Detectan biomarcadores en sangre que predicen el riesgo de esquizofrenia en consumidores de cannabis
Un estudio asegura haber identificado biomarcadores en sangre que podrían predecir quién desarrollará esquizofrenia tras consumir cannabis. El hallazgo abre la puerta a diagnósticos preventivos y tratamientos personalizados en salud mental.
Por Enrique Coperías
Un equipo de científicos ha conseguido detectar potenciales biomarcadores en sangre que podrían ayudar a predecir el riesgo que algunas personas tienen de desarrollar un trastorno psiquiátrico como la esquizofrenia si consumen cannabis. Cortesía: UPV/EHU
Un trabajo innovador llevado a cabo por los grupos de investigación Neuropsicofarmacología e IBeA de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU), en España, ha identificado por primera vez una serie de biomarcadores en sangre que podrían anticipar el desarrollo de esquizofrenia inducida por consumo de cannabis.
Publicado en la revista Scientific Reports, el estudio utiliza el análisis lipidómico no dirigido —una técnica que detecta y mide todos los lípidos presentes en una muestra biológica, sin buscar compuestos específicos— para detectar alteraciones en metabolitos presentes en la sangre, con el objetivo de comprender mejor la relación biológica entre el consumo de cannabis y los trastornos psicóticos.
«Hemos detectado biomarcadores potenciales en sangre que podrían ayudar a predecir el riesgo de desarrollar un trastorno psiquiátrico, como la esquizofrenia, si se consume cannabis —dice Leyre Urigüen, coordinadora del estudio, en una nota de prensa de la UPV/EHU. Y añade—: Es el primer paso hacia herramientas de diagnóstico preventivo basadas en análisis de sangre».
228 millones de consumidores de cannabis
El consumo de cannabis es un hábito generalizado a nivel mundial, con aproximadamente 228 millones de usuarios entre los 15 y los 64 años de edad. Se estima que un 10% de los consumidores de esta droga psicoactiva depresora del sistema nervioso, obtenida de la planta Cannabis sativa, desarrollará un trastorno por consumo de cannabis (CUD).
El trastorno por consumo de cannabis es una condición caracterizada por el uso problemático y persistente de cannabis, que genera un deterioro o malestar significativo en la vida de la persona. Incluye síntomas como deseo intenso de consumo, dificultad para controlar la cantidad que se consume, abandono de actividades sociales o laborales, y consumo a pesar de consecuencias negativas.
Además, casi un tercio de los pacientes diagnosticados con esquizofrenia cumplen también los criterios para el CUD, y hasta un 42% de ellos presenta ambos diagnósticos. El riesgo de desarrollar esquizofrenia se incrementa de forma significativa cuando el consumo de cannabis comienza a edades tempranas.
Dieciséis posibles biomarcadores
En este contexto, los investigadores han analizado muestras de plasma de cuatro grupos: pacientes con esquizofrenia (SZ), con CUD, con diagnóstico dual (DUAL) y controles sanos. Las muestras se analizaron mediante espectrometría de masas de alta resolución acoplada a cromatografía líquida (LC-HRMS), que permitió la identificación de 119 metabolitos.
De todos ellos, dieciséis alcanzaron el nivel más alto de confianza, o sea, que fueron confirmados con alta precisión, lo que les da más peso como posibles biomarcadores.
Uno de los hallazgos más relevantes fue la disminución significativa de dos acilcarnitinas, moléculas que ayudan a transportar ácidos grasos al interior de las mitocondrias, en los tres grupos de pacientes en comparación con los controles: la L-octanoilcarnitina y la L-decanoilcarnitina.
Los científicos del País Vasco han identificado dieciséis posibles biomarcadores en personas con esquizofrenia y diagnóstico dual que podría facilitar el desarrollo de pruebas de diagnóstico precoz de la esquizofrenia asociada al consumo de cannabis. Imagen generada con DALL-E
Una alteración en el metabolismo energético
Esta pareja de acilcarnitinas participan en la oxidación de ácidos grasos y son esenciales para la función mitocondrial, la neurotransmisión colinérgica —la comunicación entre neuronas mediante el neurotransmisor acetilcolina, esencial para funciones como la memoria, el aprendizaje y el control muscular— y la protección frente al estrés oxidativo.
Su reducción sugiere una alteración común del metabolismo energético en condiciones psiquiátricas como la esquizofrenia y el trastorno por consumo de cannabis.
«Hemos logrado identificar diferencias metabólicas claras entre los grupos de pacientes. Al comparar la cantidad de ciertos metabolitos, fuimos capaces de distinguir perfectamente entre personas con esquizofrenia, con trastorno por consumo de cannabis y con diagnóstico dual—explica Urigüen. Y añade—: Esto sugiere que existen alteraciones metabólicas específicas en cada condición, y que algunas de estas moléculas podrían convertirse en biomarcadores clave para predecir riesgo».
Vulnerabilidad a la esquizofrenia
Además, los pacientes con trastorno por consumo de cannabis mostraron una marcada disminución de dos N-aminoácidos acilados (NAAA): N-palmitoil treonina y N-palmitoil serina. Estas moléculas, involucradas en la modulación del sistema endocannabinoide —un conjunto de receptores, endocannabinoides y enzimas que regula funciones clave del cuerpo como el estado de ánimo, el apetito, el dolor, el sueño y la memoria— y en mecanismos neuroprotectores, también estaban reducidas en los grupos SZ y DUAL.
Su disminución podría reflejar una menor capacidad de protección neuronal frente a la excitotoxicidad —lesión celular causada por una sobreactivación de neuronas— y el daño oxidativo, apuntan los investigadores.
«Nos interesa entender qué ocurre en el organismo de quienes desarrollan esquizofrenia tras consumir cannabis, en contraposición con quienes consumen y no desarrollan ningún trastorno psiquiátrico —comenta Urigüen—. Ese enfoque nos permite explorar las raíces biológicas de la vulnerabilidad individual».
El 7-dehidrodesmosterol , un biomarcador indirecto
Otro metabolito relevante identificado en el estudio fue el 7-dehidrodesmosterol, un lípido esteroideo implicado en la biosíntesis de colesterol y neuroesteroides. Los investigadores observaron un aumento de sus niveles en los pacientes con esquizofrenia y diagnóstico dual en comparación con el grupo de control. Este detalle podría estar relacionado con el tratamiento con aripiprazol, antipsicótico que inhibe la enzima 7-dehidrocolesterol reductasa.
Este hallazgo posiciona al 7-dehidrodesmosterol como un posible biomarcador indirecto de la farmacoterapia antipsicótica. En otras palabras, el aumento de 7-dehidrodesmosterol en la sangre podría usarse como una señal biológica (biomarcador) para saber si una persona está recibiendo tratamiento con antipsicóticos, en especial con aripiprazol. No indica directamente la enfermedad, sino que refleja los efectos del medicamento en el organismo; de ahí que se catalogue como biomarcador indirecto.
El estudio también encontró alteraciones importantes en los perfiles de ceramidas y glicerofosfolápidos, particularmente en los pacientes con esquizofrenia.
La huella de daños celulares
Urigüen y sus colegas observaron una elevación de varias ceramidas en plasma, lípidos implicados en procesos de inflamación, apoptosis —muerte celular programada— y disfunción sináptica. A su vez, detectaron una reducción significativa de diversos glicerofosfolápidos, incluídas las fosfatidiletanolaminas (PE) y las lisofosfatidiletanolaminas (LPEs), componentes clave de las membranas neuronales. Estos cambios sugieren un estado de daño estructural celular y dificultad para contrarrestar el estrés oxidativo.
Adicionalmente, el metabolito 1-metilnicotinamida, con funciones neuroprotectoras y antiinflamatorias, apareció significativamente disminuido en el grupo de los voluntarios con esquizofrenia, lo que refuerza la hipótesis de una alteración profunda del equilibrio redox en estos pacientes.
Recordemos que el equilibrio redox es el balance entre oxidantes y antioxidantes en las células. Mantenerlo es clave para evitar daño celular y garantizar un funcionamiento saludable del organismo.
El cannabis, consumido por más de 228 millones de personas en el mundo, puede generar trastorno por consumo en hasta el 10% de los usuarios habituales. Cortesía: UPV/EHU
Hacia pruebas de diagnóstico precoz
En cuanto a la metodología empleada, basada en lipidómica plasmática no dirigida, ha demostrado una alta sensibilidad para diferenciar entre los grupos clínicos. «El análisis de lipidómica plasmática no dirigida es una herramienta poderosa que puede replicarse fácilmente en otros estudios —destacó Urigüen. Y continúa—… Nuestra metodología permite avanzar en la identificación de metabolitos alterados, y podría facilitar el desarrollo de pruebas de diagnóstico precoz».
El análisis también tuvo en cuenta compuestos exógenos, como la nicotina, la cotinina, el aripiprazol y el metabolito 11-nor-9-carboxi-∆9-THC, que confirmaron el estatus de consumo y tratamiento de los sujetos participantes, aunque no se consideraron en los análisis principales para no sesgar los resultados hacia el exposoma.
Los resultados de esta investigación permiten vislumbrar nuevas estrategias en la emergente psiquiatría de precisión, donde el análisis metabolómico podría servir para anticipar la aparición de enfermedades mentales, personalizar tratamientos y comprender mejor la interacción entre factores ambientales y predisposiciones biológicas.
«Este estudio es solo el principio. Ahora necesitamos validarlo con cohortes más amplias y explorarlo en estudios longitudinales —dice Urigüen. Y concluye—: Creo que es fundamental poder encontrar biomarcadores en sangre que ayuden a predecir el riesgo de desarrollar esquizofrenia inducida por cannabis, y este trabajo demuestra que vamos en esa dirección».
La combinación de ciencia de frontera, tecnología analítica avanzada y abordaje interdisciplinar coloca a esta línea de investigación entre las más prometedoras para la psiquiatría del futuro. ▪️
Información facilitada por la UPV/EHU
Fuente: Villate, A., Olivares, M., Usobiaga, A. et al. Uncovering metabolic dysregulation in schizophrenia and cannabis use disorder through untargeted plasma lipidomics. Scientific Reports (2024). DOI: https://doi.org/10.1038/s41598-024-83288-5