Impactante hallazgo: el corazón tiene receptores del «sabor dulce» y su estimulación puede influir en los latidos

Científicos han descubierto que el corazón tiene receptores del «sabor dulce» similares a los de la lengua, y su activación con edulcorantes puede influir en el rito de los latidos. Este hallazgo podría revolucionar el tratamiento de la insuficiencia cardiaca y explicar la relación entre las arritmias y las bebidas con edulcorantes.

Por Enrique Coperías

Por primera vez, los científicos han identificado receptores específicos del sabor dulce, en concreto el TAS1R2 y el TAS1R3, en la superficie de las células del músculo cardiaco. Imagen generada con DALL-E

En un hallazgo totalmente inesperado, un equipo de científicos han descubierto que el corazón posee receptores del sabor dulce, similares a los que se encuentran en la lengua. Y no solo esto: su estimulación con sustancias dulces puede influir en los latidos cardiacos. Este descubrimiento abre nuevas vías para comprender el funcionamiento del corazón y podría acelerar el desarrollo de tratamientos innovadores para la insuficiencia cardiaca.

La insuficiencia cardíaca es una condición en la que el corazón no puede bombear suficiente sangre para satisfacer las necesidades del cuerpo, lo que provoca fatiga, dificultad para respirar y acumulación de líquidos. Puede ser causada por enfermedades como la hipertensión, la diabetes o infartos previos, y se clasifica en diferentes tipos según su gravedad y funcionamiento de la bomba vital.

Actualmente, la insuficiencia cardíaca afecta a más de 64 millones de personas en el mundo y es una de las principales causas de hospitalización en mayores de 65 años, con una incidencia creciente debido al envejecimiento de la población y al aumento de factores de riesgo, según la OMS.

En la lengua y en el corazón

Si bien los receptores gustativos se asocian tradicionalmente con la lengua y la percepción del sabor, estudios recientes han demostrado que estos receptores también están presentes en otras partes del cuerpo, donde cumplen funciones distintas.

Este nuevo estudio es el primero en identificar los receptores específicos del sabor dulce TAS1R2 y TAS1R3 en la superficie de las células del músculo cardiaco. Los hallazgos han sido presentados en la 69.ª Reunión Anual de la Sociedad de Biofísica, que se celebrará del 15 al 19 de febrero de 2025 en Los Ángeles.

La investigación revela que estos receptores no solo están presentes en el músculo cardiaco, sino que también son funcionales. Cuando los científicos estimularon estos receptores en células cardiacas humanas y de ratón con aspartamo —un edulcorante artificial común—, observaron un aumento significativo en la fuerza de contracción del músculo cardiaco y una aceleración en el manejo del calcio, procesos esenciales para un latido saludable.

Del plato a la bomba vital

«Después de comer, se ha demostrado que la frecuencia cardiaca y la presión arterial aumentan —dice Micah Yoder, estudiante graduado en el laboratorio de Jonathan Kirk, en la Universidad Loyola de Chicago, en un comunicado de la Biophysical Society. Y añade—: Antes se pensaba que esto era resultado de una señal neuronal. Sin embargo, proponemos una explicación más directa: cuando los niveles de azúcar en sangre aumentan tras una comida, esta glucosa se une a los receptores del sabor dulce en las células del músculo cardiaco, y esto provoca una modificación en los latidos del corazón».

A los investigadores también les llamó poderosamente la atención que los receptores TAS1R2 y TAS1R3 son más abundantes en los corazones de pacientes con insuficiencia cardiaca. Este particular sugiere una posible relación con la enfermedad. De hecho, análisis posteriores mostraron que la estimulación de estos receptores activa una serie de eventos moleculares dentro de las células cardiacas; en concreto, ponen en acción a unas proteínas clave que regulan el flujo de calcio y la contracción muscular.

Sección transversal de tejido muscular, que muestra las células musculares (rojo) y sus núcleos (azul). Estas poseen receptores del «sabor dulce». Imagen: Salk Institute

Bebidas con edulcorantes y arritmias

«En la insuficiencia cardiaca, el corazón cambia su metabolismo y prioriza la captación y el uso de glucosa — señala Yoder—. Es posible que, como parte de esta adaptación, el órgano también ajuste su capacidad para detectar nutrientes».

Además, esta investigación podría ofrecer una explicación al vínculo entre el consumo excesivo de bebidas endulzadas artificialmente, con edulcorantes, y el desarrollo de arritmias. Por ejemplo, un reciente estudio en la revista Circulation: Arrhythmia and Electrophysiology apuntaba a que el consumo de dos litros o más por semana de bebidas endulzadas artificialmente —lo equivalente a un refresco dietético mediano al día— incrementa en un 20% el riesgo de sufrir un latido cardíaco irregular, conocido como fibrilación auricular, en comparación con las personas que no consumían este tipo de bebidas.

El estudio analizó durante una década información de casi 202.000 personas que participaban en una gran base de datos biomédica llamada UK Biobank.

En palabras de Yoder, los edulcorantes artificiales, como el aspartamo, estimulan de manera intensa estos receptores y su sobreestimulación puede aumentar la incidencia de comportamientos arrítmicos en las células cardiacas. Sin embargo, aún se requieren más estudios para comprender los efectos a largo plazo de la activación de estos receptores en el corazón y determinar cómo podrían aprovecharse para fortalecer el músculo cardiaco en casos de insuficiencia cardiaca. ▪️

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