El enigma de la muerte de las sacerdotisas de Montelirio y sus vestidos de 270.000 conchas marinas
Hace 5.000 años, un grupo de mujeres fueron enterradas en las cercanías de Sevilla con túnicas resplandecientes confeccionadas con 270.000 conchas marinas y cubiertas de un misterioso polvo rojo. ¿Sacerdotisas de élite, víctimas de un sacrificio o envenenadas por su propio poder?
Por Enrique Coperías
Detalle de las cuentas en el atuendo del esqueleto de mujer identificado con el código UE 344, junto a los huesos de los restos de la mujer 343. Cortesía: Leonardo García Sanjuán et al. DOI:10.1126/sciadv.adp1917
En el suroeste de España, hace casi 5.000 años, un grupo de mujeres fue enterrado en una tumba monumental con ropajes extraordinarios hechos con cientos de miles de cuentas de concha marina. Su hallazgo en el tholos de Montelirio —una estructura funeraria que forma parte del megasitio de la Edad del Cobre ubicado en Valencina de la Concepción-Castilleja de Guzmán (Sevilla)— ha abierto un enigma fascinante sobre su identidad, su papel en la sociedad y las circunstancias de su muerte.
Para ser precisos, el Tholos de Montelirio esta situado en el yacimiento arqueológico de Valencina de la Concepción y se trata de una gran tumba megalítica de planta circular, formada por dos cámaras, un largo corredor de 40 metro y un atrio, cubierto por un túmulo artificial. La estructura fue levantada y consolidada con lajas de piedra y materiales como arcilla y yeso.
Los arqueólogos han encontrado en este tholo o tolo los restos esqueléticos de ventiséis individuos; veinte de ellos estaban enterrados en la cámara grande, de 4,75 metros de diámetro, y diecisiete eran mujeres; de los otros tres no se ha podido determinar su género.
¿Eran sacerdotisas, lideresas o chamanas?
Las mujeres enterradas en el tholos de Montelirio fueron vestidas con atuendos ceremoniales confeccionados a partir de miles de cuentas perforadas, probablemente hilvanadas con fibra de lino. Al menos en dos casos, estas vestimentas eran túnicas de cuerpo completo, ricamente adornadas con colgantes de marfil y ámbar en forma de bellotas, aves y otros símbolos aún no identificados.
Los análisis de datación por radiocarbono confirman que estos impresionantes atuendos fueron fabricados en la misma época en que se llevaron a cabo los enterramientos, entre los años 2800 y 2700 a. C.
¿Eran sacerdotisas, lideresas o chamanas? ¿Fueron víctimas de un sacrificio ritual o murieron por envenenamiento con el mismo pigmento rojo que teñía sus cuerpos? Su historia es una mezcla de poder, lujo y misterio, entrelazada con una sociedad prehistórica que, aunque alejada de las grandes civilizaciones del momento, poseía un nivel de sofisticación impresionante.
Entre 2007 y 2010, los arqueólogos que excavaron en Montelirio descubrieron la mayor colección de cuentas de concha jamás encontrada en un solo enterramiento: más de 270.000 piezas, perfectamente trabajadas y dispuestas en lo que una vez fueron túnicas, faldas, fajines y otras ropas, según un estudio publicado en la revista Science Advances.
Conchas de vieiras y berberechos
Los análisis han revelado que la mayoría de estas cuentas pertenecían a moluscos de las familias Pectinidae, como las vieiras, y Cardiidae, que incluyen a los berberechos, recogidos en las costas del océano Atlántico. El trabajo artesanal necesario para transformar estos fragmentos marinos en diminutas cuentas perforadas fue colosal.
Así es, los arqueólogos estiman que fabricar todas ellas pudo tomar alrededor de 50.000 horas de trabajo, lo que implica la existencia de un grupo de artesanos especializados, dedicados exclusivamente a la producción de estos atuendos de la élite social.
Las ropas hechas con estas cuentas debieron de brillar de forma intensa bajo la luz del sol, reflejando la luz con su superficie nacarada. En vida, estas mujeres debieron de destacar en ceremonias y rituales, e irradiaban un aura imponente y misteriosa.
Tras la limpieza, se pesaron todas las cuentas y se realizó un conteo a partir de una muestra representativa, lo que permitió estimar un total de 270.000 piezas, elaboradas a partir de conchas de vieiras y berberechos. Cortesía D.W.W. - Leonardo García Sanjuán et al. DOI:10.1126/sciadv.adp1917
Las sacerdotisas y su posible rol en la sociedad
Los restos humanos encontrados en la cámara principal de Montelirio pertenecían, en su mayoría, a mujeres de alto estatus. Entre ellas, dos figuras destacan por la complejidad de sus atuendos.
Una de ellas, conocida como UE102, portaba un vestido completo de cuentas de concha. La otra, UE343, fue enterrada con un atuendo similar, pero además fue depositada en una postura muy inusual: con los brazos extendidos sobre la cabeza, un gesto que en la prehistoria europea ha sido asociado con prácticas rituales.
Lo más llamativo es que los análisis químicos han revelado que estas mujeres estaban literalmente cargadas de mercurio, con niveles extremadamente altos en sus huesos. Esto indica un contacto prolongado con el cinabrio o bermellón, un mineral de color rojo intenso que era utilizado en la prehistoria para rituales y pintar el cuerpo con distintos fines.
Esto sugiere que estas mujeres no eran del vulgo. Su estatus especial y su relación con el cinabrio hacen pensar que eran sacerdotisas, chamanas o líderes espirituales de su comunidad, vinculadas a ceremonias en las que el color rojo jugaba un papel fundamental.
¿Fueron asesinadas? El enigma de sus muertes
Uno de los mayores misterios de Montelirio es cómo murieron estas mujeres. Los análisis sugieren que sus muertes ocurrieron en un corto periodo de tiempo, lo que ha llevado a especulaciones sobre si fueron víctimas de un sacrificio ritual o si murieron por envenenamiento accidental.
El cinabrio es altamente tóxico. También conocido como cinabarita, es un mineral de la clase de los sulfuros (sulfuro de mercurio). Está compuesto por un 85 % de mercurio y un 15 % de azufre. Los análisis químicos revelaron niveles extremadamente altos de mercurio en sus huesos, una clara señal de que las mujeres estuvieron en contacto prolongado con el cinabrio.
Si estas mujeres lo ingerían, lo inhalaban o lo usaban en la piel de manera continua, podrían haber sufrido una intoxicación crónica que habría afectado su sistema nervioso, causando temblores, debilidad, pérdida de coordinación, alucinaciones e incluso la muerte.
Otra hipótesis es que fueron sacrificadas como parte de un rito funerario o religioso. En muchas culturas antiguas, la muerte de individuos seleccionados era una forma de legitimar el poder de la élite o de garantizar la protección de los dioses. En este caso, es posible que estas sacerdotisas hayan sido sacrificadas para sellar el destino de la comunidad o como parte de un complejo sistema de creencias en la vida después de la muerte.
Limpieza y pesaje de las cuentas en el Museo Arqueológico de Sevilla. Cortesía: L.G.S. - Leonardo García Sanjuán et al. DOI:10.1126/sciadv.adp1917
Diez personas trabajando ocho horas diarias durante siete meses
Para comprender mejor cómo se confeccionaron estas vestimentas, los investigadores llevaron a cabo experimentos de arqueología experimental. Intentaron recrear las cuentas con herramientas de la época, utilizando piedras y punzones de sílex para perforar y pulir las conchas.
Descubrieron que cada cuenta podía tomar entre 11 y 90 minutos en fabricarse, dependiendo del tipo de concha utilizada. Si diez personas trabajaran ocho horas diarias, se estima que habrían tardado siete meses en fabricar todas las cuentas, de entre 2 y 5 milímetros de diámetro por término medio, encontradas en Montelirio.
Estos cálculos revelan que la confección de los atuendos fue una labor altamente especializada, lo que indica una sociedad con recursos y organización suficientes para permitir que algunos individuos se dedicaran exclusivamente a esta tarea.
Los resultados del estudio experimental llevado a cabo también muestran que, en total, se emplearon más de 800 kilos de conchas, que tuvieron que ser recogidas de las costas y playas que hace 5.000 años se extendían por lo que actualmente es el bajo valle del Guadalquivir y sus marismas.
Un modelo 3D e interactivo del esqueleto femenino EU343, de entre 24 y 32 años de edad, está disponible en esta dirección web: https://skfb.ly/o7oWO / Cortesía: Marta Diaz-Guardamino
El simbolismo de las conchas y el color rojo
El uso de conchas en la vestimenta de estas mujeres no era un detalle casual. En muchas culturas, las conchas marinas han sido símbolos de poder, fertilidad y espiritualidad. En la mitología griega y romana, la diosa Afrodita/Venus emergió del mar sobre una concha, mientras que en la tradición cristiana medieval, la vieira se convirtió en el símbolo de Santiago Apóstol y el Camino de Santiago.
El color rojo también tenía un gran significado simbólico. Asociado a la sangre, la vida y la muerte, el cinabrio pudo haber sido utilizado para resaltar el carácter sagrado de estas mujeres, transformándolas en figuras casi divinas a los ojos de su comunidad.
En vida, estas sacerdotisas pudieron haber sido guardianas del conocimiento, líderes espirituales o figuras de autoridad, cuyo papel en la sociedad se expresaba a través de su vestimenta y su conexión con los elementos naturales.
Un enigma aún sin resolver
A pesar de los avances en la investigación, muchas preguntas siguen sin respuesta. No sabemos con certeza por qué murieron estas mujeres, si fueron víctimas de un envenenamiento progresivo e involuntario o de un sacrificio ritual. Lo que sí sabemos es que fueron sepultadas con un cuidado extremo y con un ajuar funerario que refleja su importancia dentro de la comunidad.
El yacimiento de Montelirio nos muestra que hace casi 5.000 años, en el suroeste de la península ibérica, existió una sociedad con un nivel de organización y complejidad impresionante. Las mujeres de Montelirio no eran simples habitantes de su tiempo: eran figuras clave en su cultura, posiblemente líderes espirituales o representantes de un poder que aún no comprendemos del todo.
Este descubrimiento es una prueba de que la historia de la humanidad está llena de relatos ocultos, esperando ser desenterrados. Y mientras sigamos investigando, las sacerdotisas de Montelirio seguirán revelándonos sus secretos, uno a uno, a través de las miles de conchas que aún hoy relucen con el misterio de su pasado. ▪️
Información facilitada por la Universidad de Sevilla
Fuente: Leonardo García Sanjuán et al. A multi-analytical study of the Montelirio beaded attires: Marine resources, sumptuary crafts, and female power in copper age Iberia. Science Advances (2025). DOI: 10.1126/sciadv.adp1917