Las hormigas son rencorosas

Un nuevo estudio revela que las hormigas no solo identifican a sus enemigas por el olor, sino que también recuerdan con «resentimiento» algunos de sus encuentros pasados. Estos pequeños insectos nos sorprenden con su capacidad de aprender y ajustar su comportamiento.

Por Enrique Coperías

Las hormigas muestran una conducta equivalente al rencor humano ante experiencias negativas posadas con hormigas agresivas de nidos vecinos. Imagen humorística generada con DALL-E

Un equipo de biólogos evolutivos de la Universidad de Friburgo (Alemania), liderado por Volker Nehring, investigador del grupo de Biología Evolutiva y Ecología Animal, y la estudiante de doctorado Mélanie Bey, ha demostrado que las hormigas son capaces de aprender de sus experiencias.

Los investigadores expusieron a las hormigas a encuentros repetidos con competidoras de otros hormigueros. Los resultados mostraron que las hormigas recordaban las experiencias negativas de estos enfrentamientos: al encontrarse nuevamente con hormigas de un nido previamente identificado como agresivo, se comportaban de manera más hostil en comparación con su actitud hacia hormigas de nidos desconocidos.

Por el contrario, si las hormigas habían interactuado previamente con competidoras pasivas, su agresividad disminuía. El fascinante estudio ha sido publicado en la revista Current Biology.

Las hormigas son agresivas con sus vecinas

Las hormigas utilizan olores específicos para distinguir a los miembros de su propio hormiguero de los de otros. Cada colonia tiene un perfil olfativo único que funciona como una firma química. Investigaciones previas habían establecido que estos infectos tienden a ser más agresivas con las colonias vecinas, especialmente las cercanas.

Estas agresiones suelen incluir el uso de mandíbulas para morder, así como la emisión de ácido para neutralizar o matar a sus competidoras. Sin embargo, las hormigas son menos propensas a seguir este comportamiento hacia hormigueros más alejados del suyo.

Hasta ahora, las razones detrás de esta diferencia no estaban. El equipo de Nehring ha identificado que las hormigas recuerdan el olor de los atacantes, lo que explica su mayor agresividad hacia competidoras de nidos familiares.

Un experimento bélico

Para llegar a estos resultados, los científicos llevaron a cabo un experimento en dos fases. En la primera, las hormigas fueron expuestas a diferentes experiencias:

  1. Un grupo interactuó con hormigas de su propio nido.

  2. Otro grupo se enfrentó a hormigas agresivas de un hormiguero rival A.

  3. Un tercer grupo tuvo encuentros con hormigas agresivas de un hormiguero rival B.

Cada hormiga experimentó cinco encuentros en días consecutivos, cada uno de un minuto de duración.

En la segunda fase, los investigadores observaron el comportamiento de las hormigas de los diferentes grupos al enfrentarse a competidoras del nido A. Aquellas que ya habían interactuado con congéneres de este nido mostraron un comportamiento significativamente más violento en comparación con las hormigas de los otros dos grupos.

Crédito: Current Biology (2024). DOI: 10.1016/j.cub.2024.11.054

Diferenciando entre hormigas agresivas y pasivas

Para determinar si la agresividad se debía exclusivamente al comportamiento previo de las competidoras, los investigadores realizaron una variación del experimento. En esta nueva prueba, distinguieron entre encuentros con hormigas agresivas y pasivas. Las hormigas pasivas fueron preparadas cortándoles las antenas, lo que limitó su capacidad de interactuar activamente.

Durante la prueba, las hormigas que solo habían interactuado con competidoras pasivas mostraron un comportamiento significativamente menos agresivo que las que se habían enfrentado a rivales agresivas.

«A menudo tenemos la idea de que los insectos funcionan como robots preprogramados —explica Nehring en una nota de prensa de la Universidad de Friburgo. Y añade—: Nuestro estudio aporta nuevas evidencias de que, por el contrario, las hormigas también aprenden de sus experiencias y pueden guardar rencor».

El próximo paso del equipo será investigar si las hormigas adaptan sus receptores olfativos en función de sus experiencias y hasta qué punto lo hacen, lo nos llevaría su capacidad de aprendizaje a nivel molecular. ▪️

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