¿Dónde «guarda» el cerebro el miedo a las personas que nos han hecho daño?
El silenciamiento temporal de regiones del cerebro en ratones ayuda a los neurocientíficos a determinar dónde se originan los distintos tipos de recuerdos relacionados con individuos y lugares que pueden resultarnos seguros o amenazantes.
Por Enrique Coperías
¿Cómo distinguimos las amenaza de la seguridad? Esta es una pregunta importante no solo en nuestra vida cotidiana, sino también para los trastornos humanos relacionados con el miedo a los demás, como la ansiedad social y el trastorno de estrés postraumático (TEPT).
La imagen de microscopio que puedes ver bajo estas líneas, realizada en el laboratorio del doctor Steven A. Siegelbaum, del Instituto Zuckerman de la Univerisdad Columbia, muestra una poderosa técnica que los científicos han utilizado para ayudarnos a encontrar una respuesta a cómo nuestro encéfalo diferencia las situaciones de amenaza y los individuos que por experiencia pueden resultar peligrosos de los que no lo son.
En concreto, los científicos que obtuvieron esta imagen estaban investigando el hipocampo, una zona del cerebro localizada en el lóbulo temporal que desempeña un papel clave en la memoria de los seres humanos y los ratones. En particular, se centraron en la región CA2, significativa para la memoria social, la capacidad de recordar a otros individuos; y la región CA1, importante para recordar lugares.
En este nuevo y apasionante estudio, publicado en la revista Nature Neuroscience, los investigadores revelan por primera vez que las regiones CA1 y CA2 codifican respectivamente los lugares y los individuos vinculados a una experiencia amenazadora. Los resultados muestran que, más allá del simple reconocimiento de individuos, CA2 ayuda a registrar aspectos más complejos de la memoria social: en este caso, si otro individuo es seguro o peligroso.
«Para todas las especies que viven en comunidades sociales, incluidos los roedores y los seres humanos, es vital tener recuerdos sociales que nos ayuden a evitar futuras experiencias con personas que puedan resultar perjudiciales y, al mismo tiempo, mantenernos abiertos a individuos que pueden ser beneficiosos para nuestros intereses», afirma Pegah Kassraian, investigadora postdoctoral en el laboratorio de Siegelbaum y autora principal del trabajo.
Recuerdos indispensables para la supervivencia
En palabras de Kassraian, «los recuerdos temerosos son importantes para la supervivencia, y ayudan a mantenernos a salvo».
Para investigar dónde se originan los recuerdos sociales asociados al miedo en el cerebro, Kassraian y sus colegas sometieron a los ratones a una experiencia personalizada: el roedor podía corretear en un espacio cerrado y encontrarse con otro ratón desconocido. En ese momento de interacción, recibía una leve descarga en el pie, parecida a la descarga de electricidad estática que se recibe al pisar una alfombra y tocar el pomo de una puerta.
El animal podía correr en dirección contraria para encontrarse, esta vez, con otro ratón desconocido, pero en este caso el encuentro era seguro, sin descargas. Pues bien, normalmente los ratones aprendían rápidamente a evitar a los desconocidos y los lugares asociados a las descargas, y estos recuerdos duraban al menos veinticuatro horas.
Efectos curiosos de la desactivación de las regiones CA1 y CA2 del hipocampo
Para determinar en qué parte del hipocampo se almacenaban estos recuerdos, los investigadores alteraron genéticamente a los ratones para que pudieran suprimir selectivamente las regiones CA1 y CA2. Sorprendentemente, la desactivación de cada región tuvo efectos muy diferentes.
Cuando los científicos silenciaron CA1, los ratones ya no podían recordar dónde habían sido electrocutados, pero aún podían recordar qué desconocido estaba asociado con la amenaza. Cuando silenciaron la CA2, los ratones recordaron dónde habían recibido la descarga, pero empezaron a temer indistintamente a los extraños con los que se topaban.
Estos nuevos hallazgos revelan que la CA2 ayuda a los ratones a recordar si los encuentros pasados con otros individuos fueron amenazantes o seguros. Los resultados también concuerdan con investigaciones anteriores que detallan cómo la CA1 alberga células de lugar, que codifican ubicaciones.
Investigaciones anteriores han implicado a la región CA2 el hipocampo con diversas afecciones neuropsiquiátricas, como la esquizofrenia y el autismo. El nuevo estudio sugiere que seguir investigando la CA2 podría ayudar a los científicos a comprender mejor la ansiedad social, el trastorno de estrés postraumático y otras afecciones que pueden provocar aislamiento social.
«Es posible que los síntomas de retraimiento social estén relacionados con la incapacidad de distinguir entre una amenaza y otra —afirma Siegelbaum. Y añade—: Dirigirse al CA2 podría ser una forma útil de diagnosticar o tratar trastornos relacionados con el miedo al prójimo». ▪️
Información facilitada por la Universidad de Columbia
Fuente: Kassraian, P., Bigler, S.K., Gilly Suarez, D.M. et al. The hippocampal CA2 region discriminates social threat from social safety. Nature Neuroscience (2024). DOI: https://doi.org/10.1038/s41593-024-01771-8