Los chicles pueden liberar microplásticos en la saliva
Masticar chicle podría parecer inofensivo, pero un nuevo estudio revela que cada pieza libera miles de microplásticos en la saliva. Este hallazgo plantea preguntas urgentes sobre la exposición diaria a plásticos invisibles.
Por Enrique Coperías
Masticar chicle con frecuencia es una fuente importante de microplásticos que van a parar al aparato digestivo. Foto: Tekara
El plástico está en todas partes. Muchos productos de uso cotidiano, como tablas de cortar, prendas de vestir y esponjas de limpieza, pueden exponer a las personas a diminutas partículas plásticas, conocidas como microplásticos, que miden apenas unos micrómetros de ancho y que ya están presentes en órganos como el cerebro humano y en ambientes como el hielo marino.
Ahora, los chicles o gomas de mascar podrían sumarse a esa lista de productos generadores de microplásticos. Un equipo de científicos estadounidense han descubierto en un estudio piloto que masticar chicle puede liberar cientos o miles de microplásticos por pieza en la saliva, que podrían ser ingeridos y circular por el organismo.
Los resultados de esta investigación han sido presentados en el encuentro de primavera de la Sociedad Estadounidense de Química (ACS), que se celebra del 23 al 27 de marzo de este año en San Diego. Este evento ha reunido a unas 12.000 presentaciones científicas sobre diversos temas de vanguardia.
«Nos tragamos» decenas de miles de microplásticos al año
«Nuestro objetivo no es alarmar a nadie», aclara Sanjay Mohanty, investigador principal del estudio y profesor de Ingeniería en la Universidad de California, Los Ángeles (UCLA), en una nota de prensa de la ACS. Y añade—: Los científicos aún no sabemos si los microplásticos son dañinos para la salud humana. No hay estudios concluyentes en seres humanos. Pero sí sabemos que estamos expuestos a plásticos constantemente, y eso es lo que quisimos examinar».
Aunque los efectos aún no se comprenden completamente, estudios en animales y células humanas sugieren que los microplásticos podrían ser perjudiciales. Mientras la comunidad científica busca respuestas más claras, es posible tomar acciones para reducir la exposición a microplásticos en la vida diaria.
Los expertos estiman que una persona promedio consume decenas de miles de microplásticos al año, a través de alimentos, bebidas, envases plásticos, recubrimientos y procesos de producción industrial.
De caucho sintético derivado del petróleo
Sin embargo, hasta ahora no se había estudiado a fondo el chicle como fuente potencial de microplásticos, a pesar de su amplia popularidad global. Por ello, Mohanty y Lisa Lowe, estudiante de posgrado en su laboratorio, decidieron analizar cuántos microplásticos podrían ingerirse al masticar distintos tipos de goma de mascar, tanto natural como sintética.
El chicle está compuesto por una base gomosa, edulcorantes, saborizantes y otros ingredientes. Las variedades naturales utilizan polímeros vegetales, como el chicle extraído de árboles, mientras que otras están hechas con caucho sintético derivado del petróleo.
«Nuestra hipótesis inicial era que las gomas de mascar sintéticas liberarían muchos más microplásticos, ya que su base es un tipo de plástico», explica Lowe.
Bajo la luz del espectroscopio
Él y sus colegas analizaron cinco marcas de goma de mascar sintética y cinco marcas de goma natural, todas disponibles en el mercado. Para minimizar la variabilidad individual en los patrones de masticación y en la producción de saliva, una sola persona masticó siete piezas de cada marca.
En el experimento, cada voluntario masticó cada pieza de chicle diferente durante cuatro minutos. Los investigadores recolectaron muestras de saliva cada treinta segundos, seguidas de un enjuague final con agua. En una segunda fase, tomaron muestras periódicas durante veinte minutos para evaluar la tasa de liberación de microplásticos.
Finalmente, las partículas extraídas se tiñeron de rojo y se analizaron con espectroscopía infrarroja por transformada de Fourier, que permitió determinar la composición polimérica.
Tanto las gomas de mascar sintéticas como los chicles naturales liberan cantidades similares de microplástico. Foto: Bryan Dickerson
En un año, los chicles aportan 30.000 microplásticos
Lowe encontró un promedio de 100 microplásticos por gramo de goma de mascar, aunque algunas piezas liberaron hasta 600. Como una pieza típica pesa entre 2 y 6 gramos, una sola unidad grande podría liberar hasta 3000 partículas plásticas. Si una persona mastica entre 160 y 180 tiras de chicle al año, esto podría equivaler a 30.000 microplásticos ingeridos solo por esta vía.
«Sorprendentemente, tanto las gomas sintéticas como las naturales liberaron cantidades similares de microplásticos», señala Lowe. Además, ambas contenían polímeros idénticos: poliolefinas, tereftalatos de polietileno, poliacrilamidas y poliestirenos. Las más abundantes fueron las poliolefinas, que incluyen al polietileno y al polipropileno.
El estudio reveló que la mayoría de las partículas se liberan durante los primeros dos minutos de masticación. Mohanty aclara que esto no se debe a las enzimas salivales, sino a la acción abrasiva del acto de masticar. Después de ocho minutos, se había liberado el 94 % del total de microplásticos detectados.
Mejor masticar un chicle durante más tiempo
Por esta razón, Lowe sugiere que quienes deseen minimizar su exposición deberían masticar una sola pieza durante más tiempo, en lugar de reemplazarla rápidamente.
Debido a las limitaciones técnicas del estudio, solo se identificaron microplásticos de 20 micrómetros o más. Mohanty advierte de que podrían haberse pasado por alto nanoplásticos aún más pequeños, lo que subraya la necesidad de realizar investigaciones adicionales con métodos más avanzados.
«El plástico liberado en la saliva representa solo una fracción del total que contiene la goma de mascar —dice Mohanty. Y concluye—: Por eso, también es importante tener conciencia ambiental y desechar correctamente la goma de mascar usada». De lo contrario, puede convertirse en otra fuente de contaminación plástica ambiental». ▪️
Información facilitada por la Sociedad Estadounidense de Química