Descubren cañones gigantes en la Luna esculpidos por el impacto brutal de un asteroide
Científicos identifican dos enormes cañones en la Luna, comparables al cañón del Colorado, formados en cuestión de minutos por un impacto cósmico. Este hallazgo revela nuevas claves sobre la historia lunar y la futura exploración espacial.
Por Enrique Coperías
Vista orbital de la cuenca de impacto del anillo pico —un tipo de cráter de impacto caracterizado por la presencia de un anillo elevado dentro de la cuenca, en lugar de una sola montaña central— de Schrödinger y dos cañones radiales tallados por los materiales lanzados por el impacto. NASA\SVS\Ernest T. Wright.
Nuestro satélite sigue revelando secretos sorprendentes sobre su formación y evolución. En el último número de la revista Nature Communications, David A. Kring y Danielle P. Kallenborn, del Lunar and Planetary Institute, en la Universities Space Research Association; y Gareth S. Collins, del Departamento de Ciencias de la Tierra e Ingeniería, en Imperial College London, anuncian el descubrió de dos cañones lunares, de dimensiones comparables al Gran Cañón de Estados Unidos.
Pero esto no es todo: al parecer, la pareja de cañones se formó en un lapso de menos de diez minutos debido a un impacto masivo en la superficie lunar. Estos cañones, conocidos como Vallis Schrödinger y Vallis Planck, se originaron por el material expulsado tras el choque de un asteroide o un cometa en la región del cráter Schrödinger, una de las estructuras geológicas más intrigantes de la Luna.
El cráter Schrödinger, de unos 320 km de diámetro y 4,5 km de profundidad, se encuentra cerca del polo sur lunar y es uno de los sitios más prometedores para la exploración del programa Artemis, que enviará astronautas a la Luna en los próximos años.
Un impacto que recuerda al que acabó con los dinosaurios
Su estudio es clave no solo para entender la historia de impactos cósmicos en la Luna, sino también porque este cráter es el mejor análogo visible en la superficie de un impacto en la Tierra que cambió la historia: el cráter Chicxulub de México, asociado a la extinción de los dinosaurios, hace 66 millones de años.
Los tres investigadores analizaron imágenes y datos topográficos de la Luna tomados por la sonda Lunar Reconnaissance Orbiter, lanzada por la NASA en 20019 para la exploración de nuestro satélite natural. Kring, Kallenborn y Collins descubrieron que el impacto que formó el cráter Schrödinger no solo excavó un enorme agujero en la superficie lunar, sino que también arrojó material en todas direcciones.
Este cataclismo generó flujos de rocas que, al impactar nuevamente contra el suelo, excavaron los dos enormes cañones recién identificados. Vallis Schrödinger mide unos 270 km de largo, 20 km de ancho y 2.7 km de profundidad, mientras que Vallis Planck alcanza los 280 km de longitud, 27 km de ancho y 3.5 km de profundidad.
Anchura y profundidad del Gran Cañón, a lo largo del sendero Bright Angel, desde el sur hasta el borde norte, comparado con la anchura y profundidad de Vallis Planck, uno de los grandes cañones de la Luna. Los colores muestran escalones de elevación de 500 metros. Crédito: Credit: David A. Kring, Danielle P. Kallenborn, and Gareth S. Collins
Una fuerza equivalente a cientos de pruebas nucleares
El estudio de los cañones Vallis Schrödinger y Vallis Planck ha permitido que los científicos calculen la velocidad de los fragmentos de roca expulsados, que alcanzaron hasta 1.28 km/s, es decir, aproximadamente la mitad de la velocidad necesaria para escapar de la atracción gravitatoria de la Luna.
Estos fragmentos impactaron en la superficie con tal energía que su fuerza fue equivalente a cientos de pruebas nucleares combinadas, lo que esculpió los cañones en cuestión de minutos.
Uno de los hallazgos más importantes del estudio es que el impacto que generó el cráter Schrödinger fue asimétrico, lo que significa que el material expulsado no se distribuyó uniformemente alrededor del cráter. En cambio, la mayor parte de los escombros fueron lanzados lejos del polo sur lunar.
Los astronautas podrán acceder a rocas de más de 4.000 millones de año
Esto es una excelente noticia para la misión Artemis, ya que significa que los astronautas podrán acceder a rocas extremadamente antiguas, de más de 4.000 millones de años, sin que estén cubiertas por una capa gruesa de escombros recientes. Estas muestras serán clave para entender no solo la historia de la Luna, sino también la evolución del Sistema Solar y la formación de planetas como la Tierra.
Este descubrimiento también resalta las diferencias entre los procesos geológicos en la Tierra y en la Luna. Mientras que el Gran Cañón de Arizona se formó a lo largo de millones de años, debido a la erosión del agua, los cañones lunares se originaron casi instantáneamente por el impacto de rocas expulsadas a velocidades extremas. Esto subraya cómo los impactos cósmicos han moldeado profundamente la superficie lunar a lo largo de su historia.
En definitiva, este estudio no solo amplía nuestro conocimiento sobre los impactos cósmicos y la formación de la Luna, sino que también tiene implicaciones directas para la exploración espacial. La misión Artemis podría aprovechar estos hallazgos para seleccionar los mejores sitios de aterrizaje y maximizar la recolección de muestras científicamente valiosas. Así, los grandes cañones de la Luna se convierten en una ventana hacia el pasado remoto de nuestro satélite y del propio Sistema Solar. ▪️
Fuente: Kring, D. A., Kallenborn, D. P. & Collins, G. S. Grand canyons on the Moon. Nature Communications (2025). DOI: https://doi.org/10.1038/s41467-024-55675-z