Arqueología: una nube de cenizas del Vesubio convirtió el cerebro de un hombre en vidrio

Una víctima de unos 20 años hallada en Herculano tenía dentro de su cráneo una masa vítrea y negruzca: su materia gris cristalizada. Este cerebro convertido en vidrio orgánico tras la erupción del Vesubio en el 79 d. C. ha desconcertado a los científicos.

Por Enrique Coperías

El cerebro del hombre fue vitrificado antes de ser enterrado en cenizas volcánicas..

El cerebro del hombre fue vitrificado antes de ser enterrado en cenizas volcánicas. Cortesía: Pier Paolo

Un extraño y oscuro vidrio orgánico, hallado en el interior del cráneo de un individuo que murió en Herculano durante la erupción del Monte Vesubio en el año 79 d. C., representa un fenómeno sin precedentes en la historia de la conservación de tejidos humanos.

Investigadores de la Universidad de Roma III, en Italia, han determinado que este vidrio se formó por la vitrificación a alta temperatura del cerebro, y que constituye el primer caso documentado en el mundo de este tipo de preservación arqueológica.

El hallazgo, descrito en un estudio publicado en la revista Scientific Reports, es particularmente relevante porque el vidrio cerebral se ha mantenido intacto durante casi 2.000 años, hasta el extremo de que se ha conservado incluso estructuras neuronales.

El enigma del vidrio orgánico

Mediante análisis científicos avanzados, los investigadores han logrado reconstruir las condiciones extremas bajo las cuales el tejido cerebral se transformó en vidrio. Este avance proporciona nuevos conocimientos sobre los efectos de las erupciones volcánicas en los cuerpos humanos.

La formación natural de vidrio es un fenómeno poco común, ya que requiere condiciones muy específicas. Para que un material adquiera esta estructura, su estado líquido debe enfriarse tan rápido que no cristalice al solidificarse. En el caso de vidrios orgánicos, esto es aún más raro, ya que el agua —componente principal de los tejidos biológicos— normalmente se evapora o se degrada a altas temperaturas en lugar de vitrificarse.

Hasta ahora, el único caso documentado de un vidrio orgánico natural fue descubierto en 2020 en Herculano, pero no se comprendía completamente su origen. El nuevo estudio confirma que este material, encontrado dentro del cráneo y la médula espinal de un joven de unos veinte años, probablemente el guardián del Collegium Augustalium, se formó en condiciones térmicas extremas y únicas.

El proceso de vitrificación: un evento letal e instantáneo

Guido Giordano y su equipo de la Universidad de Roma III analizaron fragmentos del vidrio cerebral utilizando microscopía electrónica de barrido (SEM), espectroscopia de dispersión de energía (EDS) y calorimetría diferencial de barrido (DSC). Sus resultados revelaron que el cerebro tuvo que haber sido expuesto a temperaturas superiores a 510 °C antes de enfriarse abruptamente.

El estudio descarta que la vitrificación se debiera únicamente a los flujos piroclásticos que sepultaron Herculano, ya que estos no superaron los 465 °C y su enfriamiento fue gradual. En cambio, los investigadores proponen que el primer evento mortal de la erupción volcánica fue una nube de ceniza sobrecalentada y efímera, con temperaturas mucho más altas, que impactó la ciudad antes de disiparse rápidamente.

Esta nube de ceniza volcánica habría elevado la temperatura del cuerpo del joven a más de 510 °C en cuestión de segundos, seguida de un enfriamiento drástico cuando la nube volcánica desapareció. La rapidez del enfriamiento fue clave para la formación del vidrio orgánico, ya que impidió que el tejido cerebral humano se degradara por completo.

Los científicos han descubierto redes de neuronas conservadas en el cerebro de vidrio de un antiguo romano.

Los científicos han descubierto redes de neuronas conservadas en el cerebro de vidrio de un antiguo romano.

Conservación de estructuras cerebrales

Lo más sorprendente de este descubrimiento arqueológico es que el vidrio orgánico no solo preservó la composición química del cerebro humano, sino que también conservó estructuras neuronales complejas. Investigaciones con microscopía electrónica revelaron redes de neuronas, axones y otros elementos del sistema nervioso, algo nunca antes documentado en restos arqueológicos de esta antigüedad.

Los análisis químicos del material indicaron la presencia de proteínas y ácidos grasos característicos del cerebro humano y del sebo capilar. La composición del vidrio cerebral es predominantemente carbono y oxígeno, con trazas de sodio, cloro, potasio, magnesio, aluminio y silicio.

Además, pruebas de calorimetría diferencial mostraron que el vidrio cerebral comenzó a relajarse y descomponerse a partir de los 510 °C en experimentos de laboratorio, lo que respalda la hipótesis de que el proceso de vitrificación cerebral ocurrió a temperaturas superiores a este umbral.

Implicaciones científicas y arqueológicas

Situada a unos 17 kilómetros de Pompeya, a la sombra del Vesubio, la antigua ciudad romana de Herculano quedó completamente aniquilada tras la erupción, y muchos de sus habitantes permanecieron sepultados en un manto de ceniza durante casi dos milenios.

«La mayoría de las víctimas fueron encontradas en el puerto, porque acertadamente se asustaron y escaparon. Fueron a esperar el rescate del mar», dice Girordano. Pero el hombre joven al que se le vitrificó el encéfalo, por alguna razón, no lo hizo. «No sabemos si estaba borracho, si estaba muerto, si simplemente no le importaba, pero estaba tumbado en la cama en una casa del centro de la ciudad», comenta Girordano.

Sobre estas líneas, cuerpo carbonizado del guardián en su cama de madera dentro del Collegium Augustalium; se han encontrado restos cerebrales vitrificados dentro de su cráneo.

Sobre estas líneas, cuerpo carbonizado del guardián en su cama de madera dentro del Collegium Augustalium; se han encontrado restos cerebrales vitrificados dentro de su cráneo.

Este descubrimiento científico no solo ofrece información invaluable sobre las víctimas de la erupción del Vesubio, sino que también plantea nuevas preguntas sobre la posibilidad de encontrar más casos de vitrificación en contextos geológicos extremos.

Desde una perspectiva científica, el estudio amplía nuestro conocimiento sobre la formación de vidrios orgánicos y su conservación en la naturaleza. Para la arqueología y la bioantropología forense, el hallazgo arqueológico abre una nueva ventana para entender cómo los tejidos humanos pueden preservarse en circunstancias extremas.

Este caso único de vitrificación cerebral en Herculano es un testimonio escalofriante del poder destructivo del Vesubio en el año 79 d.C., pero también una oportunidad sin precedentes para explorar los límites de la conservación de materia orgánica en la historia de la humanidad. ▪️

  • Fuente: Giordano, G., Pensa, A., Vona, A. et al. Unique formation of organic glass from a human brain in the Vesuvius eruption of 79 CE. Scientific Reports (2025). https://doi.org/10.1038/s41598-025-88894-5

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