El asteroide Bennu contiene ingredientes básicos para crear vida

Los análisis de las muestras del asteroide Bennu, traídas por la misión OSIRIS-REx de la NASA, revelan compuestos clave para la vida y un pasado con agua salada, lo que ofrecer pistas cruciales sobre el origen de la química prebiótica en el Sistema Solar.

Por Enrique Coperías

Jason Dworkin, científico del proyecto de la misión OSIRIS-REx de la NASA en el Centro de Vuelo Espacial Goddard,

Jason Dworkin, científico del proyecto de la misión OSIRIS-REx de la NASA en el Centro de Vuelo Espacial Goddard, ha jugado un papel crucial en la misión de traer muestras del asteroide Bennu a la Tierra en 2023. Su trabajo en el análisis de estas muestras promete revelar valiosa información sobre los orígenes del sistema solar y los materiales que lo componen. Crédito: NASA/James Tralie

Los estudios realizados sobre las rocas y el polvo del asteroide Bennu, traídos a la Tierra por la misión Orígenes, Interpretación Espectral, Identificación de Recursos y Seguridad – Explorador de Regolito (OSIRIS-REx, por sus siglas en inglés) de la NASA, han revelado moléculas esenciales para la vida en nuestro planeta, así como evidencia de un pasado con agua salada que podría haber actuado como un caldo para la interacción y combinación de estos compuestos.

Aunque los hallazgos no indican la existencia de vida, sugieren que las condiciones necesarias para su cocción estuvieron ampliamente distribuidas en el Sistema Solar primitivo, lo que aumentan la probabilidad de que la vida pudiera haberse desarrollado en otros planetas y lunas. Esta misión marca un hito en nuestra comprensión del origen de los compuestos orgánicos y su distribución en el cosmos.

«La misión OSIRIS-REx de la NASA ya está reescribiendo los libros de texto sobre el origen de nuestro sistema solar». dice Nicky Fox, administradora asociada de la Dirección de Misiones Científicas de la NASA, en un comunicado de esta agencia espacial. Y añade—: Los asteroides son cápsulas del tiempo que preservan la historia de nuestro planeta, y las muestras de Bennu son fundamentales para comprender los ingredientes que existían antes de que la vida comenzara en la Tierra».

Catorce de los veinte aminoácidos básicos para la vida

En artículos publicados en las revistas Nature y Nature Astronomy, científicos de la NASA y otras instituciones han presentado los resultados de los primeros análisis detallados de los minerales y moléculas hallados en las muestras de Bennu, recolectadas por OSIRIS-REx en 2023.

Entre los hallazgos más destacados cabe citar la presencia de catorce de los veinte aminoácidos que forman proteínas en la Tierra y las cinco nucleobases que almacenan información genética en el ADN y el ARN, y esto incluye su rol en la organización de aminoácidos para crear proteínas. Estas nucleobases son la adenina, la guanina, la citosina, la timina y el uracilo, lo que refuerza la posibilidad de que los componentes básicos de la vida estuvieran presentes mucho antes de que surgiera la vida en la Tierra.

Además, las muestras contienen altos niveles de amoníaco, una molécula clave en la biología, ya que puede reaccionar con el formaldehído, también detectado en Bennu, para formar aminoácidos. Estos, al unirse en cadenas largas, constituyen proteínas, esenciales para casi todas las funciones biológicas.

Este mosaico de Bennu se creó utilizando observaciones realizadas por la nave espacial OSIRIS-REx de la NASA, que estuvo muy cerca del asteroide durante más de dos años

Este mosaico de Bennu se creó utilizando observaciones realizadas por la nave espacial OSIRIS-REx de la NASA, que estuvo muy cerca del asteroide durante más de dos años. Cortesía: NASA/Goddard/Universidad de Arizona.

Con más de 10.000 especies químicas

Aunque estos compuestos básicos ya se habían identificado en rocas extraterrestres, encontrarlos en muestras obtenidas directamente del espacio refuerza la teoría de que los objetos formados lejos del Sol pudieron ser fuentes importantes de precursores químicos para la vida en el sistema solar.

Uno de los aspectos más intrigantes es la diversidad de moléculas detectadas, que incluye más de 10.000 especies químicas con nitrógeno, entre ellas hidrocarburos aromáticos policíclicos, aminoácidos no proteicos y moléculas complejas. Esta variedad sugiere que Bennu se formó en una región del Sistema Solar con procesos químicos ricos y complejos, probablemente en el disco protoplanetario externo o en una nube molecular fría.

Un disco protoplanetario es una estructura de material en forma de disco que rodea a una estrella joven recién formada. Este disco está compuesto principalmente por gas y polvo cósmicos que no se incorporó directamente a la estrella durante su formación. Dentro de este disco, los granos de polvo pueden colisionar y aglutinarse, formando cuerpos más grandes como planetesimales y, eventualmente, planetas.

Muestras del asteroide Bennu conservadas dentro de la cápsula de la misión OSIRIS-REx.

Muestras del asteroide Bennu conservadas dentro de la cápsula de la misión OSIRIS-REx. Cortesía: NASA

Una muestra bien conservada

«Las pistas que buscamos son extremadamente pequeñas y fácilmente alteradas por el ambiente terrestre —explica Danny Glavin, científico principal en el Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA y coautor del estudio en Nature Astronomy. Y añade—: Estos descubrimientos no habrían sido posibles sin una misión que trajera muestras prístinas, medidas estrictas de control de contaminación y un almacenamiento meticuloso del material del Bennu»

Mientras Glavin y su equipo buscaban compuestos relacionados con la vida, otros científicos, liderados por Tim McCoy, del Instituto Smithsonian, y Sara Russell, del Museo de Historia Natural de Londres, exploraron el entorno donde pudieron formarse estas moléculas.

En la revista Nature, Russell y McCoy describen evidencias de un entorno pasado favorable para la química prebiótica, que incluye minerales como la calcita, la halita y la silvita, que se formaron a medida que el agua salada se evaporaba y dejaba sales cristalizadas.

La muestra conservar un registro completo del proceso de evaporación

Este registro geológico único proporciona información clave sobre los procesos que ocurrieron durante millones de años en el asteroide, y también sobre cómo los compuestos orgánicos pudieron interactuar en condiciones acuosas.

Se han observado indicios de salmueras similares en otros cuerpos del Sistema Solar, como el planeta enano Ceres, del cinturón de asteroides, y la luna de Satuno Encélado, pero las muestras de Bennu destacan por conservar un registro completo del proceso de evaporación que pudo durar miles de años.

Además, algunos minerales, como la trona —de la clase de los minerales carbonatos y nitratos— se identificaron por primera vez en material extraterrestre, lo que proporciona un contexto adicional para entender las condiciones químicas que podrían haber dado origen a moléculas más complejas.

Estos estudios complementan la explicación de cómo los ingredientes de la vida se unieron en este asteroide modificado por agua. Los hallazgos subrayan la importancia de los asteroides ricos en volátiles como Bennu en la distribución de moléculas precursoras de la vida en el Sistema Solar.
— Tim McCoy, del Instituto Smithsonian

Sin embargo, existen muchas incógnitas. Por ejemplo, aunque la vida en la Tierra utiliza exclusivamente aminoácidos levógiros, esto es, con giro hacia la izquierda, las muestras de Bennu contienen una proporción igual de ambas versiones especulares, o sea, levógiros y dextrógiros.

Este detalle sugiere que, en la Tierra primitiva, los aminoácidos pudieron haber comenzado como una mezcla equilibrada. La razón por la cual la vida favoreció los levógiros sigue siendo un enigma que los científicos intentan resolver.

Los compuestos de Bennu se originaron en el frío extremo

Otro aspecto clave de las investigaciones es el enriquecimiento isotópico de nitrógeno-15 detectado en las muestras de Bennu. Este enriquecimiento, significativamente mayor que los niveles típicos en la Tierra, refuerza la hipótesis de que los compuestos hallados en Bennu se originaron en regiones extremadamente frías del Sistema Solar, como el disco protoplanetario externo.

Este tipo de condiciones serían ideales para la formación de amoníaco y otras moléculas orgánicas complejas, que posteriormente podrían haber sido transportadas hacia el interior del Sistema Solar.

El análisis de las muestras también revela una composición rica en volátiles, que incluye concentraciones de carbono y nitrógeno superiores a las de otros asteroides como el Ryugu o meteoritos como el Murchison. Estos compuestos reflejan una menor alteración acuosa en Bennu, lo que permitió conservar moléculas primitivas en un estado más intacto.

Esto contrasta con asteroides como el Ryugu, donde el agua pudo haber destruido o alterado moléculas orgánicas durante largos periodos de interacción.

Bennu quizá nació más allá de la órbita de Júpiter

Finalmente, los estudios refuerzan la idea de que Bennu pudo haberse formado en el Sistema Solar exterior, la región que incluye los planetas gigantes gaseosos y de hielo: Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno, así como sus lunas y anillos. Se encuentra más allá del cinturón de asteroides y se caracteriza por temperaturas extremadamente bajas y planetas con atmósferas densas y compuestas principalmente de hidrógeno y helio. También abarca el cinturón de Kuiper y la nube de Oort, donde hay numerosos cuerpos helados y cometas.

Bennu posiblemente nació más allá de la órbita de Júpiter, donde las temperaturas permitían la estabilidad de hielos ricos en amoníaco y otros compuestos volátiles. Este material podría haber sido transportado al cinturón de asteroides mediante procesos dinámicos como la migración de planetas gigantes o el desplazamiento de pequeños cuerpos helados.

«OSIRIS-REx ha sido una misión increíblemente exitosa — afirms Jason Dworkin, científico del proyecto en el Centro Goddard y coautor del estudio en Nature Astronomy, en la nota de prensa de la NASA. Y concluye—: Estos datos amplían nuestra visión de un sistema solar lleno de potencial para la vida. ¿Por qué, hasta ahora, solo hemos encontrado vida en la Tierra? Esa es la gran pregunta”.

La misión continúa analizando las muestras de Bennu, y futuros experimentos podrían proporcionar respuestas más definitivas sobre los orígenes de la vida y los procesos químicos que ocurrieron en el jovencísimo Sistema Solar. ▪️

  • Información facilitada por la NASA

  • Fuentes:
    -Glavin, D. P., Dworkin, J. P., Alexander, C. M. O. et al. Abundant ammonia and nitrogen-rich soluble organic matter in samples from asteroid (101955) Bennu. Nature Astronomy (2025). DOI: https://doi.org/10.1038/s41550-024-02472-9
    -McCoy, T. J., Russell, S. S., Zega, T. J. et al. An evaporite sequence from ancient brine recorded in Bennu samples. Nature (2025). DOI: https://doi.org/10.1038/s41586-024-08495-6

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