Los fósiles de dinosaurio no inspiraron el grifo mitológico

Una nueva investigación cuestiona la creencia popular de que los fósiles de Protoceratops inspiraron la leyenda del grifo, la criatura mitológica con cabeza de ave rapaz y alas en el cuerpo de un león.

Por la University of Portsmouth

Durante siglos, los científicos creyeron saber de dónde venía la leyenda del grifo. Un nuevo estudio analiza más de cerca la influencia de los datos y el folclore en la ciencia.

Durante siglos, los científicos creyeron saber de dónde venía la leyenda del grifo. Un nuevo estudio analiza más de cerca la influencia de los datos y el folclore en la ciencia. Imagen generada con DALL-E

Un nuevo estudio cuestiona la creencia popular ampliamente extendida de que los fósiles de dinosaurios inspiraron la leyenda del grifo, la criatura mitológica con cabeza de ave rapaz y alas en el cuerpo de un león. Esta criatura simboliza la fuerza y la majestuosidad, y combina las características del rey de las bestias, esto es, el león, y el rey de las aves, el águila.

El vínculo específico entre los fósiles de dinosaurios y la mitología de los grifos se propuso hace más de treinta años en una serie de artículos y libros escritos por la folclorista estadounidense Adrienne Mayor. La asociación comenzó con el artículo publicado en1989 en la revista Cryptozoology y que se titulaba Paleocriptozoología: un llamada a la colaboración entre clasicistas y criptozoólogos. Once años después se cimentó en el libro de Mayor The First Fossil Hunters. La hipótesis se convirtió en un elemento básico de libros, documentales y exhibiciones en museos.

Mayor sugiere que un dinosaurio con cuernos de Mongolia y China, el Protoceratops, fue descubierto por antiguos nómadas que buscaban oro en Asia Central. Los cuentos de huesos de este terrible lagarto viajaron hacia el suroeste en rutas comerciales para inspirar, o al menos influir, en las historias y el arte del grifo.

Los grifos son algunas de las criaturas mitológicas más antiguas que se conocen, pues aparecen por primera vez en el arte egipcio y de Oriente Medio durante el cuarto milenio a. C., antes de hacerse populares en la antigua Grecia durante el siglo VIII a. C.

El Protoceratops pudo servir de inspiración para la  creación del ser mitológico grifo.

El Protoceratops pudo ser la inspiración del grifo mitológico. Imagen generada con DALL-E

El Protoceratops fue un dinosaurio pequeño, de unos 2 metros de largo, que vivió en Mongolia y el norte de China durante el período Cretácico, hace entre 75 y 71 millones de años. Pertenece al grupo de los dinosaurios con cuernos, lo que lo convierte en un pariente del Triceratops, aunque en realidad carece de cuernos faciales.

Al igual que los grifos, el Protoceratops caminaba sobre cuatro patas, tenía picos y poseía una gran gola en el cuello, que le habría servido para protegerse, como punto de anclaje de los fuertes músculos de las mandíbulas, para impresionar a los miembros de su especie, para la regulación térmica o para una combinación de estas funciones.

Este volante óseo, que se extiende desde la parte trasera del cráneo y rodea el cuello, pudo ser interpretado como unas alas. En una primera evaluación de esta hipótsis, los autores del estudio, el Mark Witton y Richard Hing, paleontólogos de la Universidad de Portsmouth, en el Reino Unido, reevaluaron los registros fósiles históricos, la distribución y la naturaleza de los fósiles de Protoceratops y las fuentes clásicas que vinculan al grifo con este dinosaurio.

Witton y Hing también consultaron a historiadores y arqueólogos para comprender completamente la visión convencional y no basada en fósiles de los orígenes del grifo. En última instancia, encontraron que ninguno de los argumentos resistió el escrutinio.

La idea de que los restos fósiles del Protoceratops fueran descubiertos por nómadas que buscaban oro, por ejemplo, es improbable cuando los fósiles de este dinpsaurio se encuentran a cientos de kilómetros de antiguos yacimientos auríferos. En el siglo transcurrido desde que se descubrieron los Protoceratops, no se ha encontrado oro junto a ellos. También parece dudoso que los nómadas hubieran visto muchos esqueletos de Protoceratops, aunque buscaran oro donde se encuentran sus fósiles.

La idea de que los restos fósiles del Protoceratops fueran descubiertos por nómadas que buscaban oro es improbable, según un nuevo estudio.

La idea de que los restos fósiles del Protoceratops fueran descubiertos por nómadas que buscaban oro es improbablea la luz de las evidencias científicas. Cortesía: ABelov2014

"Se supone que los esqueletos de dinosaurio se descubren semiexpuestos, casi como los restos de animales recién fallecidos —explica Witton. Y añade—: Pero, por lo general, solo una pequeña parte de un esqueleto de dinosaurio en proceso de erosión es visible a simple vista y pasa desapercibida para todo el mundo, salvo para los cazadores de fósiles más experimentados.

"Es casi seguro que así fue como los antiguos pueblos que vagaban por Mongolia se toparon con el Protoceratops. Si querían ver más allá, como sería necesario para la gestación del mito basada en sus restos fósiles, tuvieron que extraer el fósil de la roca circundante —apunta Witton. Y continúa—: No es tarea fácil, ni siquiera con las herramientas, pegamentos, envoltorios protectores y técnicas de preparación modernas. Parece más probable que los restos del Protoceratops pasaran desapercibidos, si es que los buscadores de oro llegaron a verlos".

Lagunas en la posible propagación geográfica del arte de los grifos a lo largo de la historia

Del mismo modo, la propagación geográfica del arte de los grifos a lo largo de la historia no concuerda con la hipótesis de que la tradición de los grifos comenzara con los fósiles de Asia Central y luego se extendiera hacia el oeste. Tampoco hay referencias inequívocas de fósiles de Protoceratops en la literatura antigua.

El Protoceratops solo se parece a un grifo por ser un animal de cuatro extremidades y pico. No hay detalles en el arte de los grifos que sugieran que se tomaron como referencia sus fósiles pero, por el contrario, muchos grifos se componían claramente a partir de rasgos de felinos y aves vivos.

"Todo lo relacionado con los orígenes de los grifos es consistente con su interpretación tradicional como bestias imaginarias, al igual que su apariencia se explica completamente porque son quimeras de grandes felinos y aves rapaces" —explica Witton. Y añade—: Invocar un papel para los dinosaurios en la tradición de los grifos, especialmente las especies de tierras lejanas como el Protoceratops, no solo introduce una complejidad e inconsistencias innecesarias en sus orígenes, sino que también se basa en interpretaciones y propuestas que no resisten el escrutinio".

Los fósiles han sido culturalmente importantes a lo largo de la historia de la humanidad

Los autores insisten en que existe una excelente evidencia de que los fósiles han sido culturalmente importantes a lo largo de la historia de la humanidad, e innumerables ejemplos de fósiles que inspiran el folclore en todo el mundo, conocidos como geomitos.

Comparaciones entre el esqueleto de Protoceratops y el arte de los grifos antiguos.

Comparaciones entre el esqueleto de un Protoceratops y el arte de los grifos antiguos. Estos se basan obviamente en los grandes felinos, desde su musculatura y colas largas y flexibles hasta las crines —indicadas por el pelo enrollado en el cuello—, y las aves, y difieren del Protoceratops en prácticamente todas las medidas de proporción y forma. Imagen recopilada a partir de ilustraciones de Witton y Hing (2024). Cortesía: Dr. Mark Witton

En palabras de Hing, “es importante distinguir entre el folclore de los fósiles y una base factual, es decir, las conexiones entre fósiles y mitos evidenciadas por descubrimientos arqueológicos o referencias convincentes en la literatura y el arte, y las conexiones especulativas basadas en la intuición".

"No hay nada intrínsecamente malo en la idea de que los pueblos antiguos encontraran huesos de dinosaurio y los incorporaran a su mitología, pero tenemos que fundamentar tales propuestas en realidades históricas, geográficas y paleontológicas. De lo contrario, no son más que especulaciones", advierte Hing.

"No todas las criaturas mitológicas exigen explicaciones a través de los fósiles. Algunos de los geomitos más populares —Protoceratops y grifos; elefantes y cíclopes fósiles; y dragones y dinosaurios— carecen de base probatoria y son totalmente especulativos. Promovemos estas historias porque son emocionantes y parecen intuitivamente plausibles, pero al hacerlo ignoramos nuestro creciente conocimiento de los geomitos fósiles basados en hechos y pruebas —explica Witton. Y concluye—: Estos son tan interesantes como sus homólogos conjeturales, y probablemente merecen más atención que los escenarios geomitológicos totalmente especulativos". ▪️

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