Un innovador fármaco imita los efectos de la rehabilitación en pacientes que han sufrido un ictus

Científicos de la UCLA han descubierto el primer fármaco capaz de imitar los efectos de la rehabilitación física tras un accidente cerebrovascular o ictus. Este avance podría revolucionar el tratamiento de millones de pacientes en todo el mundo.

Por Enrique Coperías

Un fármaco experimental desarrollado por la UCLA imita los efectos de la fisioterapia en la rehabilitación de los pacientes con han sobrevivido a un ictus. Foto: Kaboompics.com

Científicos de la UCLA Health, en Estados Unidos, acaban de anunciar que han desarrollado el primer fármaco que puede replicar los efectos de la rehabilitación física en pacientes con accidente cerebrovascular o ictus, un hallazgo que podría transformar el tratamiento de esta condición médica que afecta cada año a 120.000 personas en España, de las cuales alrededor de 25.000 fallecen.

Recordemos que un accidente cerebrovascular (ACV) es una interrupción repentina del flujo sanguíneo al cerebro, lo que puede causar daño en las células cerebrales por falta de oxígeno y nutrientes, un daño que se suele manifestar con una pérdida repentina del habla, debilidad en un lado del cuerpo, dificultad para ver o confusión.

Existen tres tipos principales de ictus: el isquémico, que ocurre cuando un coágulo bloquea una arteria cerebral e impide la llegada de sangre al cerebro; el hemorrágico, que se produce por la ruptura de un vaso sanguíneo en el cerebro, lo que provoca sangrado, generalmente debido a hipertensión, aneurismas o malformaciones arteriovenosas; y el ataque isquémico transitorio (AIT), conocido como mini ACV, en el que el bloqueo es temporal y los síntomas desaparecen en pocas horas, pero representa una señal de alerta de un ACV más grave.

Recuperación del control motor

En el nuevo estudio, publicado en la revista Nature Communications, los investigadores probaron dos fármacos experimentales derivados de investigaciones sobre los mecanismos cerebrales de la rehabilitación. Uno de ellos, el DL-920, mostró una recuperación notable en el control motor de ratones que padecían un accidente cerebrovascular.

Los también llamados infartos cerebrales son la principal causa de discapacidad en adultos, y la recuperación completa sigue siendo poco común. Actualmente, no existen fármacos específicos para la recuperación posictus, lo que obliga a los pacientes a depender exclusivamente de la rehabilitación física. Y esta tiene una eficacia limitada.

«El objetivo es desarrollar un medicamento que pueda proporcionar los mismos beneficios que la rehabilitación —explica el dcotor S. Thomas Carmichael, profesor y director del Departamento de Neurología de UCLA. Y añade—: Muchos pacientes no pueden mantener la intensidad necesaria de la rehabilitación para una recuperación efectiva»

Cómo la rehabilitación mejora la función cerebral

El estudio señala que la rehabilitación física impulsa la conectividad neuronal y ayuda a reorganizar las redes cerebrales dañadas. Tras un accidente cerebrovascular, las conexiones neuronales esenciales para el movimiento y la coordinación se interrumpen, lo que afecta a la funcionalidad del paciente.

El estudio revela que una de las claves para la recuperación neuronal es la activación de las llamadas neuronas de parvalbúmina, que son fundamentales en la generación de oscilaciones gamma, un tipo de actividad cerebral que sincroniza redes neuronales y facilita los movimientos coordinados.

La rehabilitación física en ratones restauró estas oscilaciones gamma, y permitió que las neuronas afectadas volvieran a conectarse y mejorar su funcionamiento.

Además, se identificaron las neuronas proyectivas del ictus, que conectan áreas cerebrales afectadas con zonas saludables, una tarea que facilita la reorganización del cerebro y permie la recuperación del control motor.

Un fármaco que reproduce los efectos de la rehabilitación

Para probar si era posible imitar la rehabilitación con un medicamento, los investigadores evaluaron dos compuestos farmacológicos diseñados para estimular la actividad neuronal y restaurar la conectividad cerebral perdida tras un accidente cerebrovascular.

Uno de estos compuestos, el DDL-920, desarrollado en el laboratorio del doctor Varghese John, de la UCLA, demostró ser altamente eficaz en la restauración de la función motora en ratones. Este fármaco potencia la actividad de las interneuronas de parvalbúmina, y restaura las oscilaciones gamma y repara las conexiones neuronales dañadas, de forma similar a como lo hace la rehabilitación física.

Estos hallazgos podrían transformar la forma en que se trata la recuperación posictus. Actualmente, la rehabilitación sigue siendo el único enfoque disponible, pero su acceso es limitado y su efectividad varía según el paciente. Un fármaco que imite sus efectos podría facilitar el acceso a una terapia más eficaz y universal.

Sin embargo, antes de que el DDL-920 pueda probarse en humanos, se requieren estudios clínicos adicionales para confirmar su seguridad y eficacia. Los investigadores de UCLA planean continuar con ensayos clínicos para determinar si este medicamento podría convertirse en una terapia estándar para la recuperación del accidente cerebrovascular.

«La rehabilitación ha sido el estándar durante décadas, pero necesitamos avanzar hacia una era de medicina molecular —concluye Carmichael—. Este descubrimiento es un paso crucial en ese camino». ▪️

  • Información facilitada por la UCLA Health

  • Fuente: Okabe, N., Wei, X., Abumeri, F. et al. Parvalbumin interneurons regulate rehabilitation-induced functional recovery after stroke and identify a rehabilitation drug. Nature Communications (2025). DOI: https://doi.org/10.1038/s41467-025-57860-0

Anterior
Anterior

Contra el pitido de oídos: más fruta, fibra, lácteos y cafeína

Siguiente
Siguiente

La energía oscura podría estar cambiando y redefinir el destino del universo