Adiós a los químicos: desarrollan un detergente «ecofriendly» con fibras de madera y proteína de maíz
¿Y si pudieras limpiar tu ropa y tu vajilla sin contaminar el planeta? Un nuevo detergente vegetal lo hace posible con solo madera y maíz.
Por Enrique Coperías
Un nuevo detergente hecho con nanofibras de celulosa de madera y zeína, una proteína vegetal que se extrae del maíz, no contamina ni deja restos que afecten al medioambiente. Foto: Frank Habel
¿Te has preguntado alguna vez qué hay realmente en los productos de limpieza que usas todos los días? Desde el jabón para los platos hasta el detergente de la ropa, muchos contienen sustancias difíciles de degradar que acaban contaminando ríos, mares y afectando a la vida acuática.
Pero ¿y si existiera un detergente natural, sin químicos agresivos, que limpiara igual de bien —o incluso mejor— que los comerciales? Pues ahora existe, y viene directo del laboratorio de un equipo de científicos chinos.
Un grupo de investigadores liderado por Pengtao Liu, del Laboratorio Estatal Clave de Tecnología de Fabricación de Fibras de Base Biológica, en la Universidad de Ciencia y Tecnología de Tianjin, ha desarrollado un detergente completamente ecológico a partir de dos ingredientes naturales y abundantes: nanofibras de celulosa de madera y zeína, una proteína vegetal que se extrae del maíz.
Celulosa y zeína: una combinación inteligente
La mezcla de estos dos componentes da como resultado una fórmula que elimina grasa y manchas con una eficacia sorprendente, pero sin dejar residuos ni causar daños a tejidos o superficies.
La innovación se basa en lo que se conoce como emulsiones Pickering, que son mezclas de aceite y agua estabilizadas no por productos químicos sintéticos, sino por partículas sólidas naturales.
En este caso, el complejo celulosa-zeína se sitúa justo en la interfaz entre agua y grasa, formando de esta manera una barrera que impide que las manchas se vuelvan a depositar.
¿Cómo funciona este detergente natural?
Cada componente tiene una función clave. La celulosa, que se obtiene a partir de madera, es una fibra vegetal capaz de interactuar tanto con el agua como con las grasas, lo que le permite atrapar distintos tipos de suciedad.
La zeína, por su parte, es hidrofóbica, o sea, que repele el agua, y estabiliza la mezcla, y ayuda a que las grasas queden atrapadas y se eliminen fácilmente durante el lavado.
Además, el proceso de fabricación de este detergente no necesita productos químicos peligrosos: todo se logra a través de interacciones físicas —principalmente cargas eléctricas opuestas— entre las fibras y la proteína. Es decir, sin tóxicos, sin residuos dañinos y con un bajo impacto ambiental.
¿Cómo limpia de bien?
Los investigadores pusieron a prueba su creación en dos frentes: ropa manchada y platos sucios. Utilizaron tinta, salsa de tomate y aceite de chile como agentes de prueba. En los experimentos compararon el nuevo detergente natural con limpiadores comerciales, como el polvo de lavado y jabón líquido para platos.
Los resultados fueron espectaculares: a igual concentración (1%), el detergente ecológico fue casi tan eficaz como los productos comerciales; y a una mayor concentración (5%) superó claramente a los limpiadores tradicionales, dejando menos manchas y más blancura en la ropa.
Además, en superficies duras, como vidrio, cerámica, acero inoxidable y plástico, se obtuvieron resultados similares. Por ejemplo, en platos de acero inoxidable manchados con aceite de chile, el detergente natural al 5% logró eliminar un 92% del residuo, frente al 87% logrado por el lavavajillas comercial.
Un aspecto crucial fue la verificación de seguridad del producto. Usando microscopía electrónica, los investigadores chinos comprobaron que el detergente no dejaba residuos visibles en la ropa tras el lavado, incluso a altas concentraciones. Tampoco alteraba la estructura de las fibras, lo que sugiere que su uso frecuente no daña la ropa. Eso significa que es seguro tanto para esta como para quien la usa.
¿Por qué es tan importante este avance?
Más allá de su eficacia, este detergente tiene un enorme potencial para revolucionar el mercado por varias razones. Estas on las principales, según Liu:
✅ Está hecho a partir de materiales renovables y biodegradables.
✅ No contamina ni deja restos que afecten al medioambiente.
✅ Es seguro para la piel y los tejidos delicados.
✅ Su producción es económica y escalable, lo que lo hace viable comercialmente.
✅ Podría reducir drásticamente el uso de surfactantes sintéticos y fosfatos en productos de limpieza.
Además, como la celulosa y la zeína son muy abundantes —la primera en residuos vegetales y la segunda en subproductos del maíz—, su impacto económico y ecológico es mínimo.
Un paso más hacia un hogar sostenible
Este avance es un claro ejemplo de cómo la ciencia puede ofrecernos soluciones prácticas para un mundo más limpio, sin renunciar a la eficacia. Un detergente que funciona, no daña y además cuida el planeta es justo lo que necesitamos en tiempos donde la sostenibilidad ya no es una opción, sino una urgencia.
Así que la próxima vez que pongas una lavadora o friegues los platos, piensa en todas las posibilidades que la innovación ecológica está abriendo. Tal vez muy pronto podrás hacerlo sabiendo que, con cada gota, estás cuidando no solo tu ropa o tu vajilla… sino también los ríos, los mares y todo el ecosistema que depende de ellos. ▪️
Información facilitada por la Sociedad Estadounidense de Química
Fuente: Wenli Liu, Wenxue Wang, Yanru Cui, Jiayu Liu and Pengtao Liu. Physical Cross-Linking of Cellulose Nanofibrils with Zein Particles as an Eco-Friendly Detergent. Langmuir (2025). DOI: 10.1021/acs.langmuir.4c04398