Yoga terapéutico contra el dolor de la artritis de rodilla
Un nuevo estudio científico demuestra que el yoga puede ser tan eficaz como el ejercicio de fuerza para aliviar el dolor de rodilla causado por la artrosis. Además, mejora la calidad de vida, la movilidad… ¡y hasta el estado de ánimo!
Por Enrique Coperías
El yoga terapéutico aventaja en algunos aspectos a los ejercicios de fortalecimiento clásicos para manejar el dolor de rodilla. Foto: Conscious Design
La artrosis de rodilla es una enfermedad crónica y progresiva que afecta a millones de personas en todo el mundo, especialmente a partir de los cuarenta años. Provoca dolor, rigidez y limita la movilidad, y afecta directamente a la calidad de vida.
La artrosis afecta al cartílago que recubre las superficies articulares de la rodilla. Con el tiempo, este cartílago se va desgastando, lo que provoca fricción entre los huesos, inflamación, dolor, rigidez y pérdida de movilidad en la articulación.
Las causas de la artrosis de rodilla son multifactoriales. El envejecimiento es uno de los factores principales, ya que el cartílago tiende a deteriorarse con los años. Sin embargo, no es el único motivo. El sobrepeso y la obesidad aumentan la carga que soportan las rodillas, lo que acelera el desgaste articular.
Yoga vs. ejercicio de fuerza
También influyen factores genéticos, lesiones previas, como fracturas y roturas de menisco o ligamentos, alteraciones en la alineación de las piernas y actividades laborales o deportivas que implican movimientos repetitivos o sobrecarga de la articulación.
Además, la falta de actividad física adecuada puede debilitar los músculos que sostienen la rodilla, lo que incrementa el estrés sobre la articulación. Por otro lado, algunas personas pueden desarrollar artrosis como consecuencia de enfermedades inflamatorias, caso de la artritis reumatoide, aunque este tipo se considera una forma secundaria.
Aunque el ejercicio físico es una de las recomendaciones médicas más frecuentes para el tratamiento no farmacológico de la artrosis de rodilla, sigue existiendo debate sobre cuál es la mejor opción: ¿los clásicos ejercicios de fortalecimiento muscular o alternativas más integrales como el yoga terapéutico?
Voluntarios con dolor de rodilla
Para responder a esta pregunta, un equipo internacional de investigadores liderado por Benny Antony, de la Universidad de Tasmania, en Australia, ha llevado a cabo un ensayo clínico aleatorizado cuyos resultados recoge la revista JAMA Network Open. En el estudio se compararon directamente los efectos del yoga y del ejercicio de fortalecimiento en personas con artrosis de rodilla durante un período de veinticuatro semanas.
Participaron 117 personas mayores de cuarenta años con dolor de rodilla moderado o intenso. Se dividieron en dos grupos: uno practicó yoga y el otro realizó ejercicios de fuerza, siguiendo un programa estructurado.
Durante las primeras doce semanas, ambos grupos realizaron dos sesiones presenciales y una sesión en casa cada siete días. Luego, de la semana trece a la veinticuatro, continuaron con tres sesiones semanales en casa, de forma autónoma. Todos los participantes contaron con el apoyo de profesionales cualificados y materiales instructivos en vídeo y papel.
El yoga además mejora el estado de ánimo
El objetivo principal del ensayo no fue otro que analizar si el yoga podía reducir el dolor de rodilla tanto como el ejercicio de fortalecimiento. Para ello, los investigadores utilizaron la escala visual analógica (VAS), que va de 0 (sin dolor) a 100 mm (máximo dolor). Los resultados fueron claros: después de doce semanas, ambos grupos experimentaron una reducción significativa y muy similar del dolor (alrededor de 17 mm).
Aunque no hubo diferencias estadísticas entre ellos, el yoga demostró ser no inferior al fortalecimiento, lo que en términos clínicos significa que es igualmente efectivo para aliviar el dolor.
Sin embargo, al ampliar el análisis hasta las veinticuatro semanas, el grupo que practicó yoga presentó beneficios adicionales. Estos incluyeron una mayor reducción del dolor según el índice WOMAC, mejoras en la función física, menos rigidez articular, mejor desempeño en la prueba de caminata rápida de 40 metros y un aumento en la calidad de vida.
El enfoque integral del yoga
Además, el yoga también mostró un efecto positivo en el estado de ánimo, con una reducción mayor en los niveles de depresión, medida mediante el cuestionario conocido como PHQ-9. Este test se utiliza para detectar y medir la depresión, y consta de nueve preguntas que evalúan síntomas como el ánimo bajo, la fatiga, los problemas de sueño y la falta de interés.
Estas mejoras pueden explicarse por el enfoque integral del yoga. A diferencia del ejercicio convencional, el yoga combina posturas físicas con técnicas de respiración, relajación y atención plena (mindfulness).
Esto no solo fortalece músculos y potencia la flexibilidad, sino que también reduce el estrés y mejora la percepción del dolor. Además, el grupo de yoga mostró una mayor adherencia al programa domiciliario, lo que podría haber influido positivamente en sus resultados a largo plazo.
El yoga no solo fortalece músculos y potencia la flexibilidad, sino que también reduce el estrés y mejora la percepción del dolor de la artrosis de rodilla. Imagen generada con Gemini
Efectos adversos leves
En cuanto a la seguridad, ambos programas fueron bien tolerados. Los voluntarios reportaron algunos efectos adversos leves, como dolores musculares y molestias articulares, que eran ligeramente más frecuentes en el grupo de yoga, posiblemente debido a la falta de experiencia con algunas posturas. No obstante, no se registraron efectos graves ni diferencias significativas en el número de abandonos entre los grupos.
Este estudio destaca por su rigurosidad metodológica. A diferencia de investigaciones anteriores, no se comparó el yoga con un grupo sin tratamiento o con cuidados habituales, sino con un programa de ejercicio de fortalecimiento con base científica, considerado tratamiento de referencia. Esto refuerza la validez de los resultados y aporta evidencia de alta calidad para los profesionales de la salud y los pacientes.
A pesar de sus fortalezas, los autores señalan algunas limitaciones. La muestra fue algo menor de lo previsto debido a las restricciones por la pandemia, aunque se mantuvo suficiente poder estadístico. Además, todos los participantes eran de una sola región de Australia, lo que podría afectar la generalización de los resultados a otros contextos culturales o sanitarios. Y aunque el seguimiento fue de seis meses, queda por investigar si los beneficios se mantienen a largo plazo.
Las bondades adicionales del yoga terapéutico
En palabras de Antony, este estudio proporciona una base sólida para considerar el yoga como una alternativa eficaz y segura a los ejercicios de fortalecimiento tradicionales en el tratamiento de la artrosis de rodilla. Ambas opciones reducen significativamente el dolor, pero el yoga ofrece además beneficios adicionales en aspectos funcionales, emocionales y de calidad de vida.
Desde una perspectiva clínica, estos resultados apoyan la inclusión del yoga en los planes de tratamiento personalizados, especialmente para personas que buscan enfoques más integrales, disfrutan del componente mental del yoga o tienen dificultades para seguir rutinas de ejercicio convencionales.
Los autores de este trabajo concluyen que el yoga no solo es útil, sino que puede ser una herramienta complementaria valiosa para el tratamiento de la artrosis de rodilla. Su incorporación en la práctica médica puede fomentar la adherencia al tratamiento, mejorar el bienestar global del paciente y ofrecer una alternativa atractiva para quienes desean moverse, fortalecerse y cuidarse… cuerpo y mente. ▪️
Fuente: Abafita BJ, Singh A, Aitken D, et al. Yoga or Strengthening Exercise for Knee Osteoarthritis: A Randomized Clinical Trial. JAMA Network Open (2025). DOI: 10.1001/jamanetworkopen.2025.3698