¿Un tratamiento para la anorexia nerviosa?

Un equipo de investigación cree haber descubierto el mecanismo neurológico subyacente a este trastorno de la conducta alimentaria. ¿El hallazgo abre las puertas a un posible tratamiento para la anorexia nerviosa? Los científicos se muestran optimistas.

Por la Universidad McGill

Para las personas con anorexia, es muy importante controlar su peso y su figura corporal, y hacen todo tipo de sacrificios que suelen interferir en su vida de forma significativa.

Para las personas con anorexia, es muy importante controlar su peso y su figura corporal, y hacen todo tipo de sacrificios que suelen interferir en su vida de forma significativa. Imagen generada con DALL-E

Un equipo de investigadores dirigido por la Universidad McGill, en Canadá, y en colaboración con un equipo francés del CNRS, del INSERM y de la Universidad de la Sorbona cree haber identificado tanto el mecanismo neurológico subyacente a la anorexia nerviosa como una posible cura.

Los hallazgos del equipo internacional, publicados en la revista Nature Communications, tienen el potencial de mejorar la vida de millones de personas en todo el mundo, en su mayoría mujeres, que padecen este trastorno alimentario, que tiene la tasa de mortalidad más alta de todas las enfermedades psiquiátricas.

Los trastornos de la conducta alimentaria, que incluyen la anorexia nerviosa, la bulimia nerviosa y el trastorno por atracón, constituyen un grupo de afecciones en las que las creencias negativas sobre la comida, la figura y el peso corporal vienen acompañadas de conductas que incluyen restricción de la ingesta, atracones, realización excesiva de ejercicio, provocación del vómito y uso de laxantes.

Los trastornos de la conducta alimentaria son enfermedades graves que afectan tanto la salud física como la mental. Minan la calidad de vida y conducen a múltiples complicaciones físicas y psiquiátricas, incluso con desenlace fatal.

Un cóctel de factores genéticos, biológicos, ambientales y psicológicos

Los trastornos de la conducta alimentaria están causados por una compleja interacción de factores genéticos, biológicos, ambientales y psicológicos. Por su parte, las investigaciones neurocientíficas sobre estos trastornos alimentarios han sacado a la luz alteraciones en diversas estructuras y funciones cerebrales, así como en los sistemas neurotransmisores. Estos hallazgos ayudan a entender mejor por qué se desarrolla la anorexia, la bulimia y el trastorno por atracón, y cómo estas enfermedades se mantienen el trastorno a lo largo del tiempo.

Estudios de imágenes cerebrales han mostrado que las personas con anorexia nerviosa pueden presentar cambios en la masa y el volumen cerebral. Por ejemplo, se ha observado una reducción en la masa gris y blanca, aunque estos cambios pueden ser en parte reversibles con la recuperación nutricional.

Desde hace tiempo, los neurocientíficos saben que ciertos neurotransmisores, como la serotonina y la dopamina, juegan roles importantes en la regulación del humor, la ansiedad y los comportamientos alimentarios. En la anorexia, se han sugerido desregulaciones en estos sistemas de mensajería neuronal. Por ejemplo, alteraciones en el sistema serotoninérgico, que incluye las neuronas que producen, liberan y responden a la serotonina, pueden estar relacionados con la ansiedad y los rasgos obsesivos que frecuentemente se observan en este trastorno.

Fallo en lo circuitos de recompensa del encéfalo

En la anorexia, determinados circuitos cerebrales implicados en la regulación de la alimentación, el control del impulso y la percepción del cuerpo parecen estar desbaratados. Es el caso del circuito de recompensa y motivación; varias investigaciones han mostrado que puede haber una respuesta alterada a recompensas alimentarias y no alimentarias, quizá debido a alteraciones en la dopamina, neurotransmisor relacionado con el placer y la motivación.

Otros estudios apuntan a que áreas del encéfalo involucradas en el control ejecutivo, como el córtex prefrontal, pueden mostrar una actividad aumentada. Esto se ha interpretado como un posible correlato neural del excesivo autocontrol y perfeccionismo observado en personas con anorexia.

Pues bien, trabajando con ratones, los investigadores de la Universidad McGill descubrieron que un déficit de acetilcolina, un neurotransmisor en una zona del cerebro llamada cuerpo estriado, asociada al citado sistema de recompensa, puede conducir a la formación excesiva de hábitos y precipitar la inanición compulsiva que se observa en las personas que padecen anorexia nerviosa.

Mejora la salud de los pacientes con anorexia tratados con donepezilo

Salah El Mestikawy, profesor de Psiquiatría en la Universidad McGill y autor principal del trabajo, cuenta que el equipo de investigación decidió comprobar si el uso de donepezilo, un medicamento conocido por aumentar la presencia de acetilcolina en el cerebro, podía tener algún efecto sobre estos comportamientos autodestructivos compulsivos.

"Descubrimos que invertía por completo el comportamiento anoréxico en ratones, y creemos que podría ser el primer tratamiento de la anorexia nerviosa basado en un mecanismo. De hecho, ya estamos viendo sus efectos en algunos pacientes con la enfermedad", comenta El Mestikawy.

Estudios de imágenes cerebrales han mostrado que las personas con anorexia nerviosa pueden presentar cambios en la masa y el volumen cerebral. Crédito: Martin Schulte-Rüther et al.

Estudios independientes en curso en Toronto y Montreal, dirigidos por Leora Pinhas, psiquiatra independiente, están mostrando resultados positivos en diez pacientes con anorexia nerviosa grave que están siendo tratados con dosis bajas de donepezilo. Tres de las pacientes están en remisión completa y las otras siete muestran una notable mejoría de la enfermedad.

Este año se realizarán otros ensayos clínicos de doble ciego, en los que se compararán los resultados de quienes toman un placebo con los de quienes toman el medicamento, en la Universidad de Columbia, la Universidad de Denver y el Hôpital Sainte-Anne de París.

El Mestikawy advierte, sin embargo, que entre los ensayos clínicos y la aprobación gubernamental pueden pasar varios años antes de que un nuevo fármaco pueda utilizarse para tratar a pacientes anoréxicos.

Posibles efectos en otras enfermedades con comportamientos compulsivos

El Mestikawy señaló que el donepezilo es un fármaco con muchos efectos secundarios gastrointestinales y musculares. Por ello, los investigadores de la Universidad McGill están trabajando con el equipo francés, dirigido por Stéphanie Daumas y Nicolas Pietrancosta, de la Universidad de la Sorbona, coautores del estudio, para desarrollar un compuesto novedoso con menos problemas.

"También sospechamos que otras patologías compulsivas, como los trastornos obsesivo-compulsivos (TOC) y las adicciones, también pueden mejorar con el donepezilo, por lo que estamos buscando activamente la colaboración con otros psiquiatras de todo el mundo para explorar las posibilidades", concluye El Mestikawy. ▪️

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