Un estudio identifica los beneficios y riesgos de los fármacos más populares para adelgazar

Los medicamentos GLP-1 reducen el riesgo de demencia y adicción, pero aumentan el riesgo de problemas renales, pancreáticos y gastrointestinales.

Por Enrique Coperías

Tras varias reformulaciones, marcas como Ozempic y Wegovy surgieron como tratamientos eficaces contra la obesidad. Sin embargo, la ciencia revela múltiples efectos secundarios aún por comprender, ya que los GLP-1, verdaderos fármacos multiusos, afectan al cuerpo de formas complejas que seguimos investigando. Imagen generada con DALL-E

La demanda de medicamentos para adelgazar, como Ozempic y Wegovy, cuyo principio activo es la semaglutida, continúa creciendo, y un estudio reciente revela que uno de cada ocho estadounidenses ha usado o está usando estos fármacos para tratar la diabetes, determinadas enfermedades cardíacas y la obesidad.

Estos medicamentos, conocidos formalmente como agonistas del receptor del péptido-1 similar al glucagón (GLP-1RA), incluyen también marcas como Mounjaro y Zepbound, que contienen tirzepatida. En términos informales, se les ha llamado fármacos milagrosos, debido a la notable pérdida de peso observada en muchos usuarios.

Aunque sus beneficios para la salud están bien documentados, aún hay poca información sobre cómo afectan a todos los órganos del cuerpo.

Buenos para el cerebro, malos para el páncreas y el riñón

Investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington en San Luis y del Sistema de Atención Sanitaria de Asuntos de Veteranos (VA) de San Luis, en Estados Unidos, han realizado un análisis exhaustivo sobre los efectos de estos fármacos. Estudiaron a más de 2 millones de personas con diabetes que usaban estos medicamentos y hallaron beneficios significativos para la salud cognitiva y conductual, aunque también identificaron riesgos aumentados de pancreatitis y problemas renales.

«Nuestro enfoque nos permitió desarrollar un atlas detallado de las asociaciones del GLP-1RA en distintos sistemas orgánicos — explicó uno de los autores en un comunicado de la Universidad de Washington en San Luis. Y añade—: Los resultados proporcionan información sobre beneficios y riesgos previamente desconocidos, útiles para mejorar la atención clínica y orientar futuras investigaciones».

Los medicamentos GLP-1RA, como la liraglutida, albiglutida y dulaglutida, son una clase de fármacos diseñados para imitar la acción de una hormona natural llamada GLP-1, que desempeña un papel crucial en la regulación del azúcar en sangre, el apetito y la digestión. Estos medicamentos se han vuelto especialmente relevantes en el tratamiento de la diabetes de tipo 2 y, más recientemente, en el manejo del sobrepeso y la obesidad, gracias a su capacidad para inducir pérdida de peso significativa.

Los GLP-1RA, como el Ozempic, se han asociado con una reducción significativa en riesgos neurológicos y conductuales, pero tienen efectos secundarios que afectan a los riñones y el páncreas, entre otros.

Los GLP-1RA, como el Ozempic, se han asociado con una reducción significativa en riesgos neurológicos y conductuales, pero tienen efectos secundarios que afectan a los riñones y el páncreas, entre otros.

Una sensación de saciedad más duradera

El mecanismo de acción de los GLP-1RA se basa en la estimulación del receptor de GLP-1, lo que desencadena una serie de efectos metabólicos. Entre ellos, se destaca el aumento de la secreción de insulina en respuesta a los niveles elevados de glucosa en sangre, la disminución de la liberación de glucagón y la ralentización del vaciado gástrico. Estos efectos no solo contribuyen al control de la glucosa, sino que también generan una sensación de saciedad más duradera, lo que ayuda a las personas a comer menos.

Estos efecto pueden potenciarse con una dieta saludable y ejercicio.

Para el estudio, que ha sido publicado en la revista Nature Medicine, los investigadores analizaron datos anónimos del Departamento de Asuntos de Veteranos de Estados Unidos., y cotejaron 175 resultados de salud entre quienes usaban GLP-1RA y quienes tomaban medicamentos tradicionales, como Jardiance (empagliflozina), Glipizide (glipizida) y Januvia (sitagliptina).

Los registros incluían a más de 2 millones de veteranos tratados por diabetes entre octubre de 2017 y diciembre de 2023, y abarcaban diversas edades, razas y géneros.

Efectos protectores frente a las adicciones, los pensamientos suicidas y las demencias

Los GLP-1RA se asociaron con una reducción significativa en riesgos neurológicos y conductuales, como convulsiones y adicciones a sustancias como alcohol, cannabis, estimulantes y opioides. También se observaron menores riesgos de ideación suicida, autolesiones, bulimia y trastornos psicóticos, como la esquizofrenia. Asimismo, se documentó una disminución en trastornos neurocognitivos como el alzhéimer y otras demencias.

«Estos medicamentos actúan en receptores del cerebro relacionados con el control de impulsos, la recompensa y la adicción, lo que explica su eficacia en el control del apetito y las conductas adictivas —señala el doctor Ziyad Al-Aly, director del Centro de Epidemiología Clínica del VA St. Louis. Y añade—: Además, reducen la inflamación cerebral y contribuyen a la pérdida de peso, factores que mejoran la salud cerebral y pueden explicar la menor incidencia de enfermedades como el alzhéimer y otras demencias».

Dado el auge de estos medicamentos, Al-Aly ha subrayado la importancia de evaluar sistemáticamente sus efectos en todo el cuerpo. Aunque sus beneficios son evidentes, la magnitud de estos suele ser moderada, con reducciones de riesgo del 10% al 20% en la mayoría de los casos.

Menor riesgo de ictus e infarto

Sin embargo, este efecto, aunque modesto, puede ser crucial en condiciones con pocas opciones terapéuticas, como la demencia, especialmente cuando se combina con cambios en el estilo de vida u otros tratamientos.

El estudio también ha confirmado beneficios cardiovasculares previamente reportados, como menor riesgo de infartos y accidentes cerebrovasculares o ictus. No obstante, también destacó desventajas, como efectos secundarios gastrointestinales comunes —náuseas, vómitos, diarrea— y, en raras ocasiones, parálisis gástrica.

Un hallazgo novedoso es el potencial impacto negativo de los GLP-1RA en el páncreas y los riñones. Aunque estos efectos adversos son poco frecuentes, pueden ser graves. Los médicos deben estar atentos a signos de pancreatitis y monitorear la función renal, ya que los problemas renales suelen ser asintomáticos hasta etapas avanzadas, cuando las opciones de tratamiento son limitadas.

«Los medicamentos GLP-1RA ofrecen amplios beneficios para la salud —dice Al-Aly. Y concluye—: Sin embargo, no están exentos de riesgos. Nuestros hallazgos subrayan tanto su potencial como la necesidad de un seguimiento cuidadoso para garantizar su uso seguro». ▪️

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