Un estudio vincula las dietas ricas en sal con la depresión

Una alimentación alta en sal no solo afecta a tu corazón: también podría estar relacionada con la depresión. Un nuevo estudio revela cómo este condimento común altera el sistema inmunológico y el estado de ánimo.

Por Enrique Coperías

Un nuevo estudio publicado en The Journal of Immunology asegura que una dieta alta en sal induce síntomas similares a la depresión en ratones, al estimular la producción de una proteína llamada IL-17A. Esta proteína inflamatoria ya había sido identificada en estudios clínicos en humanos como un factor que contribuye a la aparición de la depresión.

«Este trabajo respalda las intervenciones dietéticas, como la reducción de sal, como una medida preventiva contra las enfermedades mentales —dice la doctora Xiaojun Chen, investigadora de la Universidad Médica de Nanjing y líder del estudio. Y añade—: También abre el camino para nuevas estrategias terapéuticas dirigidas a la IL-17A para tratar la depresión».

«También esperamos que estos hallazgos fomenten discusiones médicas sobre las pautas del consumo de sal», comenta la doctora Chen.

280 millones de personas deprimidas

Los investigadores también identificaron un tipo de célula inmunitaria, llamada célula T gamma-delta (células T γδ), como una fuente importante de IL-17A en los ratones alimentados con una dieta alta en sodio. Estas células represen aproximadamente el 40 % de las células productoras de IL-17A.

La doctora Chen y su equipo compobaron que la eliminación de las células T γδ alivió significativamente los síntomas depresivos inducidos por la sal, lo que sugiere otro posible tratamiento para la depresión, un trastorno que afecta a más de 280 millones de personas en el mundo, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Aproximadamente el 10,5 % de la población española ha sido diagnosticada con depresión en algún momento de su vida, según la Encuesta Nacional de Salud de 2023.

El consumo elevado de sal es muy común en la dieta occidental, con menús rápidos que a menudo contienen cien veces más sal que una comida casera.

Más del 70% del sodio ingerido proviene de alimentos procesados y comidas de restaurante, mientras que alrededor del 11% se añade en casa durante la preparación de la comida o en la mesa.

Más del 70% del sodio que ingerimos proviene de alimentos procesados y comidas de restaurante, mientras que alrededor del 11% se añade en casa durante la preparación de la comida o en la mesa. Foto: Emmy Smith

Una bomba para el organismo

El exceso de sal en la dieta diaria ya es una preocupación importante de salud pública, ya que se ha relacionado con enfermedades cardiovasculares, autoinmunes y neurodivergentes —condiciones que afectan el funcionamiento cerebral y el comportamiento de las personas—. La Asociación Estadounidense del Corazón vincula el abuso de la sal en las comidas con serios problemas de salud, como el engrosamiento del músculo cardíaco, dolores de cabeza, osteoporosis, ictus, insuficiencia cardíaca, cálculos renales y cáncer de estómago.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda un consumo diario de menos de 5 gramos de sal (aproximadamente 2.000 mg de sodio). Sin embargo, el consumo promedio mundial es significativamente mayor, con una media de 12 gramos diarios, más del doble de la cantidad recomendada por los médicos.

Más del 70% del sodio que ingerimos proviene de alimentos procesados y comidas de restaurante, mientras que alrededor del 11% se añade en casa durante la preparación de la comida o en la mesa, con la asistencia del salero. ​

Ratones deprimidos por la sal

Aunque durante mucho tiempo se ha asociado la dieta alta en sal con la aparición y desarrollo de la depresión, su papel en la causa directa de la misma no estaba claro.

En este estudio, se alimentó a los ratones con una dieta normal o una dieta salada durante cinco semanas, un periodo comúnmente utilizado para estudiar el consumo excesivo de sal. Tras cinco semanas, los ratones alimentados con comida salada mostraron menos interés por explorar y mayor inactividad, lo que sugiere síntomas de depresión en ratones.

Dado el papel de IL-17A en el desarrollo de la depresión, el equipo también examinó si la comida salada inducía la producción de IL-17A.

Menos sodio, mejor ánimo

El resultado fue muy clarificador: la dieta alta en sal disparó los niveles de IL-17A en el bazo, la sangre y el cerebro, y desató en los roedores comportamientos similares a la ansiedad y depresión. Sin embargo, cuando se alimentó con una dieta salada a ratones que no producían IL-17A, no se observaron síntomas depresivos. Esto confirma el rol de este condimento en el desarrollo de la depresión.

Estos hallazgos respaldan la evidencia epidemiológica de que una dieta alta en sal se correlaciona fuertemente con una depresión más grave, así como estudios en humanos que demuestran que un bajo consumo de sodio se asocia estrechamente con un mejor estado de ánimo.

Los investigadores esperan que estos hallazgos fomenten más estudios sobre los mecanismos inmunológicos de la depresión y abran la puerta a nuevas terapias dirigidas a IL-17A o a las células T γδ. La doctora Chen y su equipo planean validar estos hallazgos en estudios en humanos y también investigar los mecanismos por los cuales la comida muy salada activa las células γδT17, lo que lleva al aumento de la proteína IL-17A. ▪️

  • Información facilitada por la Asociación Estadounidense de Inmunólogos

  • Fuente: Di Lu, Wenjie Chen, Wenhui Sun, Chuan Wei, Xuan Xie, Na Li, Haiyan Yan, Ying Chen, Yue Wu, Zhigang Lei, Lei Xu, Jifeng Zhu, Yalin Li, Chuan Su, Wei Li, Sha Zhou, Xiaojun Chen. High-salt diet drives depression-like behavior in mice by inducing IL-17A production. The Journal of Immunology (2025). DOI: https://doi.org/10.1093/jimmun/vkaf019

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