Llega el robot cirujano de alta precisión capaz de reparar la retina
Una innovadora tecnología robótica experimental hará posible realizar intervenciones casi imposibles en uno de los tejidos más delicados del cuerpo humano. El robot quirúrgico en ciernes ofrece unas precisión micrométrica para «corregir» enfermedades hereditarias de la retina.
Por Enrique Coperías
Un cirujano realiza una intervención quirúrgica simulada con el muevo robot. Este se dispone a intervenir en la retina de un ojo de cerdo sujeto a las gafas especiales que lleva enfundadas un voluntario; el objetivo es simular las condiciones reales de un intervención de este tipo en seres humanos. Cortesía: Moran Eye Center, University of Utah
Cuando incluso los cirujanos más experimentados intervienen en la retina, una de las partes más diminutas y delicadas del cuerpo humano ubicada en el fondo del ojo, el margen de error es mínimo. Estos profesionales deben lidiar no solo con la respiración, los movimientos oculares y los ronquidos de los pacientes, sino también con los temblores involuntarios de sus propias manos.
Todo esto sucede mientras trabajan sobre una capa de células que mide menos de un milímetro de grosor.
Conscientes de estos desafíos, un equipo de investigadores del Centro Oftalmológico John A. Moran de la Universidad de Utah y de la Facultad de Ingeniería John y Marcia Price, en Estados Unidos, ha desarrollado un innovador dispositivo de cirugía robótica. Este avance tiene como objetivo dotar a los cirujanos de unas manos sobrehumanas capaces de realizar intervenciones con una precisión sin precedentes.
Tecnología de precisión micrométrica
El nuevo robot destaca de sus rivales por su asombrosa precisión, ya que es capaz de ejecutar movimientos de hasta un micrómetro, es decir, desplazamientos más pequeños que la longitud de una célula humana.
El ingenio se acopla directamente a la cabeza del paciente mediante un casco, lo que le permite compensar los movimientos sutiles —y no tanto— de la cabeza del paciente. Desde la perspectiva del robot, el ojo permanece prácticamente inmóvil, lo que facilita una intervención más precisa.
Además, el dispositivo escala los movimientos del cirujano mediante una interfaz háptica, un controlador robótico manual que reduce el rango de movimiento a la diminuta zona quirúrgica del globo ocular. Esta tecnología no solo compensa los temblores de la mano del cirujano, sino que también mejora la exactitud de los procedimientos.
Hacia el futuro de la terapia génica
Aunque aún se encuentra en fase de pruebas, este dispositivo robótico de precesión promete transformar la cirugía ocular, ya que mejorará los resultados para los pacientes y respaldará procedimientos de vanguardia, como la administración de terapias génicas para enfermedades hereditarias de la retina. Es el caso de la retinosis pigmentaria, que provoca la degeneración progresiva de las células sensibles a la luz; la distrofia macular de Stargardt, que afecta la visión central; y la amaurosis congénita de Leber, que causa ceguera en la infancia.
Los investigadores pusieron a prueba el robot con ojos de cerdo enucleados —extraídos completamente del animal y separados de los tejidos circundantes, como los músculos y nervios ópticos— y publicaron sus hallazgos en la revista Science Robotics. El estudio fue liderado por Jake Abbott, profesor del Departamento de Ingeniería Mecánica de la Universidad de Utah, y Paul S. Bernstein, especialista en retina del Moran Eye Center.
Bastones y conos
La retina alberga los bastones y los conos sensibles a la luz, las células fotorreceptoras de la retina del ojo fundamentales para la visión. Los primeros son los responsables de la llamada visión nocturna; los segundos, se encargan de la visión en condiciones de buena iluminación (visión diurna o fotópica) y permiten distinguir los colores.
Diversos trastornos hereditarios pueden alterar la formación de estas células fotorreceptoras y provoca deficiencias visuales de distinta gravedad, incluida la ceguera. Sin embargo, nuevas técnicas de terapia génica podrían revertir estas afecciones.
«Los tratamientos para los trastornos de la visión están avanzando rápidamente —afirma Abbott—. Necesitamos proporcionar a los cirujanos herramientas que les permitan estar a la altura de estos avances».
Un ejemplo de la complejidad de estas intervenciones es la primera terapia génica aprobada por la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos, la FDA, para una enfermedad hereditaria de la retina, en concreto, para la distrofia retiniana asociada a mutaciones en el gen RPE65. Este tratamiento requiere una inyección precisa en el espacio entre la retina y el epitelio pigmentario de la retina, dos capas celulares de menos de un milímetro de grosor.
Un ojo de cerdo sobre un ojo humano
La exactitud extrema del robot cirujano hace posible llevar a cabo estas inoculaciones con el añadido de minimizar los riesgos asociados a los temblores de la mano del cirujano y al movimiento ocular del paciente.
Dado que el dispositivo aún no está autorizado para su uso en seres humanos, las pruebas se realizaron con un voluntario que se enfundó unas gafas especiales que permitieron montar el ojo del cerdo a la altura de su propio ojo. Este experimento permitió a los investigadores evaluar la capacidad del robot para compensar los movimientos de la cabeza y corregir los temblores de la mano sin poner en riesgo el ojo del voluntario.
Los resultados fueron alentadores: los cirujanos lograron tasas de éxito significativamente más altas cuando llevaban a cabo las inyecciones subretinianas con el dispositivo robótico, y evitaban también menos complicaciones oftalmológicas.
Jake Abbott lidera el equipo de Utah que ha desarrollado el robot cirujano de alta precisión. Cortesía: Moran Eye Center, University of Utah
Hacia una nueva era en la cirugía ocular
Según Eileen Hwang, coautora del estudio y cirujana de retina del Moran Eye Center, este robot tiene el potencial de revolucionar la atención al paciente. «La característica única de este robot, que se monta en la cabeza, podría permitir que los pacientes reciban inyecciones subretinianas bajo sedación intravenosa en lugar de anestesia general», explica Hwang en un comunicado de la Universidad de Utah.
En palabras de Hwang, «la sedación intravenosa es más segura para algunos pacientes y permite una recuperación más rápida. Además, los robots pueden garantizar una administración más precisa de la medicación de terapia génica, lo que se traduce en tratamientos más reproducibles y seguros».
El éxito de este proyecto es el resultado de colaboraciones interdisciplinarias dentro de la Universidad de Utah. «Dichas colaboraciones son excepcionales —afirma Bernstein—. Cuando tengo ideas, los ingenieros, los químicos y los físicos están a solo unas manzanas de distancia».
Gracias a esta sinergia, el robot quirúrgico de precisión está cada vez más cerca de dar el salto del laboratorio al quirófano, y promete un futuro más esperanzador para los pacientes con enfermedades hereditarias de la retina. ▪️
Información facilitada por la Universidad de Utah
Fuente: Nicholas R. Posselli et al. Head-mounted surgical robots are an enabling technology for subretinal injections. Science Robotics (2025). DOI: 10.1126/scirobotics.adp7700