¿Las mujeres hablan más que los hombres? Depende de la edad
Un nuevo estudio desafía la creencia popular de que las mujeres hablan mucho más que los hombres. Los hallazgos revelan que esta diferencia solo se manifiesta en determinadas etapas de la vida. Descubre en cuáles.
Por Enrique Coperías
Hombres y mujeres utilizan al día un número similar de palabras, salvo en determinadas etapas de la vida, donde ellas les ganan a ellos. en concreto, entre los 25 y 64 años de edad.
El estereotipo de que las mujeres hablan significativamente más que los hombres está arraigado en muchas culturas. Sin embargo, un estudio de 2007, realizado por investigadores de la Universidad de Arizona, en Estados Unidos, desacreditó esta creencia tras concluir que ambos géneros pronuncian aproximadamente el mismo número de palabras al día, unas 16.000.
Ahora, un nuevo estudio de seguimiento controlada, con una muestra más amplia de personas, ofrece una visión más matizada y sugiere que las mujeres pueden hablar más que los hombres, pero solo en ciertas etapas de la vida.
«Existe una fuerte creencia transcultural de que las mujeres son mucho más habladoras que los hombres"», señala Colin Tidwell, coautor del estudio y doctorando en Psicología Clínica en la Universidad de Arizona, en un comunicado de esta institución estadounidense.
3.000 palabras más al día
Los investigadores encontraron que las mujeres entre 25 y 65 años —es decir, en la adultez temprana y media— pronuncian, en promedio, 3.000 palabras más al día que los hombres de la misma edad. En contraste, no se detectaron diferencias de género significativas en otros grupos etarios, esto es, de edad: adolescencia (10 a 17 años), adultez emergente (18 a 24 años) y adultez avanzada (65 años en adelante).
Otro hallazgo relevante del estudio es que, en general, las personas parecen hablar hablando menos con el paso del tiempo, lo que los investigadores atribuyen a una creciente dependencia de la comunicación digital. Los resultados de este interesante trabajo han sido publicados en el Journal of Personality and Social Psychology.
En 2007, el psicólogo Matthias Mehl, de la Universidad de Arizona, puso a prueba la idea de que las mujeres hablan más que los hombres mediante un estudio en el que quinientos participantes llevaron un dispositivo portátil llamado EAR (Electronically Activated Recorder), que se activaba aleatoriamente para grabar fragmentos de sus conversaciones diarias.
Un primer estudio desata la polémica
Al analizar los audios, Mehl estimó el número de palabras pronunciadas por día y encontró que no existían diferencias significativas entre hombres y mujeres. Su estudio, publicado en la revista Science, captó gran atención mediática, pero también fue criticado por sus limitaciones: la mayoría de los participantes eran universitarios y vivían en la misma ciudad, en concreto, en Austin (Texas).
Dieciocho años después, Mehl y su equipo, compuesto por Tidwell, Valeria Pfeifer, investigadora postdoctoral de la Universidad de Arizona, y Alexander Danvers, exinvestigador postdoctoral de la misma universidad, ampliaron el estudio original con una muestra más diversa y extensa.
En este caso, se analizaron 630.000 grabaciones de EAR obtenidas de veintidós estudios realizados en cuatro países, con participantes de entre 10 y 94 años. En total, participaron 2.197 personas, cuadruplicando así la muestra del estudio original.
Ellas, 21.845 palabras al día; ellos, 18.570
La única diferencia significativa de género emergió en el grupo de 25 a 64 años, un rango etario ausente en el estudio inicial. Mientras que las mujeres de esta franja de edad hablaban en promedio 21.845 palabras al día, los hombres pronunciaban 18.570.
Los investigadores aún no tienen certeza sobre la razón de esta diferencia, pero una posible explicación es que estos son los años en los que muchas mujeres asumen roles de crianza y cuidado familiar, lo que podría llevarlas a hablar más con sus hijos.
«Las diferencias de género en la crianza y el cuidado familiar podrían estar detrás de esta discrepancia —explica Mehl, autor principal del estudio y profesor del Departamento de Psicología de la Universidad de Arizona. Y añade—: Si la causa fuera biológica, como las hormonas, deberíamos haber observado diferencias significativas también en los adultos emergentes. Si se debiera a cambios generacionales en la sociedad, la diferencia de género debería haber aumentado progresivamente con la edad. Pero no fue así».
El más locuaz: un hombre
Si bien el estudio sugiere que las mujeres pueden hablar más que los hombres en ciertas etapas de la vida, Mehl enfatiza que hay una gran variabilidad individual. De hecho, la persona menos habladora del estudio —un hombre— pronunció apenas cien palabras al día, mientras que el participante más locuaz —también un hombre— superó las 120.000 palabras.
«Las diferencias individuales entre las personas son mucho más significativas que las diferencias sistemáticas entre géneros», señala Mehl.
Al observar el conjunto de datos, independientemente del género o la edad, los investigadores también descubrieron que el número promedio de palabras habladas por día ha disminuido con el tiempo. Entre 2005 y 2018, el promedio descendió de aproximadamente 16.000 a 13.000 palabras diarias.
Cada vez hablamos menos
«Realizamos un análisis detallado sobre el año en que se recopilaron los datos y encontramos que, en promedio, cada año se reducen unas 300 palabras habladas por día», afirma Pfeifer, coautora del estudio, en la nota de prensa de la Universidad de Arizona.
Aunque aún se requieren más investigaciones para determinar las causas de esta disminución, es probable que el auge de las herramientas digitales, como los mensajes de texto y las redes sociales, juegue un papel clave.
Mehl también sugiere que se necesita más investigación para comprender cómo la sociabilidad y la cantidad de conversación diaria pueden influir en la salud y el bienestar. En este sentido, está codesarrollando un dispositivo llamado SocialBit, similar a un Fitbit, que medirá el tiempo de conversación diaria de una persona sin grabar su contenido, utilizando un algoritmo que detecta la presencia de interacciones verbales.
«Me resulta fascinante que sepamos cuánto debemos dormir, cuánto ejercicio necesitamos y usemos dispositivos como Fitbit para monitorizarlo, pero no tengamos idea de cuánto deberíamos socializar —reflexiona Mehl. Y concluye: La evidencia es clara en que la socialización está estrechamente relacionada con la salud, al menos tanto como el sueño y la actividad física. Es otro comportamiento clave para el bienestar». ▪️
Información facilitada por la Universidad de Arizona
Fuente: Tidwell, C. A., Danvers, A. F., Pfeifer, V. A., Abel, D. B., Alisic, E., Beer, A., Bierstetel, S. J., Bollich-Ziegler, K. L., Bruni, M., Calabrese, W. R., Chiarello, C., Demiray, B., Dimidjian, S., Fingerman, K. L., Haas, M., Kaplan, D. M., Kim, Y. K., Knezevic, G., Lazarevic, L. B., Mehl, M. R. Are women really (not) more talkative than men? A registered report of binary gender similarities/differences in daily word use. Journal of Personality and Social Psychology (2025). DOI: https://doi.org/10.1037/pspp0000534