Una pasta de cloro y la manteca de cacao podría ayudar a los corales enfermos

Este ungüento experimental, barato y biodegradable, podría tratar una enfermedad de los corales muy extendida y letal. Y sin dañar el medioambiente.

Por Enrique Coperías

Los coautores del estudio, Argel Horton y Laura Arton, aplican la pasta de cloro a un coral de la especie Orbicella annularis. La zona blanca brillante es donde ya se ha aplicado el tratamiento. Imagen: Graham Forrester

Dos conocidos productos para limpiar piscinas e hidratar la piel seca podrían ayudar a proteger los corales de la Tierra y disminuir la resistencia a los antibióticos y la contaminación del océano. Una pasta hecha de cloro y manteca de cacao podría convertirse en la base de un tratamiento para los corales del océano Atlántico afectados por la enfermedad de pérdida de tejido coralino duro (SCTLD). Los resultados experimentales se describen en un estudio publicado en la revista Frontiers in Marine Science.

Este tratamiento no antibiótico podría ser un primer paso para mejorar las condiciones ambientales de los arrecifes, lo que a la larga podría llevar a que los corales fueran capaces de combatir los agentes patógenos sin un tratamiento agresivo para el medioambiente.

Los arrecifes de coral de todo el mundo están gravemente amenazados debido al calentamiento de los océanos, la degradación de los hábitats, la contaminación y las enfermedades. En concreto, la SCTLD es una enfermedad altamente letal para los corales que se detectó por primera vez en Florida en 2014 y se ha dispersado por todo el Caribe: México, Puerto Rico, Belice, Islas Caimán, Jamaica, República Dominicana, las Bahamas...

El SCTLD afecta a más de veinte especies coralinas

Según la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA) de Estados Unidos, afecta a más de veinte especies de coral y está presente en arrecifes de dieciocho países y territorios. Suele aparecer como una lesión en el coral que llega a destruir el tejido blando. El SCTLD, que se sospecha que tiene un origen bacteriano, es especialmente grave porque se transmite muy rápidamente, se propaga a muchos huéspedes y tiene una alta tasa de mortalidad. Normalmente matar a los corales a las pocas semanas o meses de infectarse.

En el Atlántico tropical, la enfermedad de pérdida de tejido del coral duro es especialmente grave, porque se transmite rápidamente, se extiende a muchos huéspedes y provoca altas tasas de mortalidad. Existen métodos de tratamiento para detener la propagación de la SCTLD; el más común es el uso de antibióticos, como la amoxilina. Sin embargo, esto conlleva efectos secundarios, como el aumento de la resistencia a los antibióticos.

Ahora, un equipo internacional de investigadores ha estudiado si un enfoque alternativo, sin antibióticos, para tratar los corales infectados podría ayudar a evitar la contaminación por antibióticos de los océanos del mundo y mejorar la salud de los corales.

Antibióticos vs. cloro

«Nuestro estudio demuestra que el tratamiento directo de la SCTLD puede ayudar a los corales a sobrevivir a un brote de la enfermedad, y pone de relieve que es posible una gestión activa de la enfermedad sobre el terreno —afirma Greta Aeby, investigadora de la Universidad de Qatar y autora principal del estudio en una nota de prensa de Frontiers. Y añade—: La contaminación por antibióticos es un problema en todo el mundo, por lo que estamos trabajando para desarrollar un tratamiento no antibiótico que frene las enfermedades por pérdida de tejido».

Los investigadores compararon la eficacia de distintos tratamientos aplicándolos a corales infectados del arrecife Horseshoe, cerca de las Islas Vírgenes Británicas. Algunos corales fueron tratados con amoxicilina; otros, con una pasta mezclada de cloro y manteca de cacao.

«En esta mezcla, el ingrediente activo es el hipoclorito de sodio, un antiséptico utilizado habitualmente para matar bacterias y virus —explica Aeby. Y continúa—: El cloro en polvo que utilizamos en nuestro tratamiento es el mismo que se emplea para matar gérmenes en las piscinas. La manteca de cacao era solo el mecanismo de distribución que nos permitía extender el cloro sobre las lesiones de los corales».

Un ejemplar de coral Montastraea cavernosa, con enfermedad de pérdida de tejido de coral duro. 

Un ejemplar de coral Montastraea cavernosa, con la enfermedad de pérdida de tejido de coral duro. Cortesía: Fractal24

Evitar la creación de bacterias superresistentes

Los investigadores aplicaron ambos tratamientos directamente a los corales y volvieron a visitar el arrecife cada cuatro o cinco semanas para medir y describir las lesiones, y volver a aplicar el tratamiento si era necesario. Al cabo de unos ochenta días, el porcentaje medio de tejido perdido era del 17,6% en las colonias tratadas con cloro y del 1,7% en las tratadas con amoxicilina.

Aunque la terapia con antibióticos tuvo más éxito en la contención de la SCTLD, los investigadores afirmaron que los efectos secundarios no deseados, como el desarrollo de bacterias resistentes a los antibióticos, podrían reducirse al optar por el tratamiento con cloro. Las bacterias resistentes a los antibióticos no solo afectan a los corales.

«Cualquier organismo —cangrejos, peces, incluso seres humanos… en ese mismo entorno tiene un mayor riesgo de encontrarse con bacterias que ahora son resistentes a los antibióticos», explicó Aeby.

Una pasta biodegradable

Mientras que los tratamientos con antibióticos tienen un gran impacto en el medioambiente, la mezcla de cloro y pasta de manteca de cacao se biodegrada fácilmente, y el cloro se desactiva de forma natural en veinticuatro.

Una ventaja añadida es que su producción es mucho más barata: los ingredientes se pueden encontrar en droguerías y farmacias. «La pasta antibiótica no solo es tediosa de producir, sino que además suele ser demasiado cara para los conservacionistas, que operan con una financiación mínima en las islas del Caribe», afirma Argel Horton, biólogo marino del Ministerio de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Cambio Climático de las Islas Vírgenes Británicas.

Las investigadoras aplican la pasta de cloro a un coral Orbicella annularis con varias lesiones visibles. Imagen: Graham Forrester.

Las investigadoras aplican la pasta de cloro a un coral Orbicella annularis con varias lesiones visibles. Imagen: Graham Forrester.

Las investigadoras señalaron que no todos los corales respondieron igual de bien a los tratamientos. Además, hay muchas más especies de coral en distintas regiones que no se han incluido en el estudio. Esperan que futuras investigaciones prueben la eficacia de distintos métodos de terapia en otros lugares.

«El tratamiento de una enfermedad puede ayudar a controlarla, pero no la eliminará de las poblaciones de coral —comenta Aeby. Y añade—: Los tratamientos directos pueden disminuir la carga de agentes patógenos en el medioambiente, pero tratar las colonias de coral como se hace en el estudio —individualmente y a mano— no es factible a largo plazo ni a gran escala.

«La mejor estrategia sería mejorar las condiciones ambientales para que los corales tengan más posibilidades de combatir las enfermedades por sí mismos. Esto incluye limpiar la contaminación del agua y reequilibrar el ecosistema», concluye Aeby. ▪️

  • Información facilitada por Frontiers

  • Fuente: Graham E. Forrester, Laura Arton, Argel Horton & Greta Aeby. The relative effectiveness of chlorine and antibiotic treatments for stony coral tissue loss disease. Frontiers in Marine Science (2024). DOI: https://doi.org/10.3389/fmars.2024.1465173

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