Vortioxetina, el antidepresivo que combate el cáncer cerebral

El glioblastoma es un tipo de cáncer cerebral incurable y mortal. El antidepresivo vortioxetina destruye las células maligna de este tumor.

Por Peter Rüegg

En caso de que la vortioxetina resulte eficaz en los ensayos clínicos, será la primera vez en las últimas décadas que se descubre un principio activo para mejorar el tratamiento del glioblastoma.

En caso de que la vortioxetina resulte eficaz en los ensayos clínicos, será la primera vez en las últimas décadas que se descubre un principio activo para mejorar el tratamiento del glioblastoma. Ilustración: Joana C. Carvalho

El glioblastoma es un tumor cerebral especialmente agresivo que en la actualidad es incurable. Los oncólogos pueden prolongar la esperanza de vida de los pacientes mediante radioterapia, quimioterapia o intervenciones quirúrgicas. Sin embargo, la mitad de los pacientes mueren en los doce meses siguientes al diagnóstico.

Es difícil encontrar fármacos eficaces contra los tumores cerebrales, ya que muchos de ellos no pueden atravesar la barrera hematoencefálica para llegar al cerebro. Esto limita la elección de posibles tratamientos. Por ello, los neurooncólogos llevan tiempo buscando intensamente mejores fármacos que puedan llegar íntegros al encéfalo y eliminar el tumor.

Investigadores dirigidos por el profesor Berend Snijder, de la Universidad Politécnica de Zúrich (ETH Zurich), en Suiza, han encontrado una sustancia que combate eficazmente los glioblastomas, al menos en el laboratorio: un antidepresivo llamado vortioxetina. Los científicos saben que este fármaco barato, que ya ha sido aprobado por agencias como la FDA de Estados Unidos y Swissmedic, es capaz de atravesar la barrera hematoencefálica, esto es, el muro de permeabilidad altamente selectivo que separa la sangre que circula del fluido extracelular cerebral en el sistema nervioso central.

Ensayo simultáneo con 130 sustancias

El postdoctorado de Snijder y autor principal del estudio, Sohyon Lee, lo encontró utilizando la farmacoscopia, una plataforma de detección especial que los investigadores han desarrollado en ETH Zurich en los últimos años. Los hallazgos del estudio han sido publicados recientemente en la revista Nature Medicine. Para la ejecución de la investigación, los investigadores de la ETH Zurich trabajaron en estrecha colaboración con colegas de varios hospitales, en particular con el grupo de los neurólogos Michael Weller y Tobias Weiss, en el Hospital Universitario de Zúrich (USZ).

Gracias a la farmacoscopia, los investigadores de la ETH Zurich pueden probar simultáneamente cientos de sustancias activas en células vivas de tejido canceroso humano. Su trabajo se centró principalmente en sustancias neuroactivas que atraviesan la barrera hematoencefálica, como antidepresivos, medicamentos contra el párkinson y antipsicóticos. En total, el equipo de investigación probó hasta 130 agentes químicos distintos en tejido tumoral procedente de cuarenta pacientes.

Para determinar qué sustancias tenían efecto sobre las células cancerosas, los investigadores utilizaron técnicas de imagen y análisis informáticos. Anteriormente, Snijder y su equipo solo habían utilizado la plataforma de farmacoscopia para analizar el cáncer de sangre, y derivar de ello opciones de tratamiento.

Los glioblastomas son los primeros tumores sólidos que han investigado sistemáticamente con este método, con vistas a utilizar fármacos ya existentes para nuevos fines.

Ilustración de células tumorales cerebrales malignas de un glioblastoma.

Ilustración de células tumorales cerebrales malignas de un glioblastoma. Crédito: Sohyon Lee y Berend Snijeder / ETH Zúrich

Para la detección, Lee analizó tejido canceroso fresco tomado de pacientes que se habían sometido recientemente a una cirugía en el Hospital Universitario de Zúrich. A continuación, los investigadores de la ETH Zurich procesaron este tejido en el laboratorio y lo examinaron en la plataforma de farmacoscopia. Dos días después, los investigadores obtuvieron resultados que mostraban qué agentes funcionaban en las células cancerosas y cuáles no.

Los resultados pusieron de manifiesto que algunos de los antidepresivos probados, aunque no todos, resultaron inesperadamente eficaces contra las células tumorales. Estos fármacos funcionaron especialmente bien al activar rápidamente una cascada de señalización biológica, que es importante para las células progenitoras neuronales, pero que también suprime la división celular. La vortioxetina resultó ser el antidepresivo más eficaz.

Por qué algunos fármacos neuroactivos funcionan y otros no

Los investigadores de la ETH Zurich también utilizaron un modelo informático para probar la eficacia de más de un millón de sustancias contra los glioblastomas. Descubrieron que la cascada de señalización conjunta de las neuronas y las células cancerosas juega un papel decisivo y explica por qué algunos fármacos neuroactivos funcionan y otros no.

En el último paso, los investigadores del Hospital Universitario de Zúrich probaron la vortioxetina en ratones con glioblastoma. El fármaco también mostró una buena eficacia en estos ensayos, especialmente en combinación con el tratamiento estándar actual.

El grupo de investigadores de la ETH Zurich y el USZ está preparando ahora dos ensayos clínicos. En uno de ellos, los pacientes con glioblastoma serán tratados con vortioxetina junto con el tratamiento estándar (cirugía, quimioterapia, radiación). En el otro, los pacientes recibirán una selección personalizada de fármacos, que los investigadores determinarán para cada individuo mediante la plataforma de farmacoscopia.

Imagen de la reducción de un glioblastoma tras ser tratado con fármacos directamente liberados en el cerebro.

Imagen de la reducción de un glioblastoma tras ser tratado con fármacos directamente liberados en el cerebro.

Un fármaco ampliamente disponible y barato

«La ventaja de la vortioxetina es que es segura y muy rentable —afirma Michael Weller, catedrático del Hospital Universitario de Zúrich, director del Departamento de Neurología y coautor del estudio publicado en Nature Medicine. Y añade—: Como el fármaco ya ha sido aprobado, no tiene que someterse a un complejo procedimiento de autorización, y pronto podría complementar la terapia estándar para este tumor cerebral mortal». Weller espera que los oncólogos puedan utilizarlo pronto.

Sin embargo, advierte a los pacientes y a sus familiares del peligro de obtener vortioxetina por su cuenta y tomarla sin supervisión médica. «Aún no sabemos si el fármaco funciona en humanos y qué dosis se necesita para combatir el tumor, por eso son necesarios los ensayos clínicos. Automedicarse sería un riesgo incalculable», comenta Weller.

También Snijder advierte sobre la posibilidad de precipitarse a la hora de utilizar el antidepresivo en glioblastomas: «Hasta ahora, solo se ha demostrado su eficacia en cultivos celulares y en ratones».

No obstante, cree que este estudio ha logrado un resultado ideal: «Empezamos con este terrible tumor y encontramos fármacos existentes que luchan contra él —explica Snijder. Y concluye—: Mostramos cómo y por qué funcionan, y pronto podremos probarlos en pacientes».

En caso de que la vortioxetina resulte eficaz, será la primera vez en las últimas décadas que se descubre un principio activo para mejorar el tratamiento del glioblastoma. ▪️

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