Las apps de fitness «alimentan» los trastornos alimentarios y la obsesión por la imagen corporal

Las aplicaciones de salud y fitness prometen bienestar y control, pero una investigación revela su vínculo con los trastornos alimentarios, la obsesión por la imagen corporal y el ejercicio compulsivo. ¿Hasta qué punto estas herramientas digitales son realmente saludables?

Por Enrique Coperías

Las personas que usan apps de fitness y de dietas corren un riesgo mayor que el resto de la población de presentar problemas allimentarios y de imagen corporal.

Las personas que usan apps de fitness y de dietas corren un riesgo mayor que el resto de la población de presentar problemas allimentarios y de imagen corporal. Imagen generada con Bing

Sin duda alguna, cada vez más personas se interesan en prevenir las enfermedades físicas y mentales a través de la alimentación saludable, el ejercicio regular y los chequeos médicos frecuentes. En este propósito de adoptar un estilo de vida más sano, las aplicaciones de seguimiento de la salud y el fitness se han convertido en herramientas indispensables.

Sin embargo, una investigación reciente y un análisis sistemático, publicado en la revista Body Image, revelan vínculos preocupantes entre el uso de estas apps y el auge de problemas que preocupan a los médicos, como la alimentación desordenada, la obsesión por la imagen corporal y el ejercicio excesivo.

«Las aplicaciones dietéticas y de fitness se promocionan como aliadas para mejorar la salud, pero pueden tener efectos adversos, como la presión por alcanzar metas, la preocupación por el aspecto físico y sentimientos de culpa al no cumplir los objetivos», advierte Isabella Anderberg, investigadora de la Facultad de Educación, Psicología y Trabajo Social, en la Universidad de Flinders y autora principal del estudio.

Apps de fitness y dietas y obsesiones

Junto a Eva Kemps e Ivanka Prichard, Anderberg revisó 38 estudios publicados en revistas científicas para examinar los vínculos entre el uso de apps de dieta y fitness y el riesgo de que los usuarios se obsesionen con la pérdida de peso, la imagen corporal, el conteo de calorías y el ejercicio excesivo.

Los hallazgos son reveladores: los usuarios frecuentes de estas plataformas son más propensos a desarrollar hábitos alimentarios y de ejercicio problemáticos. «Hemos detectado que los adultos jóvenes que recurren a estas aplicaciones presentan con mayor frecuencia síntomas asociados a trastornos alimentarios, como dietas extremas o restrictivas, y pensamientos negativos sobre su imagen corporal en comparación con quienes no las emplean», explica Anderberg.

Además, Anderberg y sus colegas se toparon en su revisión con que la sintomatología de trastornos alimentarios, como la anorexia y la bulimia, era más alta en los adultos jóvenes que usan estas apps, especialmente entre aquellos que recurren a ellas de forma regular.

Una mayor concienciación y motivación

«El hecho de que estas aplicaciones se centren en la restricción de la dieta y la pérdida de peso puede dar lugar a comportamientos restrictivos o excesivos, lo que preocupa a las personas que ya tienen problemas con su peso o su imagen corporal —advierte Anderberg en un comunicado de la Universidad de Flinders. Y añade—: Aunque algunos usuarios informaron de experiencias positivas, como una mayor concienciación y motivación, hay que tener muy en cuenta las implicaciones más generales para la salud mental, sobre todo en poblaciones vulnerables, como son los adolescentes».

Prichard enfatiza en la responsabilidad de los desarrolladores de aplicaciones a la hora de considerar los impactos psicológicos de estas herramientas: «A medida que más personas recurren a las apps para obtener orientación en sus planes de bienestar, deben asegurarse de que están priorizando la salud mental junto con los objetivos de acondicionamiento físico».

En palabras de Prichard, «nuestros hallazgos resaltan la importancia de promover una imagen corporal saludable y comportamientos de ejercicio entre los adultos jóvenes, y de ser conscientes de los riesgos potenciales asociados con el uso de aplicaciones de dieta y fitness».

Las personas que utilizan de forma frecuente apps como MyFitnessPal presentaban niveles más altos de insatisfacción corporal y pensamientos obsesivos relacionados con la alimentación

Las personas que utilizan de forma frecuente apps como MyFitnessPal presentaban niveles más altos de insatisfacción corporal y pensamientos obsesivos relacionados con la alimentación, según concluye le nuevo estudio. Cortesía: MyFitnessPal

El papel de MyFitnessPal

Prichard insiste en que, en un mundo cada vez más dominado por la tecnología, investigaciones como esta son esenciales para guiar futuros estudios y ofrecer a la población general información precisa sobre salud y autogestión a través de aplicaciones.

El análisis publicado en Body Image también destaca el papel de MyFitnessPal, una de las aplicaciones más populares con más de 200 millones de usuarios a nivel mundial. Las investigadoras australianas observaron que los usuarios frecuentes de esta plataforma presentaban niveles más altos de insatisfacción corporal y pensamientos obsesivos relacionados con la alimentación.

Las apps como MyFitnessPal, que permiten el monitoreo tanto de la dieta como de la actividad física, pueden agravar la fijación con el peso y la forma corporal, especialmente en personas jóvenes.
— Isabella Anderberg, de la Facultad de Educación, Psicología y Trabajo Social, en la Universidad de Flinders

Otro hallazgo relevante del estudio fue que los usuarios que utilizaban aplicaciones de monitoreo de la dieta presentaban mayores niveles de restricción alimentaria y preocupación por el peso. Asimismo, los usuarios de apps de seguimiento de la actividad física mostraron una mayor propensión al ejercicio compulsivo, lo que puede llevar a consecuencias negativas para la salud mental y física.

«A medida que la tecnología de autocontrol evoluciona y se lanzan nuevas aplicaciones de dieta y fitness, es crucial que la investigación continúe explorando los beneficios potenciales y las consecuencias no deseadas relacionadas con su uso», subraya Anderberg, que insiste en que « los desarrolladores de aplicaciones deben considerar los impactos psicológicos de estas herramientas y trabajar en el diseño de características que minimicen los riesgos para la salud mental». ▪️

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