El optimismo puede fomentar los hábitos saludables

Un nuevo estudio revela cómo nuestra mentalidad influyó en la resiliencia, la salud y el manejo del estrés en uno de los periodos más desafiantes de la historia reciente. Hablamos de la covid-19.

Por Enrique Coperías

Un nuevo estudio afirma que el optimismo favorece la resiliencia y el bienestar ante factores estresantes, mientras que el bajo pesimismo se asocia con conductas de salud más seguras.

Un nuevo estudio afirma que el optimismo favorece la resiliencia y el bienestar ante factores estresantes, mientras que el bajo pesimismo se asocia con conductas de salud más seguras. Cortesía: Dayne Topkin

¿Ves el vaso medio lleno o medio vacío? Si rebobinas hasta el inicio de la pandemia de la covid-19, es probable que hubieras experimentado cierto nivel de pesimismo. Nadie con dos dedos de frente se atrevería a culparte por sentirte así. Con el aislamiento social, las preocupaciones sanitarias y la incertidumbre económica, el miedo y la ansiedad se convirtieron en una realidad cotidiana para muchos de nosotros.

Ahora, un equipo de investigadores de la Universidad de Siracusa y de la Universidad Estatal de Míchigan, en Estados Unidos, ha estudiado las características personales que ayudan a que las personas manejen de forma eficiente factores de estrés prolongados, como ocurre en una pandemia.

Dirigido por Jeewon Oh, profesora de Psicología en la Facultad de Artes y Ciencias de la Universidad de Siracusa, el grupo de investigadores ha profundizado en las raíces psicológicas del optimismo y el pesimismo y en cómo influyen esas mentalidades en el bienestar de la gente.

Acciones individuales para prevenir la covid-19

El equipo de Oh utilizó datos del Estudio de Salud y Jubilación, un trabajo de panel a gran escala que reúne una muestra representativa a nivel nacional de estadounidenses mayores de cincuenta años (Sonnega et al., 2014). En 2016, los participantes respondieron a preguntas y afirmaciones que evaluaban sus niveles de optimismo, como "En tiempos de incertidumbre, normalmente espero lo mejor" y pesimismo, como "Casi nunca espero que las cosas salgan como yo quiero".

Durante la pandemia de covid-19, entre marzo y mayo del 2020, los encuestados respondieron a preguntas sobre comportamientos relacionados con la salud que aumentaron o redujeron el riesgo de transmisión de la infección, como son la frecuencia del uso de mascarillas, los hábitos de viaje y la probabilidad de quedarse en casa.

El equipo utilizó estos datos para explorar cómo la mentalidad de las personas afectaba a su bienestar psicológico y físico durante tiempos difíciles. Entre sus hallazgos, encontraron que un mayor optimismo promueve la resiliencia y el bienestar cuando las personas se enfrenta a factores estresantes como la pandemia, mientras que un menor pesimismo se vincula con comportamientos de salud más seguros.

Incrementar el optimismo en tiempos de ansiedad, como los vividos durante la pandemia, puede lograrse emulando el comportamiento de las personas optimistas.

Incrementar el optimismo en tiempos de ansiedad, como los vividos durante la pandemia, puede lograrse emulando el comportamiento de las personas optimistas, según los autores del nuevo trabajo Cortesía: Maxime

El optimismo motiva a la acción

Los hallazgos de este estudio aparecen publicados en el Journal of Research in Personality.

En palabras de Oh, «la pandemia introdujo muchos cambios, y queríamos saber más sobre los rasgos de personalidad que pueden ayudar a las personas a afrontar factores de estrés duraderos e incontrolables como la pandemia— Y añade en un cuestionario publicado por la Universidad de Siracusa—: Examinamos el optimismo, porque motiva a la acción. Dado que los optimistas ven positivamente las situaciones estresantes, es más probable que aborden directamente el problema o intenten adaptarse cuando las cosas son incontrolables».

Para Oh, tanto el optimismo como el pesimismo muestran asociaciones independientes con el bienestar psicológico. En el estudio, las personas más optimistas y menos pesimistas tendieron a preocuparse menos, experimentaron menos estrés y soledad, y demostraron ser más resistentes.

«Estos beneficios se explican, en parte, porque estas personas realizaban más actividad física, percibían un mayor apoyo social y enfrentaban menos tensiones en sus relaciones», confiesa Oh.

Viajar o quedarse en casa meditando

Cuando los investigadores analizaron los comportamientos relacionados con la salud durante la pandemia, el pesimismo jugó un papel fundamental, mientras que el optimismo no tuvo un efecto tan determinante.

Las personas con una mentalidad menos pesimista, caracterizada por expectativas negativas más débiles, fueron menos propensas a realizar conductas de riesgo, como viajar, y prefirieron llevar a cabo actividades en casa, desde ver la televisión y trabajar en el jardín hasta meditar.

Oh señala que el optimismo y el pesimismo habituales no implican pensar que no se enfermarán o que tienen más probabilidades de enfermarse en comparación con otros. Más bien, se trata de reconocer la realidad y, aun así, confiar en que las cosas saldrán bien. Esta mentalidad positiva ayuda a resolver problemas y enfrentarse a los desafíos. Si una persona cree que las cosas nunca saldrán bien, es menos probable que intente superarlas.

La mentalidad positiva ayuda a las personas a resolver problemas y a afrontarlos, según Jeewon Oh, una de las autoras del estudio.

La mentalidad positiva ayuda a las personas a resolver problemas y a afrontarlos, según Jeewon Oh, una de las autoras del estudio. Cortesía: Syracuse University

Imitar a los optimistas

Incrementar el optimismo en tiempos de ansiedad, como los vividos durante la pandemia, puede lograrse emulando el comportamiento de las personas optimistas. Oh sugiere que, en lugar de intentar cambiar directamente la forma de pensar, es más efectivo adoptar acciones similares a las de los optimistas.

Ejemplos de ello incluyen reunirse virtualmente con amigos y familiares a través de plataformas como Zoom y realizar ejercicio en casa. Estos cambios conductuales desempeñaron un papel fundamental en el bienestar de las personas.

«Antes de la pandemia había pruebas de que a las personas optimistas les iba bien en muchas situaciones —afirma Oh. Y cincluye—: Aunque se necesita más investigación para entender por qué, nuestro estudio descubrió que a los optimistas les iba mejor incluso durante nuevas dificultades. Por tanto, desarrollar el optimismo y aprender a afrontarlo con flexibilidad puede ayudar a mantener y mejorar la salud mental en diversas situaciones». ▪️

  • Información facilitada por la Universidad de Sicacusa

  • Fuente: Jeewon Oh, Emily N. Tetreau, Mariah F. Purol, Eric S. Kim, William J. Chopik. Optimism and pessimism were prospectively associated with adaptation during the COVID-19 pandemic. Journal of Research in Personality (2024). DOI: https://doi.org/10.1016/j.jrp.2024.104541.

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