Las redes sociales podrían estar atrapándonos en un ciclo de soledad, advierte un nuevo estudio

¿Crees que estar todo el día en redes te conecta más con los demás? Aunque parezca que estamos más conectados que nunca, los datos cuentan otra historia: más redes = más soledad.

Por Enrique Coperías

Tanto el uso pasivo como el activo de las redes sociales se relacionan con un aumento progresivo en los niveles de soledad con el paso del tiempo.

Después de nueve años de seguimiento a casi 7.000 adultos en los Países Bajos, los investigadores han llegado a una conclusión contundente: tanto el uso pasivo como el activo de las redes sociales se relacionan con un aumento progresivo en los niveles de soledad con el paso del tiempo. Foto: Nubelson Fernandes

En la era de la hiperconexión digital, millones de personas pasamos horas cada día en TikTok, Instagram, X y otras redes sociales. Ya sea compartiendo fotos, dejando comentarios o simplemente deslizando publicaciones, estas plataformas parecen haberse convertido en una parte inseparable de nuestras vidas. Pero ¿realmente nos acercan a los demás o están contribuyendo a una creciente sensación de soledad?

Un ambicioso estudio publicado en la revista Personality and Social Psychology Bulletin, liderado por investigadores de la Universidad de Baylor (Estados Unidos), nos ofrece algunas respuestas inquietantes.

Tras analizar durante nueve años a casi 7.000 adultos holandeses, los científicos han llegado a una conclusión clara: tanto el uso pasivo como el uso activo de redes sociales se asocia con un aumento en los niveles de soledad a lo largo del tiempo.

La epidemia de soledad

Las redes sociales se vendieron al mundo como herramientas para conectar personas, fortalecer amistades y reducir distancias. Sin embargo, en paralelo al crecimiento imparable de estas plataformas, también han aumentado las cifras de personas que se sienten solas.

Informes como el de la Oficina del Cirujano General (OSG) de Estados Unidos ya hablan de una auténtica epidemia de soledad, con consecuencias devastadoras para la salud física y salud mental. De hecho, la soledad sostenida puede tener un impacto comparable al de fumar quince cigarrillos al día o mantener una dieta deficiente, según la OMS, que en un informa de 2023 califica la soledad como una «amenaza urgente para la salud pública global».

No se trata solo de un fenómeno estadounidense: la soledad ha crecido en todo el mundo. Según una encuesta global de Gallup y Meta (2023) realizada en 142 países, una de cada cuatro personas (24%) declaró sentirse «muy» o «bastante» sola.

Usos activo y pasivo de las redes

La creciente epidemia de aislamiento y soledad, tanto en Estados Unidos como a nivel global, y sus profundas consecuencias para la salud y el bienestar han convertido a este fenómeno en una prioridad urgente para la comunidad científica, según James A. Roberts, profesor de Marketing en la Escuela de Negocios Hankamer de la Universidad de Baylor y líder del equipo que ha llevado a cabo la investigación.

Roberts y su equipo analizaron datos recogidos en el Longitudinal Internet Studies for the Social Sciences (LISS), una encuesta anual que se lleva en hogares representativos de Países Bajos. En concreto, enfocaron la investigación en el periodo que va del año 2014 al año 2022, y diferenciaron entre dos tipos de uso de redes sociales.

Uno de ellos es el uso pasivo de redes sociales, esto es, navegar por contenido sin interactuar, como mirar publicaciones o vídeos sin comentar ni dar un Me gusta. El otro tipo hace referencia al uso activo de redes sociales, como publicar mensajes, fotos o vídeos, además de interactuar con otros usuarios mediante comentarios y reacciones.

Cada participante indicó cuántas horas por semana dedicaba a cada tipo de actividad, y se les pidió que evaluaran su nivel de soledad mediante un cuestionario validado.

Los resultados: un círculo vicioso de soledad

Los análisis estadísticos revelaron algo que quizás muchos sospechaban, pero ahora se confirma con datos sólidos:

✅ El uso pasivo de redes sociales predice un aumento progresivo en la soledad. Cuanto más tiempo se pasa observando contenido sin participar, más solas se sienten las personas con los años.

✅ El uso activo también se relaciona con mayor soledad a lo largo del tiempo. Aunque interactuar parece más social, este tipo de conexión no alcanza la profundidad emocional de una relación cara a cara.

✅ Existe una relación bidireccional: sentirse solo lleva a usar más redes sociales, pero ese uso intensifica la sensación de aislamiento social.

En palabras del propio Roberts, «nuestros resultados confirman que, sin importar cómo se usen, las redes sociales son un pobre sustituto de la interacción cara a cara». Y añade—: Esto sugiere una crisis pública inminente, ya que las generaciones más jóvenes pasan más tiempo y están muy apegadas, si no adictas, a las redes sociales».

¿Por qué las redes aumentan la soledad?

Las redes sociales pueden contribuir al aumento del aislamiento social y la soledad por diversas razones que van más allá del simple uso prolongado.

Uno de los factores más relevantes es la constante exposición a las versiones idealizadas de la vida de los demás. Al ver solo los momentos felices, exitosos o atractivos que otros comparten, muchas personas tienden a hacer comparaciones sociales negativas, lo que despierta sentimientos de exclusión, insuficiencia o aislamiento emocional.

A esto se suma la falsa ilusión de conexión que ofrecen las plataformas: aunque los likes y comentarios generan cierta interacción, no alcanzan la profundidad emocional del contacto humano real. Además, el tiempo dedicado a las redes suele provocar un desplazamiento del tiempo social real. Cada minuto frente a una pantalla es, en muchos casos, un minuto menos de vínculo auténtico con familiares, amigos o conocidos, advierte Roberts.

Un terreno fértil para que germine la soledad

Por último, muchas personas acuden a las redes con la esperanza de sentirse más acompañadas o recibir apoyo emocional, pero cuando las respuestas no cumplen sus expectativas, aparece la frustración, lo que a su vez puede intensificar la sensación de vacío y desconexión.

Todo esto configura un terreno fértil para que la soledad digital crezca, incluso en medio de una aparente hiperconexión social.

El estudio publicado en Personality and Social Psychology Bulletin pone sobre la mesa una realidad preocupante: las redes sociales pueden intensificar la soledad, incluso cuando creemos que nos conectan socialmente. «Irónicamente, las redes sociales no cumplen su promesa fundamental de acercarnos a los demás», recalca Roberts.

El impacto es aún más grave entre los jóvenes, que han crecido usando redes como su principal medio de comunicación. Roberts advierte que esta dependencia tecnológica podría estar generando una «crisis pública en desarrollo». Y no hay que olvidar que la mayoría de las redes sociales se consumen en completo aislamiento.

Un estudio del Common Sense Media de 2023 mostró que los adolescentes de trece a dieciocho años dedican cerca de cinco horas diarias a redes sociales, y muchos admiten revisar el móvil incluso de madrugada. Aún así, tantas horas de conexión pueden conducirles al aislamiento. Foto: Bianca Castillo

¿Y ahora qué?

Aunque los resultados del estudio son contundentes y evidencian el vínculo entre redes sociales y soledad, también abren la puerta a posibles soluciones. Una de ellas es la necesidad de profundizar en la investigación sobre qué tipo de contenido en redes sociales resulta más perjudicial o beneficioso para el bienestar emocional, ya que no todas las interacciones digitales tienen el mismo impacto.

Asimismo, los investigadores plantean el desafío de diseñar plataformas digitales más humanas, que promuevan conexiones auténticas en lugar de interacciones superficiales.

Otra medida clave es fomentar hábitos digitales conscientes y saludables, que ayuden a las personas a encontrar un equilibrio entre el mundo online y la vida real. Por último, resulta fundamental educar a las generaciones más jóvenes sobre el valor insustituible del contacto humano cara a cara, enseñándoles a cultivar vínculos profundos más allá de las pantallas.

Una llamada de atención

No cabe duda de que este estudio es una llamada de atención: las redes sociales, lejos de reducir la soledad, pueden aumentarla. Nos enfrentamos a un fenómeno global que afecta a millones de personas de todas la edades y pone en riesgo nuestra salud emocional, nuestras relaciones personales y el tejido social.

No se trata de desconectarnos por completo, sino de replantear nuestra relación con la tecnología. Porque estar conectados no es lo mismo que estar juntos. ▪️

  • Fuente: Roberts, J. A., Young, P. D., & David, M. E. The Epidemic of Loneliness: A 9-Year Longitudinal Study of the Impact of Passive and Active Social Media Use on Loneliness. Personality and Social Psychology Bulletin (2025). DOI: https://doi.org/10.1177/01461672241295870

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