Un dientes de sable congelado en el hielo siberiano revela nuevos detalles sobre estos felinos

Se trata de la momia congelada del un cachorro que fue encontrada en el permafrost del río Badyarikha, en Rusia. Los paleontólogos han recuperado casi intacta la parte anterior del cuerpo, con su piel, carne y huesos, que ha servido para compararla con la de un león moderno de edad similar. Y han encontrado notables diferencias.

Por Enrique Coperías

Detalle de la cabeza del cachorro de Homotherium latidens cuyo cuerpo fuer hallado congelado en Rusia.

Detalle de la cabeza del cachorro de Homotherium latidens cuyo cuerpo fuer hallado congelado en Rusia. Cortesía:  A. V. Lopatin et al./Scientific Reports

Los vulgarmente llamados dientes de sable son criaturas icónicas que a menudo podemos disfrutar en dioramas de museos, exhibiciones de esqueletos fósiles e incluso en la película de dibujos animados Ice Age. Se trata de un término genérico que agrupa a más de una docena de géneros de felinos prehistóricos, como el Smilodon, el Homotherium y el Megantereon, que vivieron en distintas épocas de la era cenozoica.

Los dientes de sable eran los superdepredadores de su tiempo, y, por tanto, estaban situados en la cima de la cadena alimentaria. Todos ellos se reconocen por la morfología de sus dientes, que los paleontólogos consideran un ejemplo de evolución convergente, ya que ha ocurrido repetida e independientemente en al menos cuatro grupos diferentes de mamíferos: los macairodontes (Smilodon) los nimrávidos, los tilacosmílidos y un par de casos aislados dentro de los creodontos.

Los colmillos de los dientes de sable podían ser extremadamente largos, ya que llegaban a medir hasta 30 cm o más en algunos casos.

Ahora, por primera vez, los peleontólogos tienen entre sus manos a uno de estos depredadores extintos, literalmente, en carne y hueso. En un estudio publicado en la revista Scientific Reports, los investigadores describen el cuerpo congelado de un cachorro de dientes de sable que se ha conservado, como en un congelador, durante 37.000 años en el permafrost —o capa de suelo permanentemente helada— de Siberia.

Un cachorro de tres semanas encapsulado en un trozo de hielo

La carcasa del animal, que incluye la cabeza, los miembros anteriores y la parte frontal del animal, fue descubierta encapsulada en un trozo de hielo en 2020, cerca del río Badyarikha, en el norte de Siberia, por encima del círculo polar ártico. Todo un regalo para la paleontología, ya que los hallazgos de restos momificados congelados de mamíferos del Pleistoceno son muy raros.

«La momia Badyarikha [así fue bautizada] contiene la cabeza y la parte anterior del cuerpo, conservadas aproximadamente hasta el borde caudal del tórax. También hay huesos pélvicos incompletos articulados con el fémur y la espinilla. Fueron encontrados encerrados en un trozo de hielo junto con la parte frontal del cadáver del cachorro», podemos leer en el artículo de Scientific Reports.

Las pruebas de datación por radiocarbono revelaron que el felino, que perteneciente a la especie Homotherium latidens—vivió en el Pleistoceno tardío, hace entre 35.500 y 37.000 años.

Hay que decir que Homotherium latidens es uno de los felinos de dientes de sable más comunes y conocidos, gracias a la abundancia de restos fósiles encontrados. Basándonos en los elementos craneales y postcraneales, podemos describir al Homotherium latidens como un felino moderadamente adaptado para la carrera, con un cuello largo y una musculatura poderosa, lo que le permitió realizar ataques precisos y fuertes sobre presas de gran tamaño.

Basándose en la aparición de sus dientes incisivos de leche, los investigadores estiman que el cachorro tenía aproximadamente tres semanas cuando murió.

Aspecto aproximado del Homotherium latidens.

Aspecto aproximado del Homotherium latidens. Cortesía: Paleoalberca

La carcasa congelada ofrece una exclusiva instantánea de un superdepredador de tiempos remotos. El cuerpo está cubierto con un pelaje suave y marrón de varios centímetros de grosor, y los labios aún conservan dos filas de bigotes rotos. Los miembros anteriores incluso conservan almohadillas suaves en las patas y garras aún afiladas.

Durante muchos años, los paleontólogos han debatido sobre cómo serían estos grandes felinos prehistóricos, basándose en sus huesos fosilizados. El cachorro congelado proporciona nuevas revelaciones sobre la anatomía de tejidos blandos, como la forma de sus orejas, el hocico, los músculos y las patas, anchas adaptadas para caminar en nieve profunda.

Homotherium tenía una anatomía similar a la de los leones africanos modernos, pero con cuerpos más cortos y extremidades más largas; estas diferencias ya eran evidentes en el cachorro de tres semanas. El descubrimiento también trajo algunas sorpresas: el cachorro tenía un poderosos cuello, el doble de grueso que el de un león moderno (Panthera leo) de su misma edad. Esto lo convertía en una máquina de matar.▪️

Fuente: Lopatin, A.V., Sotnikova, M.V., Klimovsky, A.I. et al. Mummy of a juvenile sabre-toothed cat Homotherium latidens from the Upper Pleistocene of Siberia. Scientific Reports (2024). DOI: https://doi.org/10.1038/s41598-024-79546-1

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