Tomar un descanso de tu teléfono inteligente cambia tu cerebro

¿Qué pasa en tu sesera cuando apagas el móvil durante 72 horas? Un breve descanso del smartphone revela sorprendentes cambios neuronales que podrían explicar nuestra creciente dependencia digital.

Por Enrique Coperías

Los resultados del estudio mostraron un incremento en la actividad del núcleo accumbens y la corteza cingulada anterior (ACC) del cerebro tras 72 horas sin coger el móvil.

Los resultados del estudio mostraron un incremento en la actividad del núcleo accumbens y la corteza cingulada anterior (ACC) del cerebro tras 72 horas sin coger el móvil. Cortesía: David Veksler

Con el auge de los teléfonos inteligentes o smartphones, ha aumentado la preocupación entre los especialistas sobre el impacto de su uso excesivo en la salud física, social y psicológica.

No cabe duda de que los smartphones se han transformado en herramientas imprescindibles de la vida cotidiana, acompañándonos en todo momento: desde el trabajo y la educación hasta el entretenimiento y la interacción social. Sin ir más lejos, datos de Telefónica indican que, a nivel global, la media diaria de uso de smartphones por persona en 2024 fue de 5 horas y 1 minuto, lo que representa un aumento de 16 minutos respecto al año anterior.

En España, este promedio se sitúa en 3 horas y 39 minutos diarios, con un 33% de ese tiempo dedicado a aplicaciones de mensajería y redes sociales, y un 32,6%, a aplicaciones de entretenimiento. Este uso es especialmente pronunciado entre la generación Z (16-30 años), que supera las siete horas diarias; cuatro de ellas, destinandas exclusivamente a redes sociales, según un estudio de Línea Directa en 2024.

¿Qué sucede realmente en nuestra mente cuando nos desconectamos?

Esta dependencia constante plantea interrogantes sobre cómo estos dispositivos afectan no solo nuestras relaciones y rutinas, sino también el funcionamiento de nuestro cerebro. ¿Podría un breve descanso de ellos tener un impacto positivo en nuestra sesera? ¿Qué sucede realmente en el cerebro cuando nos desconectamos?

Estas preguntas han impulsado investigaciones desde diferentes frentes que exploran la conexión entre el uso intensivo del smartphone y cambios en la actividad cerebral, y han revelado hallazgos sorprendentes que podrían redefinir nuestra relación con la tecnología.

Sin ir más lejos, una nueva investigación publicada en la revista Computers in Human Behavior revela que incluso un período corto de restricción del uso del smartphone puede generar cambios notables en la actividad cerebral. Los científicos que diseñaron la investigación descubrieron que solo 72 horas de restricción puede alterar la actividad en regiones cerebrales vinculadas a la recompensa y el autocontrol.

Influye en el procesamiento neuronal de las recompensas

Estos hallazgos sugieren que nuestra conexión constante con los smartphones podría tener un impacto más significativo en nuestra mente de lo que se pensaba, e influir potencialmente en la forma en que procesamos las recompensas y manejamos los impulsos.

Los investigadores, dirigidos por Robert C. Wolf, del Departamento de Psiquiatría General, en el Centro de Medicina Psicosocial de la Universidad de Heidelberg (Alemania) se propusieron profundizar en estos posibles impactos examinando cómo la restricción del móvil afecta las respuestas cerebrales relacionadas con señales o desencadenantes asociados al uso del dispositivo.

Wolf y sus colegas estaban particularmente interesados en determinar si estos cambios cerebrales estaban relacionados con sentimientos de craving, esto es, el deseo intenso y urgente de usar el móvil, y si el uso excesivo de este aparato comparte similitudes con comportamientos observados en trastornos adictivos, como el gaming y el consumo de alcohol, cannabis u otras sustancias.

Resonancias magnéticas del cerebro antes y después de dejar el móvil

En el estudio participaron 25 adultos jóvenes de entre dieciocho y treinta años, usuarios habituales de smartphones. Los ¡voluntarios se sometieron a dos sesiones de resonancia magnética funcional (fMRI), que permite ver el cerebro en plena acción, una antes de la restricción del móvil y otra después de 72 horas.

Antes de la primera exploración, los voluntarios completaron cuestionarios sobre sus hábitos de uso del smartphone, sus niveles de craving y su estado de ánimo. Durante las sesiones, realizaron una tarea diseñada para evaluar sus respuestas cerebrales a imágenes de móviles activos, inactivos y estímulos neutros.

Los resultados mostraron un incremento en la actividad del núcleo accumbens y la corteza cingulada anterior (ACC) tras 72 horas de restricción. Estas regiones están asociadas con el procesamiento de recompensas y el control de impulsos.

Dejan de ser atractivos

Curiosamente, aunque los participantes no informaron de un aumento en el craving en los cuestionarios, sus cerebros mostraron una mayor respuesta a las señales relacionadas con los smartphones. Este patrón de activación es similar al observado en estudios sobre craving relacionado con sustancias adictivas, lo que sugiere que el uso del móvil podría activar el sistema de recompensa cerebral de manera comparable.

También se observó una disminución de la actividad en el giro frontal medio y el lóbulo parietal superior cuando los participantes vieron imágenes de smartphones activos frente a inactivos. Estas áreas están relacionadas con la atención, el procesamiento visual y el control motor.

La disminución de la actividad sugiere que, tras un período de restricción, los smartphones activos se volvieron menos atractivos o estimulantes a nivel neuronal. Además, se detectaron asociaciones significativas entre la actividad en la corteza parietal y el craving, lo que sugiere un papel clave de esta región en la experiencia subjetiva del deseo de usar el smartphone.

Un compañero inseparable: de media, pasamos cinco horas al día mirando el móvil.

Un compañero inseparable: de media, pasamos cinco horas al día mirando el móvil. Cortesía: Hugh Han

Dopamina y serotonina

Wolf y su equipo también encontraron que los cambios observados en la actividad cerebral estaban relacionados con sistemas de neurotransmisores, como la dopamina y la serotonina, esenciales en el procesamiento de recompensas y la adicción.

Aunque no se observaron cambios significativos en el estado de ánimo o los niveles de craving a nivel conductual, estos resultados sugieren que incluso una breve pausa en el uso del smartphone puede inducir adaptaciones cerebrales.

«Los smartphones se han convertido en una parte integral de la vida moderna, pero crecen las preocupaciones sobre su impacto en la salud mental y la función cerebral —dice Wolf. Y añade—: Nuestros hallazgos indican que el uso excesivo del teléfono móvil podría influir en la función cerebral de formas similares a otros comportamientos gratificantes».

Hacia una relación más saludable con el smartphone

Si bien el estudio aporta información valiosa, presenta limitaciones. Por ejemplo, la restricción del smartphone fue autoinformada, lo que impide verificar el cumplimiento total. Además, se desconocen los efectos a largo plazo de estos cambios neuronales.

Los investigadores sugieren que en futuras investigaciones se podría explorar cómo la reducción prolongada del uso del móvil influye en el comportamiento y la actividad cerebral, así como por qué algunas personas son más propensas al uso excesivo de este artilugio.

Finalmente, los autores enfatizan que su objetivo no es demonizar los smartphones, sino comprender su impacto en el cerebro. «La tecnología ofrece muchos beneficios, pero es importante reconocer cómo nuestros hábitos digitales moldean la actividad neuronal y el bienestar general —apunta Wolf. Y concluye—: Encontrar un equilibrio y usar los dispositivos digitales de manera consciente podría ser clave para fomentar una relación más saludable con la tecnología». ▪️

  • Fuente: Mike M. Schmitgen, Gudrun M. Henemann, Julian Koenig, Marie-Luise Otte, Jakob P. Rosero, Patrick Bach, Sophie H. Haage, Nadine D. Wolf, Robert C. Wolf. Effects of smartphone restriction on cue-related neural activity. Computers in Human Behavior (2025). DOI: https://doi.org/10.1016/j.chb.2025.108610.

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