Los hábitos saludables para el corazón revierten el rápido envejecimiento celular

Un nuevo estudio sugiere que las acciones saludables para el corazón, como hacer ejercicio, dormir bien y controlar la presión arterial, podrían contrarrestar una predisposición genética al envejecimiento rápido de las células del cuerpo.

Por la Asociación Estadounidense del Corazón

El ejercicio físico frena el envejecimiento celular rápido asociado al corazón.

Las personas con envejecimiento celular rápido pueden compensar el mayor riesgo de sufrir infartos, ictus y muerte precoz controlando sus factores de riesgo de enfermedades cardíacas y adoptando conductas más saludables para el corazón, com hacer ejercicio regularmente. Imagen generada con Copilot

El beneficio de mantener una óptima salud cardiaca puede estar asociado con un impacto positivo de los factores asociados a un estilo de vida cardiosaludable sobre el envejecimiento biológico, esto es, la edad del organismo y sus células, según una nueva investigación publicada en el Journal of the American Heart Association.

“Los resultados de nuestro estudio indican que, independientemente de la edad real, la adopción de comportamientos cardiosaludables y el control de los factores de riesgo asociados a las enfermedades del corazón se vinculan a un retraso en la edad biológica y a un menor riesgo de problemas el corazón e ictus, muerte por enfermedad de las arterias coronarias e ictus y muerte por cualquier causa”, afirma el doctor Jiantao Ma, autor principal del estudio y profesor en la Universidad Tufts de Boston (Estados Unidos).

Los autores del estudio analizaron si un proceso de modificación química conocido como metilación del ADN, que regula la expresión génica, podría ser un mecanismo por el cual los factores de riesgo cardiovascular afectan el envejecimiento celular y al riesgo de muerte prematura.

Recordemos que la metilación del ADN es básicamente un proceso bioquímico en el cual grupos metilo (CH3) se agregan a la molécula de ADN. Este proceso influye en la actividad génica al alterar la estructura de la cromatina —la forma en la que se presenta el ADN en el núcleo celular—, lo que puede afectar la capacidad de los genes para ser transcritos y expresados.

Los niveles de metilación del ADN son el biomarcador más prometedor para estimar la edad biológica.

La metilación del ADN juega un papel importante en la regulación de la expresión génica durante el desarrollo embrionario y la diferenciación celular, así como en la respuesta a factores ambientales y en la patogénesis de diversas enfermedades, incluidos los cánceres y las enfermedades cardiovasculares.

Los niveles de metilación del ADN son el biomarcador más prometedor para estimar la edad biológica. Hasta cierto punto, esta viene determinada por la composición genética del individuo, pero también puede verse alterada por determinados factores de estilo de vida y el estrés.

RMN de un ictus.

Resonancia magnética cerebral de un ictus. Actualmente más de 330.000 españoles presentan alguna limitación en su capacidad funcional por haber sufrido un accidente cerebrovascular, según la Sociedad Española de Neurología.

Los investigadores examinaron datos de salud de 5.682 personas adultas (la edad promedio era de 56 años; y el 56% de los participantes eran mujeres) inscritos en el Estudio del Corazón de Framingham, un proyecto de investigación multigeneracional en curso destinado a identificar factores de riesgo asociados a las enfermedades del corazón.

Mediante entrevistas, exámenes físicos y pruebas de laboratorio, todos los participantes fueron evaluados con la ayuda de la herramienta Life's Essential 8 de la Asociación Estadounidense del Corazón. La herramienta califica la salud cardiovascular entre 0 y 100 (100 se corresponde con la mejor puntuación) usando una combinación de cuatro medidas de comportamiento —ingesta dietética, actividad física, horas de sueño por la noche y tabaquismo—  y cuatro mediciones clínicas —índice de masa corporal, colesterol, azúcar en sangre y presión arterial)—.

Cada participante también fue evaluado utilizando cuatro herramientas que estiman la edad biológica basada en la metilación del ADN,y una quinta herramienta que evalúa la tendencia genética de una persona a sufrir envejecimiento biológico acelerado. Los participantes fueron seguidos clínicamente entre 11 y14 años, para detectar la posible aparición de nuevas enfermedades cardiovasculares, muerte cardiovascular o fallecimiento por cualquier causa.

Los investigadores se toparon con los siguientes resultados:

  1. Por cada aumento de 13 puntos en la escala Life's Essential 8 de un individuo, el riesgo de desarrollar una enfermedad cardiovascular por primera vez se reducía en torno a un 35%, la muerte por enfermedad cardiovascular se reducía en un 36% y la muerte por cualquier causa se reducía en un 29%.

  2. En los participantes con un perfil de riesgo genético que les hacía más propensos a tener una edad biológica acelerada, la puntuación Life's Essential 8 tuvo un mayor impacto en los resultados potencialmente a través de la metilación del ADN. En concreto, la metilación del ADN supuso una reducción del 39%, 39% y 78% en el riesgo de enfermedad cardiovascular , muerte cardiovascular y muerte por cualquier causa, respectivamente.

  3. En general, se estimó que alrededor del 20% de la asociación entre las puntuaciones de Life's Essential 8 y los resultados cardiovasculares se debía al impacto de los factores de salud cardiovascular en la metilación del ADN; en cambio, para los participantes con mayor riesgo genético, la asociación era de casi el 40%.

“Aunque existen en el mercado algunas calculadoras de la edad biológica basadas en la metilación del ADN, no disponemos de una buena recomendación sobre la necesidad de conocer la edad epigenética— afirma Ma. Y añade—: Nuestro mensaje es que todo el mundo debería tener en cuenta los ocho factores riesgo vinculados a la enfermedad cardiaca y el ictus: comer alimentos saludables: ser más activo, dejar el tabaco, dormir de forma saludable, controlar el peso y mantener niveles saludables de colesterol, azúcar en sangre y presión arterial”.

Randi Foraker, doctora en Filosofía y Letras y coautora de Los ocho factores esenciales de la vida: actualización y mejora del modelo de salud cardiovascular de la Asociación Americana del Corazón, afirma que los resultados concuerdan con investigaciones anteriores.

Las enfermedades cardiovasculares, principal causa de muerte en el mundo.

«Sabemos que los factores de riesgo modificables y la metilación del ADN se asocian de forma independiente con las enfermedades cardiovasculares. Lo que este estudio añade es que la metilación del ADN puede servir de mediador entre los factores de riesgo y la enfermedad cardiovascular— explica Foraker, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington en St. Louis (Missouri). Y continúa—: El estudio pone de relieve cómo la salud cardiovascular puede influir en el envejecimiento biológico y que tiene importantes implicaciones en el envejecimiento saludable y la prevención de las enfermedades cardiovasculares, así como, en teoría, en otros problemas de salud”.

Las enfermedades cardiovasculares constituyen la primera causa de muerte en el mundo. Según datos de la OMS, desde hace más de veinte años la cifra de muertes relacionadas con las cardiopatías mantiene aumentan sin parar. En España más de 10 millones de personas padecen enfermedades y enfermedades relacionadas con el corazón; entre los afectados, más de 120.000 personas fallecen cada año, según datos del Instituto Nacional de Estadística.

De acuerdo con la OMS, el 80 % de los infartos e ictus prematuros son prevenibles con hábitos de vida saludables, como los ocho que se han mencionado.

Anterior
Anterior

Los fiordos, unas eficaces trampas para el carbono

Siguiente
Siguiente

Una nueva inmunoterapia podría tratar el cáncer óseo