Un poco más de suciedad en la Estación Espacial sería beneficioso para la salud de los astronautas

Los astronautas viven en un ambiente ultralimpio en el espacio, pero ¿podría esto estar debilitando su sistema inmunológico? Un estudio revela que la falta de microbios en la Estación Espacial Internacional podría ser un riesgo oculto para su salud.

Por Enrique Coperías

La astronauta Suni Williams echa un vistazo al robot Astrobee, en la Estación Espacial Internacional.

La astronauta Suni Williams echa un vistazo al robot Astrobee, en la Estación Espacial Internacional, un espacio con una pobre diversidad de microorganismos. Cortesía: NASA

Los astronautas suelen experimentar disfunciones inmunitarias, erupciones cutáneas y otras afecciones inflamatorias durante sus misiones en el espacio. Un estudio publicado en la revista Cell Press sugiere que estos problemas podrían deberse a la extrema esterilidad que reina en las naves espaciales.

La investigación ha revelado que la Estación Espacial Internacional (ISS) tiene una diversidad microbiana significativamente menor en comparación con los entornos construidos en la Tierra. Además, los pocos microorganismos presentes provienen casi exclusivamente de los seres humanos que habitan la estación.

Esto sugiere que la inclusión de más microbios ambientales en las naves espaciales tripuladas podría mejorar la salud de los astronautas en el espacio.

Microbios en el espacio: un equilibrio entre higiene y salud

«Los entornos futuros, como las estaciones espaciales, podrían beneficiarse del fomento de comunidades microbianas diversas que imiten mejor las exposiciones naturales en la Tierra, en lugar de depender de espacios altamente desinfectados», señala Rodolfo Salido, coautor del estudio y miembro de la Universidad de California en San Diego (UC San Diego), en Estados Unidos.

Para el estudio, los investigadores colaboraron con astronautas que recolectaron muestras de 803 superficies diferentes en la ISS, una cifra cien veces superior a la de estudios anteriores.

Luego, en la Tierra, analizaron qué especies de bacterias y compuestos químicos estaban presentes en cada muestra y elaboraron mapas tridimensionales para visualizar su distribución e interacción dentro de la estación espacial.

Microbios a flor de piel

Salido y su equipo descubrió que la piel humana es la principal fuente de microorganismos en la ISS. También hallaron rastros de productos químicos provenientes de limpiadores y desinfectantes en toda la estación. Además, identificaron diferencias en las comunidades microbianas según el tipo de módulo:

✅ Zonas de comida: mayor presencia de microbios asociados a los alimentos.

✅ Baño espacial: mayor concentración de microbios y metabolitos relacionados con la orina y las heces.

✅ Módulos de trabajo y descanso: diferencias en la composición microbiana según su uso.

«Observamos que la abundancia de desinfectantes en la Estación Espacial Internacional está directamente relacionada con la baja diversidad del microbioma en diferentes áreas", explica Nina Zhao, coautora del estudio e investigadora de la Universidad de California en San Diego, en Estados Unidos.

Un nuevo estudio recomienda que la conquista del espacio vaya acompañada de una microbiota que beneficie la salud de los astronautas. La diversidad microbiana de la ISS es similar a la de entornos ultradesinfectados, como hospitales y espacios habitacionales herméticamente cerrados en áreas urbanas. Cortesía: NASA

La ISS es un ambiente más estéril que un hospital

Al comparar la ISS con otros entornos humanos en la Tierra, los científicos descubrieron que la diversidad microbiana de la estación espacial es más baja que la de la mayoría de los espacios terrestres. La composición microbiana de la ISS se asemeja más a la de entornos altamente desinfectados, como hospitales y hábitats cerrados en zonas urbanas.

Otro hallazgo clave fue la ausencia de microbios ambientales típicos del suelo y el agua en la ISS. Los investigadores sugieren que la introducción controlada de estos microorganismos podría mejorar la salud del sistema inmunológico de los astronautas sin comprometer la higiene. Comparan esta estrategia con los efectos beneficiosos de la jardinería en la salud humana.

«Hay una gran diferencia entre estar en contacto con un suelo sano y quedar atrapados en nuestra propia microbiota, que es lo que sucede en un entorno cerrado sin una reposición continua de microbios beneficiosos», explica Rob Knight, otro de los investigadores de la misma universidad que Zhao y Salido.

Colonización espacial con ecosistemas microbianos saludables

En el futuro, los investigadores planean perfeccionar sus análisis para identificar microbios patógenos y evaluar señales de salud humana a partir de los metabolitos ambientales.

Además, creen que sus descubrimientos pueden aplicarse a entornos terrestres extremadamente estériles, como hospitales y laboratorios de alta seguridad.

«Si realmente queremos que la vida prospere en el espacio, no podemos simplemente llevar una pequeña fracción del ecosistema terrestre y esperar que funcione», afirma Salido. Y concluye—: Debemos considerar qué microbios beneficiosos deberían acompañar a los astronautas para garantizar entornos saludables y sostenibles en el espacio». ▪️

  • Información facilitada por Cell Press

  • Fuente: Salido, Rodolfo A. et al. The International Space Station has a unique and extreme microbial and chemical environment driven by use patterns. Cell (2025). DOI: 10.1016/j.cell.2025.01.039

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