Revelado el secreto de las salamandras «paracaidistas» para saltar y planear desde los árboles más altos

En lo alto de las secuoyas costeras, un pequeño anfibio desafía la gravedad con un mecanismo sorprendente. Las salamandras errantes no solo trepan con destreza, sino que también controlan su agarre y desprendimiento gracias a un sistema vascular en sus dedos. Un nuevo estudio revela cómo este hallazgo podría inspirar avances en tecnología adhesiva, robótica y prótesis.

Por Enrique Coperías

La pata trasera de una salamandra errante (Aneides vagrans). En el fondo, se puede ver sangre llenando la punta de un dedo del pie.

La pata trasera de una salamandra errante (Aneides vagrans). En el fondo, se puede ver sangre llenando la punta de un dedo del pie. Foto y vídeo: William P. Goldenberg

Las salamandras errantes, que pertenecen a la familia de los pletodóntidos o salamandras pulmonadas, son conocidas por deslizarse con agilidad entre las copas de los bosques costeros de secuoyas de Estados Unidos y Canadá.

Estas salamandras tienen el don de poder planear y controlar su descenso a ramas más bajas o a tierra, al igual que los geckos y las ranas voladoras. Esta habilidad les permite evadir depredadores y desplazarse entre árboles con facilidad.

Sin embargo, el mecanismo que les permite a estas salamandras paracaidistas aterrizar y despegar con tanta facilidad sigue siendo un misterio.

Dedos impulsados por la sangre

Un reciente estudio publicado en el Journal of Morphology sugiere que la clave podría residir en un mecanismo inusual: dedos que funcionan mediante el flujo sanguíneo. Un equipo de investigación de la Universidad Estatal de Washington (WSU), en Estados Unidos, ha descubierto que las salamandras de la especie Aneides vagrans pueden regular dinámicamente el flujo de sangre en las puntas de sus dedos, lo que les permite optimizar el agarre, el desprendimiento y la locomoción en su hábitat arbóreo.

Este hallazgo no solo revela un mecanismo fisiológico previamente desconocido en estos anfibios, sino que también podría tener aplicaciones en el diseño bioinspirado. Comprender la biomecánica de los dedos de estas salamandras podría inspirar a los científicos para el desarrollo de adhesivos avanzados, prótesis e incluso apéndices robóticos.

«Los adhesivos inspirados en los geckos ya han demostrado que las superficies pueden reutilizarse sin perder adherencia —explica Christian Brown, autor principal del estudio e investigador posdoctoral en Fisiología Integrativa y Neurociencia en la WSU. Y añade en un comunicado de esta universidad—: Comprender el funcionamiento de los dedos de las salamandras podría llevarnos a avances similares en las tecnologías de sujeción.”

Una salamandra errante (Aneides vagrans) se aferra a la lente de una cámara con una sola extremidad delantera después de saltar sobre ella durante la investigación científica centrada en sus comportamientos de salto, paracaidismo y planeo. Crédito: Christian Brown

Las salamandras del género Aneides han intrigado durante años a los científicos por la forma cuadrada de las puntas de sus dedos y los llamativos lagos de sangre roja brillante visibles bajo su piel translúcida. Hasta ahora, se pensaba que estas características servían para la oxigenación, pero no existían pruebas concluyentes.

A través de grabaciones en vídeo de alta resolución y análisis microscópicos en el Centro Franceschi de Microscopía e Imagen de la WSU, Brown, Goldenberg y sus colegas de la WSU y la Universidad Gonzaga descubrieron que estas salamandras pueden controlar con precisión el flujo sanguíneo en cada lado de sus dedos.

Esta capacidad les permite ajustar la presión de manera asimétrica, y mejorar el agarre en superficies irregulares como la corteza de los árboles. Sorprendentemente, el aumento de sangre antes de despegar el dedo parece facilitar el desprendimiento en lugar de reforzar la adherencia.

Dedos que si hinchan con sangre

Al inflar ligeramente la punta del dedo, las salamandras reducen el área de contacto con la superficie, lo que minimiza la energía necesaria para soltarse. Esta habilidad es crucial para desplazarse con agilidad por las resbaladizas ramas de las secuoyas y aterrizar con seguridad al lanzarse entre los árboles.

«Si estás trepando por una secuoya con dieciocho dedos agarrados a la corteza, poder soltarte sin dañar tus extremidades marca una gran diferencia», señala Brown.

Los hallazgos podrían tener implicaciones más allá de la salamandra Aneides vagrans. Estructuras vasculares similares se han observado en otras especies de salamandra, incluidas las acuáticas, lo que sugiere un mecanismo universal para la regulación de la rigidez de los dedos, adaptado a distintos entornos. En el futuro, Brown y su equipo planean ampliar la investigación para estudiar este mecanismo en otras especies y hábitats.

«Este descubrimiento podría redefinir nuestra comprensión de cómo las salamandras se desplazan a través de diferentes ecosistemas», afirma Brown.

En 45 pruebas en túnel de viento, las salamandras errantes fueron capaces de controlar la posición el cuerpo ante las dificultades a las que le sometía el científico, según un estudio publicado en la revista Current Biology .

El interés de Brown por este fenómeno surgió de una observación inesperada durante el rodaje del documental Las Américas, que se estrenará el 23 de febrero en la NBC y Peacock. Mientras colaboraba como experto en salamandras, Brown tuvo la oportunidad de observar a estos anfibios a través de las potentes cámaras del equipo de producción.

Fue entonces cuando notó algo inusual: la sangre fluía hacia los dedos translúcidos de las salamandras justo antes de que dieran un paso. Intrigado, comentó la observación con el asistente de cámara William Goldenberg, quien también había notado el fenómeno. «Nos mirábamos como diciendo: ‘¿Has visto eso?», recuerda Brown.

Aunque el equipo de producción continuó con su trabajo, la curiosidad de Brown no se disipó. Después del rodaje, contactó con Goldenberg y le propuso usar su equipo de filmación para investigar el fenómeno de manera científica y sistemática. Ese momento de curiosidad daría inicio a una investigación que ahora arroja luz sobre un mecanismo fascinante de estos pequeños y ágiles anfibios paracaidistas. ▪️

  • Información facilitada por la Universidad Estatal de Washington

  • Fuente: Christian E. Brown, William P. Goldenberg, Olivia M. Hinds, Mary Kate O'Donnell, Nancy L. Staub. Vascular and Osteological Morphology of Expanded Digit Tips Suggests Specialization in the Wandering Salamander (Aneides vagrans). Journal of Morphology (2025). DOI: https://doi.org/10.1002/jmor.70026

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