Crean unos ratones con un pelaje que recuerda al de los extintos mamuts
Científicos han logrado recrear el pelaje del mamut lanudo en ratones mediante edición genética, lo que nos acerca un paso más al sueño de revivir a aquellos gigantes de la Edad de Hielo.
Por Enrique Coperías
Por primera vez, los científicos han logrado crear ratones lanudos con genes de mamut. Cortesía: Colossal Biosciences
Desde su fundación en 2021, la empresa de biotecnología Colossal Biosciences, con sede en Dallas (Estados Unidos), ha trabajado en la ambiciosa tarea de traer de vuelta al mamut lanudo (Mammuthus primigenius), así como a otras especies extintas, como el pájaro dodo y el tigre de Tasmania.
A diferencia de otras especies extintas, los mamuts desaparecieron hace apenas 4.000 años, con sus últimos representantes confinados en una isla al norte de Siberia, y su ADN ha sido relativamente bien conservado en restos fósiles encontrados en el permafrost ártico. Para su proyecto de desextinción, los científicos de Colossal han recopilado y analizado los genomas de casi sesenta mamuts recuperados.
El proceso para revivir especies extintas es teóricamente sencillo, pero en la práctica extremadamente complejo. La estrategia consiste en identificar los genes responsables de los rasgos clave que diferenciaban al mamut del elefante asiático (Elephas maximus), su pariente vivo más cercano. Luego, estos genes deben ser editados en células madre de elefante, para posteriormente insertar esas células modificadas en un embrión de elefante.
Ante múltiples desafíos técnicos y éticos
En otro enfoque, se podría editar directamente un cigoto recién concebido. Finalmente, el embrión editado se implantaría en el útero de una elefanta, cuyo período de gestación dura veintidós meses. Si el proceso funcionara correctamente, al cabo de casi dos años podría nacer un mamut en la era moderna. Sin embargo, existen múltiples desafíos técnicos y éticos que hacen que esta tarea sea poco práctica a corto plazo.
El mayor obstáculo es el tiempo y la cantidad de experimentación necesaria para garantizar que los genes editados se expresen correctamente. La única forma de comprobar si los cambios genéticos realmente funcionan sería permitir que los embriones editados se desarrollen completamente, lo que implica esperar casi dos años por cada experimento.
Por otro lado, los elefantes son animales altamente inteligentes y sociales, además de estar en peligro de extinción, lo que complica aún más la posibilidad de utilizarlos como sujetos experimentales.
Siete genes del pelaje de los mamuts
Ante estos problemas, Colossal decidió echar mano ratones como modelo experimental. Los ratones tienen un genoma más fácil de manipular con la tecnología de edición genética CRISPR/Cas9, conocida vulgarmente como cortapega genético; y su gestación dura solo veinte días, lo que permite ciclos de experimentación mucho más rápidos.
En el estudio más reciente, los investigadores de Colossal identificaron siete genes responsables de las características del pelaje del mamut, que determinan, entre otras características, su textura gruesa, rizada y larga.
También hallaron un gen involucrado en la producción de melanina, el pigmento que daba al mamut su distintivo color dorado-marrón, y otro gen clave en el metabolismo de los lípidos, crucial para la adaptación al frío.
Una pareja de ratones lanudos, en el laboratorio de Colossal Biosciences.
250 embriones de ratón
Utilizando la tecnología CRISPR, los científicos editaron estos genes en células madre y en embriones de ratón. Sin embargo, el proceso no fue sencillo. A lo largo de cinco rondas de experimentación, Colossal produjo cerca de 250 embriones, de los cuales menos de la mitad lograron desarrollarse hasta la fase de blastocisto (entre doscientas y trescientas células), en la que fueron implantados en más de una docena de hembras sustitutas.
De estos experimentos nacieron 38 crías de ratón, todas con el característico pelaje dorado y lanudo del mamut, así como con una actividad lipídica acelerada similar a la de su pariente prehistórico.
Según los científicos de Colossal, este avance no implica que estén más cerca de clonar un mamut, pero sí representa un paso crucial en el proceso. «El proyecto del ratón lanudo no nos acerca directamente a un mamut, pero valida el trabajo que estamos haciendo en el camino hacia su desextinción», explica Ben Lamm, CEO de Colossal. Y añade—: Demuestra que nuestra estrategia de edición genética funciona y que podemos aplicarla con eficiencia».
Manipular muchos genes a la vez
«Ver estos ratones es un poco como mirar al pasado, pero con un telescopio muy selectivo. Esta tecnología ofrece una oportunidad emocionante para poner a prueba algunas de nuestras ideas sobre organismos extintos — ha declarado Louise Johnson, bióloga evolutiva de la Universidad de Reading (Reino Unido), al portal Science Media Centre (SMC) España. Y añade—: Lo que se ha hecho aquí no es trivial, pero de las diez mutaciones diferentes introducidas en los ratones, solo unas pocas provocan que el gen del ratón se acerque a un gen de mamut conocido. El resultado muestra que es posible manipular genéticamente muchos genes a la vez y seguir produciendo algunos ratones vivos al final del proceso».
No cabe duda de que la combinación de diferentes tecnologías de vanguardia ha permitido a los científicos de Colossal generar numerosos ratones, con diferentes combinaciones de genes editados —el ratón que acumula más mutaciones tiene siete genes editados—, que muestran un aspecto y características que recuerdan a las del mamut lanudo, según ha declarado Lluís Montoliu, investigador en el Centro Nacional de Biotecnología (CNB-CSIC) y en el CIBERER-ISCIII, al portal Science Media Centre (SMC) España.
Por ejemplo, la inactivación del gen Mc1r transforma el color oscuro del pelo en un tono amarillento o rojizo, similar al de las personas y animales pelirrojos, y al que caracterizaba al mamut lanudo. Por su parte, la desconexión del gen Fgf5 provoca un crecimiento capilar hasta tres veces más largo de lo habitual.
Un gen de mamut para almacenar grasa corporal
«La inactivación de los genes Fam83g, Fzd6, Tgm3, Astn2, Krt25, Tgfa y Krt27 altera el patrón de crecimiento del pelo, que empieza a curvarse, con rizos, y a hacerse más grueso, como tenía el mamut —explica Montolui. Y añade—: El aspecto final del ratón así editado es el de un ratón lanudo, con un pelo de textura gruesa, largo, rizado y pelirrojo, similar al que tenía el mamut, y seguramente mucho más preparado para resistir las bajas temperaturas que los ratones silvestres no modificados»
Asimismo, los científicos de Colossal han editado el gen Fabp2, implicado en el metabolismo de lípidos, ya que se cree que este contribuyó en los mamuts al almacenamiento de grasa corporal, un rasgo clave para su aislamiento térmico y supervivencia en los largos inviernos de la Edad de Hielo.
En palabras de Johnson, «los investigadores han conseguido orientar el genoma del ratón en la dirección de un genoma de mamut, lo cual es una novedad. Y continúa —: Es un trabajo interesante, pero la idea de que podamos traer de vuelta algo de la extinción es una falsa esperanza».
En Colossal tienen otra visión bien distinta. Aunque, el camino por recorrer es largo, creen que lograrán la desextinción de estos paquidermos lanudos. Un mamut no es solo su pelaje y su metabolismo; para completar su resurrección, los científicos deben editar docenas de otros genes que regulan su sistema circulatorio, metabolismo resistente al frío y la distribución precisa de grasa en su cuerpo.
Además del mamut, los científicos de Colossal aspiran a traer de vuelta al dodo o dronte, un ave no voladora que se extinguió a finales del siglo XVII. Cortesía: Ballista
Una estrategia para conservar especies
Estos cambios primero tendrán que probarse en más modelos de ratón antes de intentar aplicarlos en elefantes.
Según fuentes de Colossal, este trabajo no solo busca traer de vuelta al mamut, sino que también forma parte de un esfuerzo mayor para desarrollar tecnología de desextinción aplicable a otras especies extintas. Además del mamut, Colossal también trabaja en la resurrección del dodo (Raphus cucullatus) y del tilacino (Thylacinus cynocephalus), también conocido como el tigre de Tasmania.
Para Colossal, la tecnología de desextinción no solo es una fascinante aventura científica, sino una estrategia con potencial impacto en la conservación. Se estima que, para 2050, hasta un 50 % de las especies del planeta podrían haber desaparecido debido al cambio climático y la actividad humana.
Algunas proyecciones más conservadoras, como las del Centro para la Diversidad Biológica, sitúan la cifra en un 35 %, pero incluso este nivel de pérdida de biodiversidad podría causar graves problemas ecológicos, como degradación de hábitats, la proliferación de especies invasoras y los riesgos para la seguridad alimentaria humana.
Revivir y fortalecer
Ante esta crisis ambiental, la desextinción podría ofrecer soluciones alternativas. Restaurar especies desaparecidas o fortalecer la resistencia genética de especies en peligro de extinción para que puedan adaptarse a los cambios ambientales podría convertirse en una herramienta clave en la lucha por preservar la biodiversidad.
Sin embargo, los científicos advierten que la edición genética no debería reemplazar las estrategias de conservación tradicionales, sino complementarlas. «No argumentamos que la edición genética deba usarse en lugar de los enfoques tradicionales de conservación —enfatiza Beth Shapiro, directora científica de Colossal—. Es un caso de sumar herramientas para ayudar a las especies a sobrevivir».
«Este experimento que reportan Church [George Church, genetista de Harvard y fundador, junto a Ben Lamn, de Colossal] y los investigadores de la empresa Colossal permite demostrar su capacidad para introducir cambios genéticos precisos en un ratón, derivados de las diferencias genéticas encontradas en el genoma del mamut», explica Montoliu, investigador en el Centro Nacional de Biotecnología (CNB-CSIC) y en el CIBERER-ISCIII, al portal Science Media Centre (SMC) España.
La combinación de diferentes tecnologías de vanguardia ha permitido a los científicos de Colossal generar numerosos ratones, con diferentes combinaciones de genes editados —el ratón que acumula más mutaciones tiene siete genes editados—, que muestran un aspecto y características que recuerdan a las del mamut lanudo. Cortesía: Cortesía: Colossal Biosciences
«No, todavía no han desextinguido ningún mamut, pero sí que han mostrado el efecto que tienen algunas variantes genéticas encontradas en el genoma del mamut usando ratones como sistema experimental de validación de los efectos que producen dichas mutaciones —comenta Montoliu. Y continúa—: Un nuevo éxito incontestable de Church que vuelve a demostrar su excelencia técnica para dejar boquiabiertos tanto a sus seguidores como a sus críticos».
Este experimento con ratones genéticamente modificados demuestra que la ciencia está avanzando hacia la posibilidad de revivir especies extintas, aunque aún quedan muchos obstáculos por superar. Con cada nuevo descubrimiento, los científicos se acercan más a responder una de las preguntas más intrigantes de la biología moderna: ¿será posible traer de vuelta a los gigantes del pasado? El tiempo lo dirá. ▪️
Información facilitada por Colossal Biosciences
Fuente: Rui Chen, Kanokwan Srirattana, Melissa L. Coquelin, Rafael Vilar Sampaio, Raphael Wilson, Rakesh Ganji, Jacob Weston, Alba Ledesma, Jessie Beebe, Jacob Sullivan, Yiren Qin, J. Chris Chao, James Papizan, Anthony Mastracci IV, Ketaki Bhide, Jeremy Mathews, Rorie Oglesby, Mitra Menon, Tom van der Valk, Austin Bow, Brandi L. Cantarel, Matt James, James Kehler, Love Dalén, Ben Lamm, George M. Church, Beth Shapiro, Michael E. Abrams. Multiplex-edited mice recapitulate woolly mammoth hair phenotypes. bioRxiv (2025). DOI: https://doi.org/10.1101/2025.03.03.641227