El radiotelescopio ASKAP descubre 15 deslumbrantes radiogalaxias gigantes
Un equipo de astrónomos ha descubierto quince radiogalaxias gigantes, colosos cósmicos que se extienden a lo largo y ancho de millones de años luz. El hallazgo, logrado con el radiotelescopio ASKAP, pone en el mapa cósmico algunas de las estructuras más grandes jamás observadas en el universo.
Por Enrique Coperías
Vista general del campo ASKAP 944 MHz del Sculptor, con las imágenes superpuestas y ampliadas de las 15 radiogalaxias gigantes recientemente detectadas. Crédito: arXiv (2025). DOI: 10.48550/arxiv.2504.07314
En los confines más lejanos del universo habitan estructuras colosales que desafían nuestra comprensión del cosmos. Entre ellas, se encuentran las radiogalaxias gigantes (GRG, por sus siglas en inglés), enormes formaciones cuya extensión puede alcanzar varios millones de años luz.
Ahora, un equipo de astrónomos liderado por Bärbel S. Koribalski, del Australia Telescope National Facility, ha llevado a cabo un descubrimiento notable: una quincena de nuevas radiogalaxias gigantes ubicadas en una región celeste conocida como la constelación de Sculptor, a 12,9 millones de años luz de la Vía Láctea.
El hallazgo ha sido posible gracias a la matriz de radiotelescopios ASKAP (Australian Square Kilometre Array Pathfinder), 36 antenas parabólicas idénticas, cada una de 12 metros de diámetro, que miran al cielo desde el Medio Oeste de Australia. ASKAP destaca por su capacidad de observar amplias áreas del cielo con gran resolución y sensibilidad, ideal para detectar estructuras tenues y extensas como son los lóbulos de las radiogalaxias gigantes.
Sistemas galácticos que emiten intensas ondas de radio
En este caso, el área estudiada abarca unos 40 grados cuadrados, en las cercanías de la galaxia espiral barrada NGC 253, también conocida cómo la Galaxia de la Moneda de Plata. Esta región fue seleccionada inicialmente por los astrónomos para buscar señales asociadas al evento de ondas gravitacionales GW190814, que fue detectado en 2019.
Las GRG son sistemas galácticos activos que emiten intensas ondas de radio, no solo desde su núcleo de estrellas, sino también desde enormes lóbulos de plasma que se extienden a ambos lados de la galaxia. Estas estructuras se alimentan de chorros de partículas expulsadas por un agujero negro supermasivo en el centro de la galaxia. Su tamaño es descomunal: superan el millón de parsecs —o lo que es lo mismo, más de tres millones de años luz—, lo que las convierte en algunas de las mayores estructuras del universo.
Lo que distingue a las radiogalaxias gigantes de otras fuentes de radio es precisamente su tamaño. Por definición, estas galaxias presentan una extensión lineal superior a 0,7 megapársecs (unos 2,3 millones de años luz), y muchas superan ampliamente el megapársec.
Esta característica no solo las convierte en algunos de los objetos individuales más grandes del universo conocido, sino también en testigos privilegiados de los procesos físicos más energéticos que ocurren en los núcleos galácticos activos.
Su estudio es crucial para la astronomía, ya las GRG que actúan como testigos del pasado: la forma y distribución de sus lóbulos revelan detalles sobre la evolución galáctica, las características del medio intergaláctico y los ciclos de actividad de su núcleo activo.
Algunas de las radiogalaxias gigantes cazadas por el radiotelescopio ASKAP en la región del campo de Sculptor. Crédito: arXiv (2025). DOI: 10.48550/arxiv.2504.07314
Quince nuevos gigantes cósmicos
Koribalski y sus colegas han identificado un total de quince radiogalaxias gigantes con tamaños angulares mayores a cinco minutos de arco y longitudes físicas superiores a un megapársec. Entre ellas destacan tres verdaderos colosos, con dimensiones ¡más de cien veces el diámetro de la Vía Láctea!:
✅ ASKAP J0057–2428, con una extensión de 8.8 millones de años luz.
✅ ASKAP J0059–2352, que se extiende hasta los 11,4 millones de años luz.
✅ ASKAP J0107–2347, la mayor del conjunto, con una longitud de 12,4 millones de años luz.
Estas cifras posicionan a estas radiogalaxias entre las más grandes jamás observadas.
Tras analizar los datos obtenidos por el radiotelescopio ASKAP en la región del campo de Sculptor, el equipo de Koribalski ha conseguido catalogar 232 galaxias que emiten radiación en frecuencias de radio y que, además, presentan estructuras extensas, es decir, que sus emisiones no se limitan a un punto central, sino que se extienden visiblemente en el espacio, generalmente en forma de lóbulos o chorros, según informa en Publications of the Astronomical Society of Australia.
De ellas, un 33% supera los 0,7 megapársec y un 15% sobrepasa el megapársecc, lo que se traduce en una densidad de unas 0,9 radiogalaxias gigantes por grado cuadrado, una cifra en concordancia con estudios astronómicos anteriores.
Diversidad de formas y estructuras
La diversidad morfológica de las radiogalaxias gigantes es notable, y permite clasificarlas en distintos tipos según la forma y el brillo de sus lóbulos de radio. Las del tipo FR I se caracterizan por presentar lóbulos brillantes cerca del núcleo, que se desvanecen progresivamente hacia los extremos, mientras que las FR II muestran lóbulos más prominentes en sus bordes, con puntos brillantes o hotspots en los extremos; en estas, el núcleo generalmente es menos visible.
Existe también una categoría intermedia conocida como HyMoRS, que combina rasgos de ambos tipos anteriores, con un lóbulo de morfología FR I y otro de tipo FR II.
Además de estas formas clásicas, Koribalski observó otras morfologías menos comunes, como las galaxias de cola curvada, que suelen encontrarse en cúmulos galácticos donde el entorno denso curva los chorros de radio, y las llamadas galaxias remanentes, cuyas emisiones son muy tenues y difusas, lo que indica que su núcleo activo lleva tiempo apagado.
El caso raro de una GRG espiral
Entre los ejemplos más representativos de este catálogo de GRG hallado en el campo de Sculptor destaca ASKAP J0037–2752, una galaxia del tipo FR II que presenta lóbulos asimétricos y un núcleo brillante, con una extensión de 5,5 millones de años luz. Otra fuente singular es ASKAP J0044–2317, una posible galaxia híbrida cuya estructura es marcadamente desigual: uno de sus lóbulos es casi circular, mientras que el otro es estrecho y curvado.
También sobresale ASKAP J0050–2135, un caso llamativo de galaxia FR I con chorros visiblemente curvados y una longitud total de 3,9 millones de años luz. Por último, ASKAP J0059–2352 sobresale por ser una de las radiogalaxias gigantes más lejanas y extensas del estudio, aunque su interpretación no está del todo clara, ya que podría tratarse de una única galaxia muy grande o de varias fuentes alineadas por coincidencia visual.
Koribalski menciona en su estudio un raro ejemplo de una radiogalaxia con morfología espiral (ASKAP J0045–2501), cuando lo común es que las GRG estén alojadas en galaxias elípticas.
El entorno sí importa
Otro aspecto clave del estudio es el análisis del entorno cósmico donde se encuentran estas galaxias. Muchas se sitúan en cúmulos galácticos, donde la interacción con el medio puede curvar los chorros y afectar a su evolución. Algunas radiogalaxias gigantes parecen surgir en fusiones galácticas, lo cual podría explicar la reactivación de su agujero negro central.
El medio intergaláctico actúa como un lienzo que moldea las formas de estas galaxias: cuanto más denso es, más resistencia ofrece a los chorros; si es más tenue, permite que se expandan con mayor libertad.
En palabras de Koribalski , este trabajo no solo amplía el registro de GRG conocidas, sino que aporta datos clave sobre su diversidad morfológica, su ciclo de vida y su distribución en el universo. Además, demuestra el enorme potencial del telescopio ASKAP para la radioastronomía y, como no puede ser de otra manera, marca el camino para investigaciones aún más profundas con el futuro SKA (Square Kilometre Array). Este es un ambicioso proyecto internacional para construir el radiotelescopio más grande y sensible del mundo, con una superficie colectora total de un kilómetro cuadrado y que combina miles de antenas distribuidas principalmente en Australia y Sudáfrica.
Las radiogalaxias gigantes siguen siendo un misterio fascinante. Entender cómo alcanzan tales proporciones y por qué solo algunas galaxias lo logran es un desafío aún abierto. Estudios como este nos acercan a desentrañar el papel de estos colosos cósmicos en la evolución del universo a gran escala.▪️
Fuente: B.S. Koribalski. ASKAP Discoveries of Giant Radio Galaxies in the Sculptor field. arXiv (2025). DOI:
https://doi.org/10.48550/arXiv.2504.07314