilidad cuantitativa (QSM), basada en resonancia magnética (RM), para analizar el contenido de hierro en el cerebro de 32 adultos entre 25 y 45 años con TDAH y compararlo con el de 29 individuos sanos del mismo rango de edad.

Acumulación de hierro cerebral

Simultáneamente, se midieron los niveles sanguíneos de las cadenas ligeras de neurofilamentos (NfL) . Estas son unas proteínas que aparecen en el torrente sanguíneo cuando hay daño en las neuronas, especialmente en sus axones. Las NfL son un biomarcador clave de daño cerebral y se utiliza para detectar enfermedades neurodegenerativa,s como el alzhéimer y la esclerosis múltiple.

Los resultados muestran diferencias significativas en la distribución del hierro cerebral en las personas con TDAH. Además, se identificó una asociación importante entre los niveles de hierro en la corteza precentral y los niveles de NfL en sangre.

El hierro es esencial para el funcionamiento normal del cerebro, pero su acumulación excesiva puede causar daño neuronal y favorecer enfermedades neurodegenerativas, como el alzhéimer.

Los altos niveles de hierro en los cerebros de las personas con TDAH pueden conducir a la degeneración de los axones, los cables en el extremo de las neuronas que transmiten señales eléctricas de una célula nerviosa a otra.

Células nerviosas en desarrollo. Los altos niveles de hierro en los cerebros de las personas con TDAH pueden conducir a la degeneración de los axones, los cables en el extremo de las neuronas que transmiten señales eléctricas de una célula nerviosa a otra. Imagen: Torsten Wittmann, University of California, San Francisco CC BY NC 2.0

Daños en los axones de las neuronas

«El exceso de hierro en ciertas áreas cerebrales está vinculado a un aumento del estrés oxidativo, que a su vez promueve la degeneración de las neuronas —detalla el profesor Unschuld en un comunicado de la Universidad de Ginebra. Por su parte, el NfL es un biomarcador del daño en los axones, prolongaciones de las neuronas que transmiten señales eléctricas a otras células y que, por tanto, son clave para la comunicación del sistema nervioso.

Altos niveles de NfL en sangre reflejan daño neuronal activo. Así, la combinación de niveles elevados de hierro cerebral y NfL puede indicar una patología neurodegenerativa en curso y un riesgo elevado de demencia en la tercera edad.

Estos hallazgos confirman la relación entre el TDAH y el riesgo de demencia en la vejez, y sugieren un primer mecanismo neurológico plausible.

Detección temprana del TDAH: clave para prevenir la demencia

Este descubrimiento abre nuevas vías para investigar por qué las personas con TDAH son más propensas a desarrollar demencia. Según el profesor Unschuld, la información obtenida «permitirá desarrollar estrategias de prevención personalizadas para reducir el riesgo de demencia en quienes padecen TDAH. Esto es especialmente importante, dado que el estilo de vida influye directamente en los niveles de hierro cerebral». Y añade—: Para avanzar en este sentido, se requieren estudios longitudinales que determinen si reducir el hierro en el cerebro puede ser una vía de tratamiento para prevenir la demencia asociada al TDAH en la vejez».

Además, la relación entre TDAH y enfermedades neurodegenerativas subraya la necesidad de una detección precoz del trastorno por déficit de atención e hiperactividad, así como de una gestión activa en la edad adulta. No solo para mejorar la calidad de vida de quienes lo padecen, sino también para prevenir consecuencias a largo plazo sobre la salud cognitiva. ▪️

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