Los fiordos, unas eficaces trampas para el carbono

Los fiordos de la costa oeste de Suecia actúan como eficaces sumideros de carbono, independientemente de si el agua del fondo es rica en oxígeno o no, afirma un nuevo estudio. Estas trampas de carbono contribuyen a frenar la acidificación de los océanos y el efecto invernadero.

Por la Universidad de Gotemburgo.

El fiordo de Gullmarsfjorden (Suecia).

Gullmarsfjorden fue uno de los fiordos suecos investigados como trampa de carbono. Foto: Astrid Hylén

Los fiordos de la costa occidental de Suecia actúan como eficaces trampas de carbono independientemente de si el agua del fondo es rica o pobre en oxígeno. Esta es la conclusión de un nuevo estudio realizado por investigadores de la Universidad de Gotemburgo.

Día a día va a parar al fondo de los fiordos de la costa occidental sueca una ingente cantidad de restos vegetales, que forman sedimentos en el lecho marino. Este fenómeno entierra el carbono orgánico, que de otro modo contribuiría a la acidificación de los océanos —proceso por el cual el agua del mar se vuelve más ácida debido al exceso de dióxido de carbono (CO2)— y al efecto invernadero.

Cuando los restos de las plantas se exponen al oxígeno y a otras sustancias, el carbono orgánico empieza a descomponerse en carbono inorgánico, que puede disolverse en forma de ácido carbónico (H2CO3) en el agua. Hasta ahora, los científicos habían supuesto que el contenido de oxígeno en el fondo de las aguas era lo que determinaba la eficacia de la captura del carbono, pero las mediciones realizadas en tres fiordos suecos demuestran que el contenido de oxígeno desempeña un papel menos importante del que se esperaba.

No hay que olvidar que una trampa de carbono en la naturaleza se refiere, en líneas generales, a cualquier proceso o sistema que absorbe y almacena carbono del entorno, como es el caso de la atmósfera, lo que ayuda a mitigar el cambio climático al reducir la cantidad de dióxido de carbono (CO2) en la atmósfera. Estas trampas de carbono pueden incluir bosques, manglares, humedales, océanos y otros ecosistemas terrestres y acuáticos, como es el caso de los fiordos, una estrecha entrada costera de mar formada por la inundación de un valle excavado o parcialmente tallado por acción de glaciares.​​

El mismo patrón en tres fiordos suecos.

“Elegimos tres fiordos con distintos niveles de oxígeno en el agua del fondo. En ellos parece que la cantidad de partículas que se depositan es tan alta que el impacto del oxígeno en la descomposición es bajo”, explica Per Hall, profesor de Biogeoquímica Marina en la Universidad de Gotemburgo y coautor del estudio, que ha sido publicado en la revista JGR Biogeosciences.

Los tres fiordos seleccionados por los investigadores fueron loa de Byfjorden, Hakefjorden y Gullmarsfjorden, que muestran el mismo patrón en los sedimentos. Estos almacenan grandes cantidades de carbono orgánico, y la descomposición avanza al mismo ritmo tanto si han llegado al lecho marino partes de plantas procedentes de tierra firme como del propio mar.

“Esto también es un nuevo conocimiento. La proporción de restos de plantas terrestres es mayor en las zonas más próximas del fiordo a la costa que en áreas más alejadas, más cercanas al umbral. Pero como sumidero de carbono, el fiordo funciona igual de bien en todas partes, independientemente del origen de la materia orgánica", afirma Hall.

n otoño de 2021, Sebastiaan van de Velde, de la Universidad de Amberes (Bélgica), entre otros, tomó muestras de sedimentos del fondo de tres fiordos suecos.

En otoño de 2021, Sebastiaan van de Velde (a la izquierda), de la Universidad de Amberes (Bélgica), entre otros científicos, tomó muestras de sedimentos del fondo de tres fiordos suecos. Crédito: Astrid Hylén

Otra cosa que se pudo observar en las mediciones fue que la materia orgánica se combina con partículas minerales que son transportadas al fiordo por las corrientes de agua. Esta asociación hace que la materia orgánica se hunda más rápidamente y se ralentice la descomposición, ya que las bacterias y otros organismos no pueden descomponer también este material. Además contribuye al sumidero de carbono.

Los fiordos son los entornos marinos que más carbono orgánico entierran en relación con su tamaño. Cada año, va a parar a los sedimentos de los fiordos de todo el mundo unas 18 megatoneladas de carbono orgánico, lo que representa el 11% de todo el carbono capturado en los océanos del planeta, a pesar de que los fiordos solo representan una décima parte del 1% de toda la superficie oceánica.

“Por lo tanto, concluimos que los fiordos, especialmente los situados en un clima templado con vegetación terrestre circundante que puede contribuir a la sedimentación de los fiordos, desempeñan un papel importante en la regulación del clima a escalas temporales más largas. Esto subraya la importancia de explorar estos ecosistemas en el contexto del cambio climático global", concluye Hall.

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