Los ratones prestan «primeros auxilios» a sus compañeros heridos
Un nuevo estudio deja boquiabiertos a los científicos al revelar que los ratones pueden actuar como pequeños socorristas, ayudando a sus compañeros inconscientes con sorprendentes técnicas de rescate y reanimación.
Por Enrique Coperías
Una nueva investigación afirma que los ratones se interesan y asisten a los ratones que se han quedado inconscientes, siembre que se trate de «un colega o conocido». Imagen generada con Bing
Los seres humanos podrían no ser los únicos en acudir en ayuda de sus semejantes cuando están heridos. Los ratones también hacen este ejercicio de empatía, solidaridad y conexión social, según un reciente estudio de investigación dirigido por científicos de la Facultad de Medicina Keck de la Universidad del Sur de California (USC).
Durante años, los científicos han tratado de comprender por qué los mamíferos sociales muestran conductas de ayuda hacia miembros heridos de su especie. En la naturaleza no faltan ejemplos de este comportamiento de auxilio hacia miembros heridos del grupo.
Sin ir más lejos, los elefantes apoyan a sus compañeros enfermos con la trompa y cuidan a crías huérfanas. Los delfines ayudan a individuos heridos manteniéndolos a flote y primates, como los chimpancés y los bonobos, limpian heridas y protegen a sus compañeros. Por su parte, los lobos cuidan y alimentan a miembros heridos o ancianos; y los murciélagos vampiro comparten sangre con compañeros debilitados.
Tirar de la lengua del ratón inconsciente
«Hay numerosos factores que influyen en el comportamiento empático y en la formación de lazos sociales en los mamíferos" —explica Li Zhang, investigador principal del estudio y profesor de Fisiología y Neurociencia en la Facultad de Medicina Keck. Y añade—: Pero este estudio es la primera vez que observamos un comportamiento en ratones similar al de los socorristas».
El trabajo, publicado en la prestigiosa revista Science, demuestra que los ratones tienden a asistir a otros ratones inconscientes con los que tienen un vínculo previo. Su reacción varía desde simples olfateos y aseo hasta acciones más enérgicas, como morder la boca o la lengua, antes de escalar a un comportamiento más drástico: tirar de la lengua del ratón inconsciente.
«El comportamiento fue especialmente sorprendente por su similitud con la manera en que los seres humanos responden ante una emergencia —señala Wenjian Sun, primer autor del estudio e investigador en el Instituto Neurogenético Zilkha de la Facultad de Medicina Keck. Y contunúa—: Nunca antes había observado este tipo de comportamiento en ratones».
Ratones cocorristas
Curiosamente, los científicos descubrieron este comportamiento de manera accidental. Sun fue testigo del acto de auxilio entre ratones emparejados en un estudio no relacionado. En los seres humanos, una respuesta ante una persona inconsciente implica evaluar la situación, comprobar la capacidad de respuesta, pedir ayuda y, en casos extremos, realizar maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP).
El comportamiento observado en ratones parece reflejar algunas de estas acciones.
La rapidez con la que los ratones socorristas se dirigen a la boca y la lengua de sus compañeros inconscientes parece mejorar la vía respiratoria de estos y facilitar una recuperación más acelerada, señala en un comunicado de la USC Huizhong Tao, coautor del estudio y profesor de Fisiología y Neurociencia en la Facultad de Medicina Keck.
Tao aclara que los científicos descartaron que el acto de tirar de la lengua fuera una conducta agresiva. En el estudio, las interacciones sociales de este tipo fueron significativamente más comunes entre ratones que ya se conocían y prácticamente inexistentes cuando uno de los roedores simplemente dormía o estaba en reposo.
El papel de la «hormona del amor»
Además, tras recuperar la conciencia, los ratones afectados podían utilizar su lengua con total normalidad.
Zhang y sus colegas empleóaron tecnología avanzada de imágenes neuronales y optogenética para analizar los mecanismos cerebrales que hay detrás de estas conductas prosociales. Zhang destaca que uno de los hallazgos más interesantes fue la activación de la oxitocina, una hormona —y neuropéptido— liberada por el hipotálamo y conocida por su papel en la formación de vínculos sociales.
A menudo llamada la hormona del amor, la oxitocina está vinculada con sentimientos de confianza, apego y afecto. Zhang resalta que este es el primer estudio que sugiere que la oxitocina podría desempeñar un papel clave en la respuesta social de los ratones ante una emergencia.
Los ratones muestran un comportamiento estereotipado ante un compañero inconsciente, similar a las respuestas de emergencia humanas. Sus acciones van desde olfatear y acicalar hasta estímulos más intensos, como morder la boca y tirar de la lengua para intentar reanimarlo, lo que facilita su recuperación. Cortesía: Wenjian Sun et al.
«Nuestros hallazgos no solo amplían la comprensión del comportamiento animal, sino que también subrayan la importancia del sistema de oxitocina en los vínculos sociales, lo que podría aplicarse a otras especies de vertebrados», advierte Zhang.
El equipo de investigación planea realizar en el futuro estudios más amplios para explorar si los ratones exhiben respuestas aún más complejas ante compañeros en peligro. Tao cree que este descubrimiento abre nuevas líneas de investigación sobre los fundamentos biológicos de los comportamientos prosociales, incluida la empatía.
Estos hallazgos sugieren que la tendencia a prestar ayuda en situaciones críticas podría haber evolucionado en muchas especies sociales, incluidos los seres humanos, como una estrategia para mejorar la supervivencia y fortalecer los lazos dentro de un grupo. ▪️
Información facilitada por la Universidad del Sur de Carolina
Fuente: Wenjian Sun et al. Reviving-like prosocial behavior in response to unconscious or dead conspecifics in rodents. Science (2025). DOI: 10.1126/science.adq2677