Posible asociación entre los tatuajes y el linfoma
Un nuevo estudio sugiere que los tatuajes podrían ser un factor de riesgo de sufrir cáncer en el sistema linfático o linfoma. Los investigadores subrayan la necesidad de realizar más investigaciones sobre este vínculo.
Por la Universidad de Lund
Nuestros conocimientos sobre los efectos a largo plazo de los tatuajes sobre la salud son, a día de hoy, escasos, y no hay muchas investigaciones en este campo. Ahora, un grupo de científicos de la Universidad de Lund, en Suecia, ha estudiado la relación entre los tatuajes y el linfoma.
Un linfoma es un tipo de cáncer que se origina en el sistema linfático, que es parte del sistema inmunológico del cuerpo, y discurre con hinchazón de los ganglios linfáticos en el cuello, las axilas o la ingle; fiebre; sudores nocturnos, picazón en la piel y fatiga, entre otros síntomas.
El sistema linfático incluye los ganglios linfáticos o linfonodos, el bazo, el timo y la médula ósea, así como una red de vasos linfáticos que transportan la linfa . Esta es un líquido que contiene glóbulos blancos, especialmente linfocitos, que ayudan a combatir las infecciones.
Dos tipos de linfomas.
Existen dos tipos principales de linfomas: el linfoma de Hodgkin (LH) y el linfoma no Hodgkin (LNH). El primero se caracteriza por la presencia de células grandes y anormales llamadas células de Reed-Sternberg en los ganglios linfáticos. Este tipo de linfoma es menos común y tiene una alta tasa de curación si se trata adecuadamente.
Por su parte, el linfoma no Hodgkin es un grupo diverso de linfomas que no tienen las citadas células de Reed-Sternberg. Los linfomas no Hodgkin pueden variar mucho en cuanto a su comportamiento, tratamiento y pronóstico. Algunos tipos son de crecimiento lento, mientras que otros son agresivos y crecen rápidamente.
Entre los factores que pueden desencadenar un linfoma se cuentan la edad (se diagnostican con mayor frecuencia en personas mayores de 55 años), ser hombre, tener un sistema inmunitario afectado y contraer determinadas infecciones, el virus de Epstein-Barr y la infección por Helicobacter pylori.
¿Y qué se puede decir de los tatuajes?
“Hemos identificado a personas diagnosticadas de linfoma a través de registros de población. A continuación, emparejamos a estas personas con un grupo de control del mismo sexo y edad, pero sin linfoma— explica Christel Nielsen, la investigadora de la Universidad de Lund que dirigió el trabajo. Y añade—: Los participantes en el estudio respondieron a un cuestionario sobre factores relacionados con el estilo de vida para determinar si estaban tatuados o no".
En total, colaboraron 11.905 personas. De ellas, 2.938 padecían linfoma cuando tenían entre 20 y 60 años. Entre ellas, 1.398 personas respondieron al cuestionario, mientras que el número de participantes en el grupo de control fue de 4.193. En el grupo con linfoma, el 21% estaba tatuado (289 personas), mientras que en el grupo de control sin diagnóstico de linfoma (735 personas) el porcentaje era del 18%.
Se tuvieron en cuenta otros factores relevantes, como el tabaquismo y la edad de los participantes.
"Después de tener en cuenta otros factores relevantes, como el tabaquismo y la edad, encontramos que el riesgo de desarrollar linfoma era un 21% por ciento más alto entre aquellos que estaban tatuados— dice dice Nielsen. Y añade—: Es importante recordar que el linfoma es una enfermedad rara y que nuestros resultados se aplican a nivel grupal. Ahora es necesario verificar los resultados e investigarlos más a fondo en otros estudios y dicha investigación está en curso”.
Una hipótesis que el grupo de investigación de Nielsen barajaba antes del estudio era que el tamaño del tatuaje afectaría al riesgo de linfoma. Pensaban que un tatuaje en todo el cuerpo podría estar asociado con un mayor riesgo de cáncer en comparación con una pequeña mariposa en el hombro, por ejemplo. Inesperadamente, resultó que el área de la superficie tatuada no importaba.
"Aún no sabemos por qué fue así. Solo se puede especular con que un tatuaje, independientemente de su tamaño, desencadena una inflamación de bajo grado en el cuerpo, lo que a su vez puede desencadenar cáncer— afirma Nielsen. Y continúa—: El panorama es así más complejo de lo que inicialmente pensamos".
La mayoría de las personas se hacen su primer tatuaje a una edad joven, lo que significa que están expuestas a la tinta del tatuaje durante gran parte de su vida. Aun así, la investigación solo ha comenzado a explorar los efectos a largo plazo de los tatuajes en la salud.
«Ya sabemos que cuando la tinta del tatuaje se inyecta en la piel, el cuerpo lo interpreta como algo extraño que no debería estar ahí, y el sistema inmunitario se activa— explica Nielsen. Y continúa—: Gran parte de la tinta es transportada fuera de la piel, a los ganglios linfáticos, donde se deposita."
El grupo de investigación procederá ahora a estudiar si existe alguna relación entre los tatuajes y otros tipos de cáncer. También quieren seguir investigando otras enfermedades inflamatorias para ver si existe alguna relación con los tatuajes.
“Es probable que la gente quiera seguir expresando su identidad a través de los tatuajes, y, por tanto, es muy importante que como sociedad podamos asegurarnos de que es seguro— comenta Nielsen. Y concluye—: Para el individuo, es bueno saber que los tatuajes pueden afectar a su salud, y que debe acudir a su médico si experimenta síntomas que cree que podrían estar relacionados con su tatuaje.”
Información facilitada por la Universidad de Lund -Adaptación: Enrique Coperías / Rexmolón Producciones
Fuente: Christel Nielsen, Mats Jerkeman, Anna Saxne Jöud. Tattoos as a risk factor for malignant lymphoma: a population-based case–control study. eClinicalMedicine (2024). DOI: https://doi.org/10.1016/j.eclinm.2024.102649.