La esclerosis múltiple podría proteger contra el alzhéimer

Las personas con esclerosis múltiple rara vez contraen la enfermedad de Alzheimer. El sorprendente hallazgo podría desembocar en nuevas estrategias para tratar este tipo de demencia, que afecta a más de sesenta millones de personas en el mundo.

Por Mark Reynolds

La esclerosis múltiple afecta ya a más de 50.000 personas en España. La frecuencia de la enfermedad ha aumentado progresivamente a lo largo de las últimas décadas, especialmente en mujeres.

La esclerosis múltiple afecta ya a más de 50.000 personas en España. La frecuencia de la enfermedad ha aumentado progresivamente a lo largo de las últimas décadas, especialmente en mujeres: tres de cada cuatro pacientes con esta enfermedad son del sexo femenino. Imagen generada con DALL-E

Según un nuevo estudio de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington en San Luis (Estados Unidos), las personas con esclerosis múltiple tienen muchas menos probabilidades que las que no la padecen de presentar las características moleculares de la enfermedad de Alzheimer.

Según Matthew Brier, MD PhD, profesor adjunto de Neurología y Radiología y primer autor del estudio, este descubrimiento sugiere una nueva vía de investigación para buscar tratamientos contra esta demencia, que afecta a más de sesenta millones de personas en todo el mundo. Los resultados del trabajo aparecen publicados en la revista Annals of Neurology.

«Nuestros hallazgos implican que algún componente de la biología de la esclerosis múltiple —o de la genética de los pacientes con esclerosis múltiple— tiene un efecto protector frente a la enfermedad de Alzheimer —afirma Brier. Y añade—: Si pudiéramos identificar qué aspecto es protector y aplicarlo de forma controlada, eso podría informar acerca de nuevas estrategias terapéuticas para el alzhéimer».

La esclerosis múltiple afecta al al cerebro y la médula espinal

El estudio, fruto de la colaboración entre expertos en las dos enfermedades degenerativas de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington en San Luis, surgió de una sospecha que la doctora Anne Cross, mentora y colaboradora de Brier, había ido elaborando a lo largo de décadas de tratamiento de pacientes con esclerosis múltiple.

Esta es una enfermedad crónica del sistema nervioso central que afecta al cerebro y la médula espinal. Es considerada una enfermedad autoinmune, lo que significa que el sistema inmunológico ataca por error a las células sanas del propio cuerpo. En el caso de la esclerosis múltiple, el sistema inmunológico ataca la mielina, que es la sustancia que recubre y protege las fibras nerviosas.

La mielina resulta crucial para la conducción rápida y eficiente de los impulsos eléctricos a lo largo de las neuronas. Cuando la mielina se daña, las señales nerviosas se ralentizan o se bloquean, lo que puede causar una variedad de síntomas: problemas de visión, debilidad muscular, fatiga, problemas de coordinación y equilibrio, entumecimiento y hormigueo, deterioro cognitivo, espasmos musculares y rigidez…

En el caso de la esclerosis múltiple, aunque los pacientes de la doctora Cross vivían lo suficiente como para correr el riesgo de padecer el alzhéimer o tenían antecedentes familiares de esta enfermedad neurodegenerativa, no desarrollaban la enfermedad.

El deterioro cognitivo causado por la esclerosis múltiple puede confundirse con los síntomas de esta demencia

«Me percaté de que fue imposible encontrar a uno solo de mis pacientes con esclerosis múltiple que tuviera además la enfermedad de Alzheimer típica —confiesa la doctora Cross. Y continúa—: Si tenían problemas cognitivos, los enviaba a los especialistas en memoria y envejecimiento, aquí en la Facultad de Medicina, para una evaluación de la enfermedad de Alzheimer, y esos médicos siempre regresaban y me decían: 'No, esto no se debe a la enfermedad de Alzheimer'».

El deterioro cognitivo causado por la esclerosis múltiple puede confundirse con los síntomas de esta demencia, la más frecuente de todas; la enfermedad de Alzheimer se puede confirmar con pruebas de sangre y otros test biológicos.

Para confirmar la observación de Cross, el equipo de investigación utilizó una nueva prueba sanguínea aprobada por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de Estados Unidos que fue desarrollada por investigadores de la Universidad de Washington.

Lesión causada por la esclerosis múltiple en el cuerpo calloso (flecha) del cerebro.

Lesión causada por la esclerosis múltiple en el cuerpo calloso (flecha) del cerebro. Cortesía: Y. Ge / American Journal of Neuroradiology

Conocido como PrecivityAD2, el análisis de sangre es muy eficaz para predecir la presencia de placas amiloides en el cerebro. Dichas placas son un indicador de la enfermedad de Alzheimer, y anteriormente solo se podían verificar con escáneres cerebrales o punciones lumbares.

Brier, Cross y sus colaboradores reclutaron a cien pacientes con esclerosis múltiple para que se hicieran la prueba de sangre. Once de ellos también se sometieron a tomografías por emisión de positrones en el Instituto de Radiología Mallinckrodt de la Facultad de Medicina. Sus resultados se compararon con los de un grupo de control de trescientos individuos que no tenían esclerosis múltiple pero que eran similares a los que si la tenían con la misma edad, con riesgo genético de alzhéimer y con deterioro cognitivo.

Sin rastro de alzhéimer en pacientes con esclerosis múltiple

«Encontramos que un 50% de pacientes con esclerosis múltiple tenían patología amiloide en comparación con sus pares emparejados según esta prueba de sangre», dice Brier. Este hallazgo respaldó la observación de Cross de que la enfermedad de Alzheimer parecía ser menos propensa a desarrollarse entre las personas con esclerosis múlltiple.

No está claro cómo la acumulación de proteína beta amiloide está relacionada con el deterioro cognitivo típico del alzhéimer, pero generalmente se entiende que la acumulación de placas es el primer evento en la cascada biológica que conduce al deterioro cognitivo visto en esta enfermedad.

Los investigadores también encontraron que cuanto más típicos eran los antecedentes de esclerosis múltiple del paciente, en términos de edad de inicio, gravedad y progresión general de la enfermedad, menos probabilidades tenían de presentar acumulación de placa amiloide en su cerebro, si se comparaba con aquellos con manifestaciones atípicss de esclerosis múltiple.

Esto sugiere que hay algo en la naturaleza de la esclesoris múltiple en sí misma que protege contra la enfermedad de Alzheimer, que Brier y Cross planean investigar.

Los depósitos patológicos de beta-amiloide en el cerebro de las personas con enfermedad de Alzheimer se pueden visualizar utilizando la PET de amiloide (derecha).

Los depósitos patológicos de beta-amiloide en el cerebro de las personas con enfermedad de Alzheimer se pueden visualizar utilizando la PET de amiloide (derecha). Las proteínas beta amiloide sanas y patológicamente plegadas absorben la luz infrarroja de manera diferente. En los pacientes con alzhéimer, hay un cambio de frecuencia por debajo del nivel umbral en comparación con los sujetos sanos. Esto se detecta mediante el nuevo análisis de sangre. Cortesía: © K. Gerwert, A. Nabers / RUB

Los pacientes con esclerosis múltiple suelen tener múltiples brotes de la enfermedad a lo largo de su vida. Durante estos brotes, el sistema inmunitario ataca al sistema nervioso central, incluso dentro del encéfalo. Es posible que esta actividad inmunitaria también reduzca las placas amiloides, apuntaron los investigadores.

«Quizá, cuando se estaba desarrollando la patología amiloide de la enfermedad de Alzheimer, los pacientes con esclerosis múltiple tenían algún grado de inflamación en el cerebro que fue estimulada por sus respuestas inmunitarias», comenta Brier. Refiriéndose al trabajo del coautor David M. Holtzman, profesor de Neurología, Brier señala que se ha demostrado que la microglía activada, que es parte de la respuesta inmune del cerebro en la esclerosis múltiple, elimina la proteína amiloide del cerebro en modelos animales.

Brier y Cross han comenzado a dar los próximos pasos de esta investigación, tanto para desentrañar la posible genética humana involucrada, como para probar el desarrollo de placa amiloide en modelos animales que representan la esclerosis múltiple. ▪️

  • Información facilitada por la WashU Medicine -Adaptación: Enrique Coperías / RexMolón Producciones

  • Fuente: Brier M. R., Schindler, S. E., Salter A., Perantie D., Shelley N., Judge B., Keefe S., Kirmess K. K., Verghese P. B., Yarasheski K. E, Venkatesh V., Raji C. A., Gordon B. A., Bateman R. J., Morris J. C., Naismith R. T., Holtzman D. M., Benzinger T. L.S., Cross A. H. Unexpected low rate of amyloid-β pathology in multiple sclerosis patients. Annals of Neurology (2024). DOI: 10.1002/ana.27027

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