Las diferencias de sexo en la estructura del cerebro están presentes al nacer

Un estudio científico confirma que las diferencias entre el cerebro masculino y femenino están presentes desde el nacimiento y no son solo producto del entorno. Estas diferencias podrían ayudar a comprender mejor trastornos como el autismo y el TDAH.

Por Enrique Coperías

Un equipo de neurocientíficos han identificado diferencias en los cerebros de niños y niñas al nace, y sugieren que estas disimilitudes ya están establecidas antes de venir al mundo.

Un equipo de neurocientíficos han identificado diferencias en los cerebros de niños y niñas al nace, y sugieren que estas disimilitudes ya están establecidas antes de venir al mundo. Foto: Isaac Quesada

Un estudio científico publicado en la revista Biology of Sex Differences ha demostrado que las diferencias cerebrales entre hombres y mujeres ya están presentes al nacer y permanecen relativamente estables durante el desarrollo cerebral en las primeras semanas de vida.

Este hallazgo refuerza la idea de que los factores biológicos prenatales, como la exposición hormonal en el útero, desempeñan un papel clave en la configuración de estas diferencias a nivel neurológico.

Desde hace tiempo, los neurocientíficos han explorado cómo difieren los cerebros masculinos y femeninos, pero el momento exacto en que estas diferencias emergen ha sido un misterio. Hasta ahora, la mayoría de los estudios se habían centrado en niños mayores o en adultos, lo que dejaba abierta la posibilidad de que las disimilitudes fueran producto de influencias ambientales y sociales en lugar de factores biológicos innatos.

Trastornos que se ceban en un sexo

Comprender cuándo aparecen las diferencias en el encéfalo no es un asunto baladí, ya que muchas enfermedades neurológicas y psiquiátricas muestran diferencias en su prevalencia y manifestación entre hombres y mujeres. Trastornos como el autismo, el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) y la depresión afectan de manera desigual a ambos sexos.

Si estas diferencias están presentes desde el nacimiento, el estudio del cerebro neonatal puede proporcionar claves cruciales sobre los mecanismos biológicos subyacentes a estos trastornos neurológicos y ayudar a mejorar los métodos de diagnóstico y tratamiento.

Para investigar estas diferencias, los investigadores, coordinados por Yumnah T. Khan, del Departamento de Psiquiatría de la Universidad de Cambridge, en el Reino Unido, analizaron datos de 514 recién nacidos sanos —278 varones y 236 mujeres— como parte del Developing Human Connectome Project (dHCP). Y realizaron escáneres cerebrales mediante resonancia magnética (MRI) en los primeros veintiocho días de vida, un período crítico para el desarrollo encefálico.

Al nacer, las niñas tienen más materia gris, que favore el procesamiento de información, mientras que los niños presentan más materia blanca, que potencia la conectividad neuronal.

Al nacer, las niñas tienen más materia gris, que favore el procesamiento de información, mientras que los niños presentan más materia blanca, que potencia la conectividad neuronal. Foto: Alex Hockett

Cantidad de materias blanca y gris

Los escáneres se realizaron mientras los bebés dormían de forma natural, sin necesidad de sedación y se midieron los volúmenes cerebrales totales, así como la distribución de la materia gris y la materia blanca. La primera es responsable del procesamiento de información, la memoria, el control motor y la toma de decisiones, mientras que la materia blanca facilita la comunicación entre diferentes regiones cerebrales.

Los investigadores también ajustaron variables como el peso al nacer, para asegurarse que las diferencias observadas fueran debidas al sexo biológico y no al tamaño corporal.

Los resultados de la investigación son muy interesantes:
✅ En el tamaño del cerebro. En términos absolutos, los bebés masculinos tenían cerebros más grandes que los femeninos, con un volumen intracraneal aproximadamente un 6% mayor. Estas diferencias, previamente documentadas en niños mayores y adultos, confirman que están presentes desde el nacimiento.

✅ Diferencias en materia gris y materia blanca. Las niñas tenían más materia gris, lo que sugiere una mayor capacidad para el procesamiento de información, mientras que los niños presentaban una mayor cantidad de materia blanca, lo que indican una conectividad neuronal más desarrollada. Estas diferencias se mantuvieron estables durante el primer mes de vida, lo que sugiere que ya estaban establecidas antes del nacimiento.

✅ Diferencias en regiones cerebrales específicas. Incluso después de ajustar por el tamaño del cerebro, se encontraron diferencias significativas en áreas clave. Los bebés de sexo masculino mostraban un mayor volumen en el cuerpo calloso, la estructura que conecta ambos hemisferios cerebrales; los lóbulos parietales, responsables de la percepción sensorial y el procesamiento espacial; el giro cingulado anterior, vinculado con la regulación emocional y la toma de decisiones; el núcleo caudado, relacionado con el control motor y el aprendizaje; y el giro parahipocampal, fundamental para la memoria y la navegación espacial.

Por otro lado, los varones presentaban un mayor volumen en el giro temporal medial e inferior, asociado con el procesamiento visual y auditivo, y en el núcleo subtalámico, involucrado en el control del movimiento. Además, se observaron diferencias en el crecimiento postnatal temprano, con el giro cingulado anterior creciendo más rápido en mujeres, mientras que en los varones ocurría lo mismo con el giro temporal superior.

Los cerebros de hombres y mujeres son más parecidos que diferentes

«Los cerebros de hombres y mujeres son más parecidos que diferentes. Cualquier diferencia de sexo que hayamos observado aquí se refiere simplemente a promedios de grupo, y puede no aplicarse a cada hombre o mujer individualmente», advierte una de las autoras del estudio, Yumnah Khan. Foro: Jill Sauve

Las implicaciones de este estudio

Estos hallazgos confirman que muchas de las diferencias cerebrales entre hombres y mujeres ya están presentes desde el nacimiento, lo que refuerza la hipótesis de que los factores prenatales juegan un papel clave en el desarrollo cerebral.

Sin embargo, los autores del estudio advierten de que esto no significa que el cerebro masculino y el femenino sean completamente diferentes. Las diferencias observadas son en promedios estadísticos, y existe una gran variabilidad individual.

«Es importante no exagerar las diferencias —advierte Yumnah Khan, investigadora de la Universidad de Cambridge y coautora del estudio. Y advierte—: El cerebro no es sexualmente dimórfico como lo son los órganos reproductivos. Los cerebros de hombres y mujeres son más parecidos que diferentes. Cualquier diferencia de sexo que hayamos observado aquí se refiere simplemente a promedios de grupo, y puede no aplicarse a cada hombre o mujer individualmente».

Pero, tal y como reconoce Khan y sus colegas, el estudio deja varias preguntas abiertas:

✅ ¿Cuáles son las causas exactas de estas diferencias cerebrales? No se ha determinado si son resultado de factores genéticos, hormonas prenatales o una combinación de ambos.

✅ ¿Cómo afectan estas diferencias al comportamiento y la cognición? No se ha analizado su impacto en la inteligencia, la memoria o el lenguaje.

✅ ¿Cómo evolucionan estas diferencias a lo largo del desarrollo? Se necesitan estudios longitudinales para comprender su impacto en la infancia, adolescencia y adultez.

Además, factores como el entorno social, la educación y la nutrición pueden influir en el desarrollo cerebral, por lo que futuras investigaciones deberían considerarlos. ▪️

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