Los macacos son casi tan hábiles como los seres humanos asociando palabras con imágenes

Los monos rhesus podrían tener una capacidad cognitiva más cercana a la humana de lo que imaginamos: un nuevo estudio revela que pueden aprender y generalizar asociaciones entre palabras e imágenes. Esta habilidad desafía lo que creíamos sobre la exclusividad del lenguaje en nuestra especie.

Por Enrique Coperías

Científicos han descubierto que los macacos rhesus (Macaca mulatta) pueden asociar sonidos con imágenes, una destreza que desafía la creencia de que esta habilidad era exclusiva de los seres humanos.

Científicos han descubierto que los macacos rhesus (Macaca mulatta) pueden asociar sonidos con imágenes, una destreza que desafía la creencia de que esta habilidad era exclusiva de los seres humanos.

Un reciente estudio liderado por un equipo de neurocientíficos cognitivos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en colaboración con el Instituto Nacional de Rehabilitación, la Universidad de Guadalajara y el Baylor College of Medicine de Estados Unidos, ha demostrado que los macacos rhesus (Macaca mulatta) pueden formar asociaciones cruzadas entre sonidos e imágenes, un proceso que hasta ahora se creía exclusivo de los seres humanos.

Los resultados de esta investigación, publicados en la revista PLOS ONE, sugieren que esta habilidad podría estar presente en otras especies animales, lo que abre nuevas preguntas sobre los orígenes evolutivos de la cognición y el lenguaje.

El experimento se realizó con macacos en cautividad y consistió en entrenarlos en una tarea de emparejamiento retardado entre modalidades sensoriales (Delayed Crossmodal Match-to-Sample) o DCMMS. Esta consiste en una actividad experimental en la que un sujeto, en este caso unos monos, escucha un sonido, como una palabra o una vocalización, espera un breve período de tiempo (en este estudio, tres segundos) y luego debe seleccionar, entre varias imágenes en una pantalla táctil, aquella que corresponde al sonido previamente escuchado.

Escuchar y señalar

En cada ensayo, los monos escuchaban un sonido, que podía ser una vocalización de mono o una palabra humana, y después de un intervalo de tres segundos debían elegir, entre varias imágenes presentadas en una pantalla táctil, aquella que se correspondía con el sonido previamente escuchado.

A lo largo de múltiples sesiones, los investigadores observaron que los macacos aprendieron con éxito más de una docena de asociaciones entre sonidos e imágenes.

Para evaluar su capacidad de generalización, los científicos realizaron una prueba adicional en la que los monos escuchaban las mismas palabras o vocalizaciones, pero esta vez pronunciadas por diferentes individuos. Sorprendentemente, los macacos siguieron seleccionando la imagen correcta en la mayoría de los casos, lo que sugiere que no estaban simplemente reconociendo el sonido de una voz específica, sino que habían comprendido la relación entre el sonido y su significado visual.

Este hallazgo refuerza la idea de que los macacos pueden formar asociaciones simbólicas similares a las que ocurren en el proceso de adquisición del lenguaje en los humanos.

Un mono escucha un sonido, espera tres segundos y luego elige la imagen correspondiente en una pantalla táctil para recibir una recompensa.

Un mono escucha un sonido, espera tres segundos y luego elige la imagen correspondiente en una pantalla táctil para recibir una recompensa. La tarea evalúa su capacidad de asociar sonidos con imágenes. Los diagramas muestran ejemplos de asociaciones, junto con tasas de acierto y error, comparadas con el nivel de azar. Cortesía: https://doi.org/10.1371/journal.pone.0317183.g001

Un nivel superior de procesamiento cognitivo

Tradicionalmente, se ha asumido que solo los seres humanos somos capaces de realizar asociaciones multimodales complejas entre sonidos y representaciones visuales, un componente esencial en el desarrollo del lenguaje. Sin embargo, este estudio demuestra que los macacos también pueden hacerlo, lo que sugiere que el mecanismo cognitivo subyacente podría haber aparecido mucho antes en la evolución.

Investigaciones previas han mostrado que algunos animales pueden asociar sonidos específicos con eventos en su entorno, como el zumbido de un insecto con la presencia de un mosquito. No obstante, la capacidad de relacionar un sonido arbitrario —como una palabra hablada— con una representación visual de un objeto es un nivel superior de procesamiento cognitivo.

En este sentido, el estudio con los macacos rhesus podría proporcionar información crucial sobre los orígenes del lenguaje humano y la evolución de la cognición simbólica en primates.

Diferencias en el aprendizaje entre monos jóvenes y mayores

Uno de los hallazgos más interesantes del estudio es que los monos más jóvenes lograron establecer estas asociaciones con mayor rapidez que sus compañeros de mayor edad. Esto sugiere que, al igual que en nuestra especie, la capacidad de aprendizaje de asociaciones simbólicas podría estar influenciada por la edad y la plasticidad neuronal.

A medida que los monos envejecen, su capacidad para formar nuevas conexiones puede disminuir, lo que podría afectar a su velocidad de aprendizaje. Este resultado podría ser clave para futuros estudios sobre el envejecimiento cognitivo en primates.

Los investigadores también exploraron cómo la memoria de trabajo—la capacidad del cerebro para retener y manipular temporalmente información relevante para una tarea en curso— influye en estas asociaciones. Dado que los monos debían recordar el sonido durante tres segundos antes de ver las imágenes, los investigadores plantea que la corteza prefrontal jugó un papel clave en la retención y comparación de la información auditiva con la visual.

Procesar lo que se ve antes de tomar una decisión

De hecho, estudios previos han demostrado que esta región cerebral es fundamental para el procesamiento multisensorial en los humanos y otros primates, lo que refuerza la idea de que estos mecanismos de integración sensorial podrían haber evolucionado antes del desarrollo del lenguaje humano.

El tiempo de reacción de los macacos fue otro factor relevante: cuanto mayor era el número de imágenes en pantalla, más tiempo tardaban en seleccionar la respuesta correcta, lo que indica que estaban procesando la información visual antes de tomar una decisión. Además, los monos mostraron tiempos de reacción diferentes para imágenes dentro de una misma categoría, lo que sugiere que algunos estímulos visuales eran más fáciles de asociar con un sonido específico que otros.

Los resultados de este estudio no solo desafían la idea de que los seres humanos son los únicos capaces de hacer asociaciones simbólicas entre sonidos e imágenes, sino que también abren nuevas preguntas sobre la relación entre el lenguaje y la cognición en primates. ¿Podrían los macacos, con suficiente entrenamiento, desarrollar un sistema rudimentario de comunicación basado en símbolos? ¿Hasta qué punto la capacidad de hacer asociaciones multimodales depende de la posibilidad de vocalizar etiquetas asociadas a imágenes?

El equipo de investigadores planea continuar sus estudios para explorar cómo la capacidad de los macacos para hacer estas asociaciones está relacionada con su habilidad para vocalizar nombres de objetos. Este enfoque podría arrojar luz sobre si la conexión entre el lenguaje hablado y la representación visual en el Homo sapiens es realmente única o si tiene raíces evolutivas más profundas.

En términos más amplios, este estudio sugiere que la capacidad de formar asociaciones entre palabras e imágenes no es una característica exclusiva de los humanos, sino que podría estar presente en otros primates y, potencialmente, en otras especies animales con capacidades cognitivas avanzadas. Esto plantea la posibilidad de que nuestro lenguaje haya evolucionado a partir de habilidades cognitivas más básicas presentes en nuestros ancestros comunes con los primates no humanos. ▪️

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