¿Quieres sentirte menos estresado? Prueba la dieta mediterránea
Un nuevo estudio ha comparado el impacto de las dietas mediterránea y occidental en el grado de estrés que una persona experimenta en su vida cotidiana. Y el resultado es asombroso.
Por la Universidad de Binghamton
Seguir la dieta mediterránea frente a la dieta occidental tradicional podría hacerte sentir menos estresado, según una nueva investigación realizada por un equipo de investigadores de la Universidad de Binghamton y de la Universidad Estatal de Nueva York, en Estados Unidos.
Las dietas occidentales o Western diets definen un tipo de hábito alimenticio cada vez más extendido en países desarrollados como Estados Unidos, Canadá, Australia y algunos países europeos. Este tipo de dieta se caracteriza por ciertos aspectos que se pueden resumir en los siguientes:
Altas en grasas saturadas y trans. Incluyen una gran cantidad de grasas saturadas y grasas trans, presentes en alimentos fritos, bollería industrial, carnes procesadas y productos lácteos enteros.
Bajas en frutas y verduras. A menudo, carecen de una cantidad adecuada de frutas y verduras frescas, lo que se traduce en una ingesta insuficiente de fibra dietética, vitaminas y minerales.
Alto consumo de carne roja y procesad. Las dietas occidentales suelen incluir grandes cantidades de carne roja y carne procesada, las cuales pueden estar relacionadas con riesgos para la salud como son las enfermedades cardiovasculares y el cáncer colorrectal.
Consumo elevado de azúcares añadido. Las bebidas azucaradas, postres, golosinas y productos procesados suelen contener grandes cantidades de azúcares añadidos, lo que contribuye al aumento de calorías vacías en la dieta.
Bajo consumo de granos enteros. A menudo se consume una cantidad insuficiente de granos enteros, lo que disminuye la ingesta de fibra dietética y nutrientes importantes como el magnesio y el hierro.
Por el contrario, las dietas más saludables suelen incluir una variedad de alimentos frescos y minimizar el consumo de alimentos procesados y altamente refinados. Es el caso de la dieta mediterránea, rica en frutas y verduras, granos enteros, aceite de oliva y pescado azul.
Pues bien, los resultados del nuevo estudio sugieren que las personas pueden reducir su percepción de cuánto estrés pueden tolerar siguiendo una dieta mediterránea, según Lina Begdache, profesora asociada de estudios sobre salud y bienestar.
Nueve de cada diez personas han sentido estrés en el último año y un 40% de la población lo sufre de forma continua
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define el estrés como “un estado de preocupación o tensión mental generado por una situación difícil. Todas las personas tenemos un cierto grado de estrés, ya que se trata de una respuesta natural a las amenazas y a otros estímulos. Es la forma en que reaccionamos el estrés lo que marca el modo en que afecta a nuestro bienestar”.
Según esta especificación, vivimos en una sociedad estresada. De hecho, el estrés ha sido clasificado por la OMS como "la epidemia del siglo XXI": nueve de cada diez personas han sentido estrés en el último año y un 40% de la población lo sufre de forma continua.
"Se reconoce que el estrés es un precursor de la angustia mental, y la investigación, incluida la nuestra, ha demostrado que la dieta mediterránea disminuye la angustia mental —dice Begdache, una de las autoras del estudio que trabaja en el Departmento de Salud y Bienestar de la Universidad de Binghamton. Y añade. "Así, un elemento del rompecabezas puede explicarse por el hecho de que la dieta mediterránea puede estar asociada con una disminución de los componentes negativos del estrés percibido y una mejora de sus atributos positivos".
Recordemos que el estrés percibido se refiere a la forma en que una persona aprecia y evalúa el estrés en su vida. Es una medida subjetiva de cómo se siente alguien respecto a las demandas y presiones que enfrenta, y cómo estas afectan a su bienestar. Es decir, no se trata solo de la cantidad real de estrés o de las demandas externas, sino de cómo la persona las interpreta y experimenta.
¿Qué tiene que ver la dieta con el grado de estrés que una persona experimenta en su vida cotidiana?
Así, el estrés percibido puede no correlacionarse directamente con la cantidad objetiva de estrés o con los eventos externos; dos personas pueden experimentar diferentes niveles de estrés percibido a partir de situaciones similares. Por otro lado, el estrés percibido puede tener un impacto significativo en la salud física y mental, ya que puede afectar al bienestar general, la calidad del sueño, la presión arterial, y la susceptibilidad a enfermedades.
Pero ¿qué tiene que ver la dieta con el grado de estrés que una persona experimenta en su vida cotidiana? La dieta mediterránea está basada en vegetales con grasas saludables e incluye sobre todo alimentos sanos y un amplio espectro de colores naturales. Esta dieta contrasta fuertemente con la típica occidental, conocida por su alta concentración de alimentos procesados de alto índice glucémico y baja calidad.
Si bien la dieta mediterránea es conocida por sus beneficios tanto para la salud mental como para la salud física, se sabe poco sobre su efecto sobre el estrés percibido.
El consumo de componentes de la dieta mediterránea se asocia con niveles más bajos de estrés percibido y angustia mental
Para evaluar esto, Begdache y sus estudiantes realizaron una encuesta a más de 1.500 personas. A todas ellas se les preguntó sobre qué tipos de alimentos comían y se les pidió que evaluaran sus niveles de estrés percibido. Las herramientas para medir el estrés percibido suelen incluir cuestionarios y escalas que evalúan cómo las personas perciben sus niveles de estrés y sus respuestas emocionales y físicas a las demandas de su vida.
Utilizando un modelo de aprendizaje automático, los resultados muestran que el consumo de componentes de la dieta mediterránea se asocia con niveles más bajos de estrés percibido y angustia mental, mientras que el consumo de componentes de la dieta occidental se correlaciona con un mayor grado de estrés percibido y la angustia mental.
Begdache afirma que estos resultados cierran una brecha en la bibliografía biomédica, ya que la mayoría de los estudios sobre dieta y estrés se centraban en cómo afecta el estrés a las elecciones y la calidad de la dieta. Ella y su equipo están estudiando distintos aspectos de la función cerebral y los comportamientos en relación con los patrones dietéticos.
Información facilitada por la Universidad de Binghamton -Adaptación: Enrique Coperías / RexMolón Producciones
Fuente: Chowdhury U., Bubis S, Nagorny K., Welch M., Rosenberg L., Begdache L. Effects of Mediterranean and Western dietary patterns on perceived stress and mental distress. Nutrition and Health (2024). DOI: 10.1177/02601060241263375