Mazazo a la fibrosis hepática

Científicos obtienen nuevas pistas sobre cómo luchar contra la fibrosis hepática asociada a la enfermedad del hígado graso metabólico.

Por la Universidad de Barcelona

Activar la vía metabólica PPARβ/δ-AMPK podría ser una estrategia efectiva para abordar la enfermedad hepática crónica más común en la población mundial. 

Activar la vía metabólica PPARβ/δ-AMPK podría ser una estrategia efectiva para abordar la enfermedad hepática crónica más común en la población mundial. Imagen generada con DALL-E

Un estudio liderado por Manuel Vázquez Carrera, jefe de grupo en el Centro de Investigación Biomédica en Red de Diabetes y Enfermedades Metabólicas Asociadas (CIBERDEM) en la Universidad de Barcelona, ​​revela avances en la comprensión y el tratamiento de la fibrosis hepática. Esta es una complicación grave en el contexto de la enfermedad del hígado graso metabólico, también conocida como MASLD (metabolic dysfunction-associated steatotic liver disease, en inglés).

En líneas generales, la fibrosis hepática es un proceso patológico que se caracteriza por la acumulación excesiva de tejido cicatricial (fibrosis) en el hígado. Este proceso es una respuesta del organismo a diferentes tipos de daño hepático crónico, como infecciones, enfermedades metabólicas, exposición a toxinas y drogas y condiciones autoinmunes, como la hepatitis autoinmune.

La nueva investigación concluye que la activación de la vía PPARβ/δ-AMPK es una estrategia efectiva para frenar el desarrollo de la fibrosis hepática. En el trabajo, publicado en la revista Biomedicine & Pharmacotherapy, han colaborado, además, los grupos que lideran los expertos Ángela M. Valverde, del CIBERDEM, y Walter Wahli, de la Universidad de Lausana, en Suiza.

La enfermedad crónica del hígado más habitual

La enfermedad del hígado graso metabólico (MASLD) integra un conjunto de afecciones del hígado que van desde el simple depósito de grasa aislada en el hígado hasta una inflamación grave de la glándula conocida como esteatohepatitis metabólica, que en algunos casos puede progresar hacia la fibrosis. Por ahora, la fibrosis hepática es el factor de riesgo más relevante para predecir tanto la mortalidad relacionada con enfermedades del hígado como la mortalidad general.

La MASLD es una problemática de salud global, ya que es la enfermedad hepática crónica más común, que afecta al 25 % de la población mundial. Numerosos estudios han demostrado que esta condición suele coexistir con la diabetes mellitus de tipo 2 (DM2). De hecho, esta puede acelerar la progresión de la enfermedad del hígado graso metabólico, al agravar tanto los problemas hepáticos como los extrahepáticos. A su vez, tener MASLD aumenta el riesgo de desarrollar diabetes de tipo 2 y complica el control de los niveles de glucosa en personas que ya tienen diabetes.

«En este estudio analizamos cómo la activación del receptor nuclear PPARβ/δ influye en el desarrollo de la fibrosis hepática y en la activación de las células estrelladas hepáticas, que son las principales responsables de la fibrosis en el hígado, en respuesta al factor de crecimiento transformando β (TGF-β), el principal estímulo que promueve la fibrosis», explica el catedrático Vázquez Carrera, de la Facultad de Farmacia y Ciencias de la Alimentación de la UB, el Instituto de Biomedicina de la UB (IBUB) y el Instituto de Investigación Sant Joan de Déu (IRSJD).

Una estrategia efectiva para abordar la fibrosis hepática

Los resultados de la investigación revelan que un agonista —un compuesto que se une a un receptor específico y la activa— del PPARβ/δ ayuda a prevenir la intolerancia a la glucosa y la resistencia a la insulina en los tejidos periféricos. Además, este agonista evita la acumulación de colágeno en el hígado y reduce la expresión de genes relacionados con la inflamación y la fibrosis en ratones que fueron alimentados con una dieta diseñada para inducir fibrosis hepática.

«Nuestros hallazgos sugieren que activar la vía PPARβ/δ-AMPK podría ser una estrategia efectiva para reducir el desarrollo de la fibrosis hepática», subraya Vázquez Carrera. La proteína quinasa activada por AMP (AMPK) es una enzima crucial que actúa como un sensor energético dentro de las células. Desempeña un papel fundamental en la regulación del metabolismo celular, al mantener el equilibrio energético en respuesta a cambios en los niveles de energía de la célula.

Asimismo, el estudio ha revelado que, en las células estrelladas hepáticas, la activación del PPARβ/δ inhibe la migración celular provocada por el TGF-β, lo que es un indicador clave de la activación de estas células. Además, se observó una disminución en la fosforilación de la proteína SMAD3 y en los niveles del coactivador p300; ambos elementos cruciales en la señalización que favorece la fibrosis.

«Estos efectos se deben a la activación del AMPK ya la inhibición de ERG1/2 por parte de PPARβ/δ en las células estrelladas hepáticas», concluye el catedrático. ▪️

  • Información facilitada por la Universidad de Barcelona

  • Fuente: Meijian Zhang, Emma Barroso, Lucía Peña, Patricia Rada, Ángela M. Valverde, Walter Wahli, Xavier Palomer, Manuel Vázquez-Carrera. PPARβ/δ attenuates hepatic fibrosis by reducing SMAD3 phosphorylation and p300 levels via AMPK in hepatic stellate cells. Science Direct (2024). DOI: https://doi.org/10.1016/j.biopha.2024.117303

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