El corazón tiene su propio «cerebro»
Una nueva investigación confirma que el corazón posee un sistema nervioso propio que regula sus latidos. Este sistema, más complejo de lo que se pensaba, podría abrir nuevas posibilidades para tratar enfermedades cardíacas.
Por Enrique Coperías
Una nueva investigación del Instituto Karolinska, en Suecia, y la Universidad de Columbia, en Estados Unidos, demuestra que el corazón tiene un cerebro en miniatura, un sistema nervioso propio que controla los latidos. Una mejor comprensión de este sistema, mucho más diverso y complejo de lo que se creía, podría conducir a nuevos tratamientos de las cardiopatías, esto es, las dolencias del músculo cardiaco. El estudio, realizado con peces cebra, ha sido publicado en la revista en Nature Communications.
Durante mucho tiempo, los médicos han pensado que el corazón estaba controlado únicamente por el sistema nervioso autónomo, la parte del sistema nervioso que inerva los órganos internos y que transmite señales desde el cerebro. La red neuronal del corazón, incrustada en las capas superficiales de la pared cardiaca, se había considerado una estructura simple que retransmite las señales del encéfalo.
Sin embargo, investigaciones recientes sugieren que tiene una función más avanzada que la descrita. Los científicos han descubierto ahora que el corazón tiene su propio sistema nervioso complejo, crucial para controlar su ritmo.
Los investigadores identificaron en el corazón varios tipos de neuronas con funciones diferentes, entre ellas, un pequeño grupo de neuronas con propiedades equiparables a las de un marcapasos. El hallazgo desafía la visión actual que tenemos sobre cómo se controlan los latidos del corazón, lo que puede tener implicaciones clínicas.
«Nos sorprendió ver lo complejo que es el sistema nervioso del corazón —afirma Ampatzis en una nota de prensa del Instituto Karolinska—. Comprender mejor este sistema podría dar lugar a nuevos conocimientos sobre las cardiopatías y ayudar a desarrollar nuevos tratamientos para enfermedades como las arritmias» .
Nuevas dianas terapéuticas
El estudio se realizó con peces cebra, un modelo animal que presenta grandes similitudes con la frecuencia cardiaca humana y la función cardiaca en general. Los investigadores pudieron trazar un mapa de la composición, organización y función de las neuronas dentro del corazón utilizando una combinación de métodos como la secuenciación del ARN de células individuales, estudios anatómicos y técnicas electrofisiológicas.
«Ahora seguiremos investigando cómo interactúa el cerebro del corazón con el cerebro real para regular las funciones cardiacas en diferentes situaciones, como el ejercicio, el estrés o la enfermedad —afirma Ampatzis. Y concluye—: Pretendemos identificar nuevas dianas terapéuticas examinando cómo las alteraciones de la red neuronal del corazón contribuyen a distintos trastornos cardíacos». ▪️
Información facilitada por el Instituto Karolinska
Fuente: Pedroni, A., Yilmaz, E., Del Vecchio, L. et al. Decoding the molecular, cellular, and functional heterogeneity of zebrafish intracardiac nervous system. Nature Communications (2024). DOI: https://doi.org/10.1038/s41467-024-54830-w