Más de 39 millones de personas morirán por infecciones resistentes a los antibióticos

Un nuevo estudio en profundidad publicado en The Lancet sobre los efectos de la creciente resistencia a los antibióticas estima cuánta gente podría fallecer en el mundo a causa de las superbacterias en los próximos veinticinco años.

Por Enrique Coperías

La resistencia a los antibióticos está aumentando en todo el mundo a niveles peligrosos.

La resistencia a los antibióticos está aumentando en todo el mundo a niveles peligrosos. Algunas bacterias multirresistentes son espacialmente peligrosas y pueden provocar enfermedades como meningitis neonatal, gonorrea, gastroenteritis, infecciones en la piel y úlceras. Imagen generada con DALL-E

Más de 39 millones de personas de todo el mundo podrían morir de infecciones resistentes a los antibióticos de aquí a 2050, según un estudio publicado en The Lancet.

El nuevo trabajo, realizado por miembros del Proyecto de Investigación Mundial sobre la Resistencia a los Antimicrobianos (GRAM) es el primer análisis mundial de las tendencias de la resistencia a los antimicrobianos (RAM) a lo largo del tiempo.

La resistencia a los antibióticos es la capacidad de las bacterias para sobrevivir y multiplicarse a pesar de la presencia de medicamentos diseñados para matarlas o inhibir su crecimiento. Este fenómeno puede ocurrir de manera natural, pero se ha acelerado por el uso excesivo o inadecuado de antibióticos en la medicina y la agricultura.

Cuando las bacterias se exponen a antibióticos, algunas pueden mutar o adquirir genes que les permiten resistir al tratamiento. Esto puede llevar a infecciones más difíciles de tratar, lo que aumenta la morbilidad, la mortalidad y los costos de atención médica. Es un problema global de salud pública que requiere un enfoque coordinado para su manejo, e incluye la promoción del uso responsable de antibióticos y el desarrollo de nuevos fármacos capaces de eliminar a las llamadas superbacterias.

«La resistencia a los antibióticos está aumentando en todo el mundo a niveles peligrosos», podemos leer en un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Día tras día están apareciendo y propagándose en todo el planeta nuevos mecanismos de resistencia que ponen en peligro nuestra capacidad para tratar las enfermedades infecciosas comunes.

El número de muertes en las que intervienen bacterias resistentes a los antibióticos aumentará casi un 75%

«Un creciente número de infecciones, como la neumonía, la tuberculosis, la septicemia, la gonorrea o las enfermedades de transmisión alimentaria, son cada vez más difíciles —y a veces imposibles— de tratar, a medida que los antibióticos van perdiendo eficacia», advierte la OMS. En la lista elaborada por este organismo para esta año figuran como «críticas» la bacterias Acinetobacter baumannii resistente a los carbapenémicos; los enterobacteriales resistentes a las cefalosporinas de tercera generación y a los carbapenémicos; y el Mycobacterium tuberculosis resistente a la rifampicina. 

El estudio en The Lancet revela que entre los años 1990 y 2021 más de un millón de personas murieron anualmente como consecuencia de la resistencia a los antibióticos. El informe también estima que en 2050 1,91 millones de personas podrían morir como consecuencia directa de este problema de salud global, lo que supone un aumento de casi el 70% anual en comparación con 2022. En el mismo periodo, el número de muertes en las que intervienen bacterias resistentes a los antibióticos aumentará casi un 75%, de 4,71 millones a 8,22 millones al año.

Entre 1990 y 2021, las muertes debidas a la resistencia a los antibióticos entre los niños menores de cinco años disminuyeron casi a la mitad, mientras que entre las personas de setenta años o más aumentaron en más de un 80%. Se prevé que estas tendencias continúen en las próximas décadas, con una reducción a la mitad de las muertes por resistencia a los antibióticos entre los niños menores de cinco años en todo el mundo para 2050, mientras que los fallecimientos entre las personas mayores de setenta años se duplicarán con creces.

Una importante amenaza para la salud mundial durante décadas

Los resultados ponen de relieve la necesidad vital de intervenciones que incorporen la prevención de infecciones, la vacunación, la reducción al mínimo del uso inadecuado de antibióticos y la investigación de nuevos antibióticos para mitigar el número de muertes causadas por las superbacterias previstas para 2050.

«Los medicamentos antimicrobianos son una de las piedras angulares de la atención sanitaria moderna, y el aumento de la resistencia a los mismos es un importante motivo de preocupación —dice el doctor Mohsen Naghavi, jefe del equipo de investigación sobre resistencia a los antibióticos del Instituto de Métricas Sanitarias (IHME) de la Universidad de Washington, en Estados Unidos. Y añade—: Estos resultados ponen de relieve que las resistencias ha sido una importante amenaza para la salud mundial durante décadas y que esta amenaza va en aumento. Comprender cómo han cambiado las tendencias de las muertes por resistencia a los antibióticos a lo largo del tiempo, y cómo es probable que cambien en el futuro, resulta vital para tomar decisiones informadas que ayuden a salvar vidas».

La resistencia a las bacterias es un problema sanitario a escala global.

La resistencia a las bacterias es un problema sanitario a escala global. Las superbacterias causan 33.000 muertes al año en Europa y generan un gasto sanitario adicional de 1.500 millones de euros anuales. Imagen generada con DALL-E

Los científicos llevan décadas advirtiendo de cada vez es mayor el número de infecciones cuyo manejo se vuelve más difícil debido a la pérdida de eficacia de los antibióticos, así como de la rápida propagación mundial de bacterias multirresistentes. Sin embargo, hasta ahora, ningún estudio había evaluado las tendencias históricas de la resistencia a los antimicrobianos ni facilitado pronósticos detallados de los futuros impactos mundiales de las superbacterias.

El primer estudio del Proyecto de Investigación Mundial sobre la Resistencia a los Antimicrobianos, que fue publicado en 2022, reveló por primera vez la verdadera magnitud de la resistencia a los antimicrobianos. Descubrió que las muertes mundiales relacionadas con ella en 2019 fueron más altas que las causadas por el VIH/sida o la malaria, lo que provocó directamente 1,2 millones de fallecimientos y desempeñó un papel en otros 4,95 millones de muertes.

Veintidós agentes patógenos

Las estimaciones del nuevo estudio del GRAM se realizaron para veintidós agentes patógenos, 84 combinaciones de bacterias y fármacos y once síndromes infecciosos, como la meningitis, las infecciones del torrente sanguíneo y otras infecciones, entre personas de todas las edades en 204 países y territorios. Las estimaciones se basaron en 520 millones de registros individuales procedentes de una amplia gama de fuentes, incluidos datos hospitalarios, registros de defunciones e información sobre el uso de antibióticos.

Se utilizaron modelos estadísticos para elaborar estimaciones de las muertes causadas directamente por la resistencia a los antibióticos y de aquellas en las que esta desempeñó un papel destacado. A partir de las tendencias históricas calculadas, los autores estiman las repercusiones sanitarias mundiales y regionales más probables para las resistencias antimicrobianas desde 2022 hasta 2050. También se han elaborado estimaciones para escenarios en los que la calidad de la atención sanitaria y el acceso a los antibióticos mejoren en el futuro y el desarrollo de fármacos dirigido a las bacterias Gram negativas.

Sus hallazgos revelan que cada año se perdieron más de un millón de vidas entre 1990 y 2021 como resultado directo de la resistencia a los antimicrobianos. En 1990, hubo 1,06 millones de muertes debidas directamente a la resistencia a los antibióticos, de un total de 4,78 millones de muertes asociadas a este fenómeno.

El freno de la covid-19

En 2021, la resistencia a los antimicrobianos provocó directamente 1,14 millones de muertes y se asoció a otros 4,71 millones de fallecimientos. Las muertes por resistencia a los antibióticos en 2021 fueron menores que en 2019 (1,27 millones de muertes directas más 4,95 millones de muertes asociadas), debido a la reducción de la carga de infecciones de las vías respiratorias inferiores no relacionadas con el covid-19.

Tal vez fue así debido al distanciamiento social y a otras medidas de control de enfermedades implementadas durante la pandemia. El análisis del equipo sugiere que esta disminución en las muertes por resistencia a los antibióticos fue solo temporal.

A lo largo de las tres décadas, las tendencias de las muertes por las superbacterias experimentaron un cambio importante relacionado con la edad. En efecto, los decesos de niños menores de cinco años disminuyeron en más del 50%: una reducción del 59,8% en las muertes directas debidas a la resistencia bacteriana —de 488.000 a 193.000 muertes—; una reducción del 62,9% en las muertes relacionadas con aquella —de 2,29 millones a 840.000 muertes—.

1990-2021: cinco regiones del mundo afectadas por el ataque de las superbacterias

Esta disminución coincidió con importantes mejoras en la aplicación de medidas de prevención y control de infecciones, como los programas de vacunación, entre lactantes y niños de corta edad. Sin embargo, la proporción de muertes infecciosas causadas directamente por la resistencia a los antimicrobianos aumentó en un 13,6 % relativo —hasta un total del 7,2 % en 2021— entre los niños menores de cinco años entre 1990 y 2021.

Durante el mismo período, las muertes por resistencia a los antibióticos entre los adultos mayores de setenta años aumentaron en más del 80% debido al rápido envejecimiento de la población y a la mayor vulnerabilidad de las personas mayores a las infecciones rebeldes.

Cuando los antimicrobianos, incluidos los antibióticos, pierden eficacia, las infecciones ordinarias resultan cada vez más difíciles o imposibles de combatir.

Cuando los antimicrobianos, incluidos los antibióticos, pierden eficacia, las infecciones ordinarias resultan cada vez más difíciles o imposibles de combatir. Esto puede provocar enfermedades de larga duración y, a veces, incluso la muerte. Imagen generada con DALL-E

Las muertes directas por resistencia a los antibióticos se vieron incrementadas en cinco regiones del mundo, donde las muertes anuales aumentaron en más de 10.000 entre 1990 y 2021: África subsahariana occidental, América Latina tropical, América del Norte de ingresos altos, Asia sudoriental y Asia meridional.

La hora de proteger a los mayores

«El descenso de las muertes por sepsis y la resistencia a los antimicrobianos entre los niños pequeños en las últimas tres décadas es un logro increíble. Sin embargo, estos resultados demuestran que, si bien las infecciones son menos frecuentes en los niños pequeños, también son más difíciles de tratar cuando se producen», explica el doctor Kevin Ikuta, de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) y profesor afiliado del IHM.

En palabras del doctor Kevin Ikuta, «la amenaza de la resistencia a los antibióticos para las personas mayores no hará sino aumentar a medida que la población envejezca. Ahora es el momento de actuar para proteger a las personas de todo el mundo de la amenaza que supone dicha resistencia».

Los resultados revelan un aumento de la resistencia a los antimicrobianos de importancia crítica, ya que todos menos uno de los siete patógenos clave calificados por la OMS como los más difíciles de tratar provocarán más muertes en 2022 en comparación con 1990.

Diferentes agentes patógenos

Los fallecimientos por Staphylococcus aureus resistente a la meticilina (SARM) fueron los que más aumentaron a nivel mundial. Esto condujo directamente a 130.000 muertes en 2021, más del doble que las 57.200 de 1990. Entre las bacterias gramnegativas, algunas de las más resistentes a los medicamentos antimicrobianos, la resistencia a los carbapenémicos aumentó más que cualquier otro tipo de antibiótico, de 127.000 en 1990 a 216.000 en 2021.

Los autores del informe creen que las muertes por resistencia a los antibióticos aumentarán de manera constante en las próximas décadas, según las tendencias actuales, con 1,91 millones de muertes anuales debidas directamente a la resistencia a los antibióticos proyectadas para 2050, un aumento del 67,5% con respecto a los 1,14 millones de muertes en 2021.

Para mediados de siglo, también se prevé que la resistencia a los antimicrobianos desempeñe un papel directo o indirecto en 8,22 millones de muertes, lo que supone un aumento del 74,5% con respecto a los 4,71 millones de muertes asociadas de 2021.

Asociada a 169 millones de muertes

En total, se estima que entre 2025 y 2050 la resistencia a los antimicrobianos provocará directamente más de 39 millones de muertes y se asociará a 169 millones de vidas perdidas.

Las muertes de niños menores de cinco años seguirán en retroceso, y se reducirá a la mitad en 2050, en comparación con 2022 (disminución del 49,6%, de 204.000 a 103.000 muertes). Ahora bien, se verán superadas por aumentos en otros grupos de edad, en particular los mayores de 70 años; aumento del 146% para 2050, de 512.353 a 1.259.409.

No obstante, habrá diferencias considerables a nivel mundial, con un aumento del 72% en las muertes entre los mayores de setenta en los países de ingresos altos, en comparación con un aumento del 234% en el norte de África y Oriente Medio.

Las futuras muertes por resistencia a los antibióticos serán más altas en el sur de Asia, que incluye países como la India, Pakistán y Bangladesh, donde se pronostica un total de 11,8 millones de muertes debidas directamente a este problema entre 2025 y 2050. Las muertes por resistencia a los antimicrobianos también serán elevadas en otras partes de Asia meridional y oriental y en el África subsahariana.

Para 2050, las infecciones resistentes podrían estar implicadas en unos ocho millones de muertes al año

«Se han producido avances reales en la lucha contra la resistencia a los antibióticos, especialmente entre los niños pequeños, pero nuestros hallazgos indican que se debe hacer un mayor esfuerzo para proteger a las personas de esta creciente amenaza para la salud mundial», dice el doctor Stein Emil Vollset, miembro del Instituto Noruego de Salud Pública y profesor del IHME.

Para 2050, las infecciones resistentes podrían estar implicadas en unos ocho millones de muertes al año, ya sea como causa directa de fallecimiento o como factor coadyuvante. «Para evitar que esto se convierta en una realidad mortal, necesitamos urgentemente nuevas estrategias que disminuyan el riesgo de infecciones graves mediante vacunas, nuevos fármacos, mejora de la atención sanitaria, mejor acceso a los antibióticos existentes y orientación sobre cómo utilizarlos de la forma más eficaz», comenta el doctor Vollset, coautor del estudio.

Las infecciones intrahospitalarias, ocasionadas muchas veces por bacterias resistentes, pueden provocar la muerte o dejar secuelas graves en los pacientes internados.

Las infecciones intrahospitalarias, ocasionadas muchas veces por bacterias rebeldes, pueden provocar la muerte o dejar secuelas graves en los pacientes internados. Imagen generada con DALL-E

Los autores reconocen algunas limitaciones en su estudio. La falta de datos sobre algunos países de ingresos bajos y medianos pone de manifiesto la necesidad de mejorar la recopilación de datos, lo que requiere inversión en infraestructura, para fortalecer las estimaciones de estos países y mejorar la precisión de los pronósticos futuros de la resistencia a los antimicrobianos.

Algunos de los 520 millones de registros individuales utilizados para producir las estimaciones pueden contener errores o sesgos. Antes de 2000 también se notificaban datos limitados sobre la resistencia a los antimicrobianos, lo que puede afectar a la solidez de las estimaciones históricas en el decenio de 1990.

«El modelo evaluó con éxito las tendencias cambiantes de la mortalidad por la resistencia a los antibióticos a lo largo del tiempo y en distintos lugares, lo cual es necesario para comprender cómo evoluciona la carga de dicha resistencia y aportar pruebas para que todas las partes interesadas tomen decisiones informadas sobre las intervenciones— explica el profesor Samuel Kariuki, del Instituto de Investigación Médica de Kenia, que no participó en el estudio. Y concluye—: Estos datos deberían impulsar las inversiones y las acciones dirigidas a abordar el creciente desafío de la resistencia a los antibióticos en todas las regiones del mundo».▪️

  • Información facilitada por The Lancet

  • Fuente: Naghavi, Mohsen et al. Global burden of bacterial antimicrobial resistance 1990–2021: a systematic analysis with forecasts to 2050. The Lancet (2024). DOI: 10.1016/S0140-6736(24)01867-1

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