Diana cósmica: el Hubble investiga una galaxia con nueve anillos

El telescopio espacial ha captado una galaxia con una estructura única: LEDA 1313424, apodada la «diana cósmica», muestra nueve anillos concéntricos formados tras el impacto de una galaxia enana azul. Este raro fenómeno ofrece nuevas claves sobre las colisiones galácticas.

Por Enrique Coperías

La galaxia LEDA 1313424 es 2,5 veces más grande que la Vía Láctea y posee nueve anillos, seis más que cualquier otra galaxia conocida. Hubble confirmó ocho anillos, mientras que datos del telescopio Keck revelaron un noveno.

La galaxia LEDA 1313424 es 2,5 veces más grande que la Vía Láctea y posee nueve anillos, seis más que cualquier otra galaxia conocida. Hubble confirmó ocho anillos, mientras que datos del telescopio Keck revelaron un noveno. Ambos telescopios identificaron a la responsable: una galaxia enana azul en su centro-izquierda. Cortesía: NASA, ESA, Imad Pasha (Yale), Pieter van Dokkum (Yale)

El telescopio espacial Hubble de la NASA ha captado una impactante diana cósmica. La gigantesca galaxia LEDA 1313424 exhibe nueve anillos concéntricos repletos de estrellas, formados tras el impacto de una flecha cósmica: una galaxia enana azul mucho más pequeña que atravesó su núcleo.

Gracias a las observaciones del Hubble, los astrónomos identificaron ocho anillos visibles, más que en cualquier otra galaxia registrada hasta ahora, y confirmaron la existencia de un noveno mediante datos del observatorio W. M. Keck, en Hawái. Hasta el momento, las galaxias estudiadas solo mostraban un máximo de dos o tres anillos.

«Fue un hallazgo completamente fortuito —explica Imad Pasha, investigador principal y estudiante de doctorado en la Universidad de Yale, en New Haven (Connecticut), en un comunicado de la NASA. Y añade—: Estaba revisando un conjunto de imágenes terrestres cuando me encontré con una galaxia con múltiples anillos bien definidos. Me llamó la atención de inmediato y tuve que detenerme a investigarla». Posteriormente, el equipo la bautizó como La Diana.

Un dardo cósmico que generó anillos concéntricos

Las observaciones de seguimiento del Hubble y el Keck permitieron a los científicos determinar qué galaxia había atravesado el centro de la diana: una galaxia enana azul, ubicada en la parte centro-izquierda. Este pequeño objeto celeste se precipitó a través del núcleo de la galaxia mayor hace aproximadamente 50 millones de años, y lo hizo generando anillos concéntricos como ondas en un estanque.

Actualmente, ambas galaxias están separadas por 130.000 años-luz, aunque una delgada estela de gas aún las conecta.

«Estamos observando La Diana en un momento excepcionalmente raro —señala Pieter G. van Dokkum, profesor en Yale y coautor del estudio, que ha sido publicado en The Astrophysical Journal Letters. Y continúa—: Existe solo una estrecha ventana temporal después del impacto en la que una galaxia puede mostrar una estructura de anillos tan pronunciada».

Esta ilustración compara el tamaño de nuestra propia galaxia, la Vía Láctea, con el de la galaxia gigantesca LEDA 1313424, apodada La Diana. La Vía Láctea tiene un diámetro de aproximadamente 100.00 años luz, mientras que La Diana es casi dos veces y media más grande, con un diámetro de 250.000 años luz. Cortesía: NASA, ESA, Ralf Crawford (STScI)

La Diana tiene un diámetro de 250.000 años-luz

Las colisiones galácticas son comunes en escalas de tiempo cósmicas, pero es extremadamente inusual que una galaxia pase directamente a través del centro de otra. El recorrido en línea recta de la galaxia enana azul provocó una perturbación en la materia de La Diana, y generó ondas que se propagaron tanto hacia el interior como hacia el exterior y desencadenando nuevas regiones de formación estelar.

¿Cuál es el tamaño de esta impresionante estructura? Para ponerlo en perspectiva, la Vía Láctea mide aproximadamente 100.000 años-luz de diámetro, mientras que La Diana alcanza un asombroso diámetro de 250.000 años-luz, más del doble de nuestra galaxia.

Gracias a la visión nítida del Hubble, los investigadores pudieron trazar con precisión la mayoría de los anillos, muchos de los cuales se encuentran agrupados en el centro. «Sin la capacidad de resolución del Hubble, este análisis habría sido imposible», subraya Pasha en la nota de prensa de la NASA.

Un décimo anillo que se desvaneció

El equipo utilizó el telescopio Keck, situado cerca de la cima del volcán inactivo de Hawái del mismo nombre, a 4.205 m, para confirmar un anillo adicional, y sospecha que existió un décimo, ahora desvanecido e indetectable. Según sus estimaciones, este último podría haber estado ubicado hasta tres veces más lejos que el anillo más externo visible en la imagen del Hubble.

Pasha también descubrió una fascinante conexión entre La Diana y una teoría astronómica establecida hace tiempo: los anillos de la galaxia parecen expandirse hacia el exterior casi exactamente como lo predijeron los modelos teóricos.

«Esta teoría fue formulada anticipando que algún día se encontraría una galaxia con tantos anillos —comenta Van Dokkum—. Es sumamente gratificante confirmar una predicción tan antigua con la galaxia La Diana».

Esta ilustración muestra la galaxia La Diana de frente, con círculos punteados marcando sus anillos, formados tras el paso de una galaxia enana azul hace 50 millones de años. Hubble ayudó a precisar su ubicación, y datos de Keck confirmaron otro anillo. Cortesía: NASA, ESA, Ralf Crawford (STScI)

Si la galaxia pudiera observarse desde un ángulo completamente cenital, quedaría aún más claro que sus anillos no están distribuidos uniformemente como los de una diana de tiro al blanco. La imagen del Hubble la muestra con una ligera inclinación. «Si pudiéramos mirarla directamente desde arriba, los anillos aparecerían como círculos concéntricos, más compactos en el centro y cada vez más espaciados a medida que se expanden», explica Pasha.

Como una piedra lanzada a un estanque

Para comprender la formación de estos anillos, se puede imaginar una piedra cayendo en un estanque: el primer anillo se expande y, con el tiempo, se convierte en el más grande, mientras que los sucesivos se van formando gradualmente.

Los astrónomos sospechan que los dos primeros anillos de La Diana se generaron rápidamente y se propagaron en círculos más amplios. La formación de los anillos siguientes probablemente fue más escalonada, a medida que el impacto de la galaxia enana azul afectaba a distintas regiones de La Diana.

Aunque las órbitas individuales de las estrellas permanecieron casi intactas, los grupos estelares se amontonaron, dando forma a anillos distinguibles a lo largo de millones de años. Por otro lado, el gas se desplazó hacia el exterior y se mezcló con el polvo, lo que desencadenó la formación de nuevas estrellas y haciendo que los anillos de la galaxia La Diana brillen intensamente.

Aún queda mucho por descubrir sobre la evolución de esta estructura, como qué estrellas ya existían antes del impacto y cuáles se formaron después. Los astrónomos también podrán mejorar los modelos que predicen cómo la galaxia evolucionará a lo largo de miles de millones de años, incluyendo la posible desaparición de anillos adicionales.

Aunque este hallazgo fue completamente fortuito, los astrónomos esperan encontrar en el futuro más galaxias similares a La Diana. «Cuando el telescopio espacial Nancy Grace Roman de la NASA entre en funcionamiento, [su lanzamiento está previsto para mayo de 2027], la detección de objetos inusuales será mucho más sencilla —dice Van Dokkum. Y concluye—: Eso nos permitirá entender con mayor claridad cómo de raros son realmente estos espectaculares eventos cósmicos». ▪️

  • Información facilitada por la NASA

  • Fuente: Imad Pasha, Pieter G. van Dokkum, Qing Liu (刘青), William P. Bowman, Steven R. Janssens, Michael A. Keim, Chloe Neufeld, and Roberto Abraham. The Bullseye: HST, Keck/KCWI, and Dragonfly Characterization of a Giant Nine-ringed Galaxy. The Astrophysical Journal Letters (2025). DOI: 10.3847/2041-8213/ad9f5c

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