Descubren el alfabeto más antiguo del mundo en una antigua ciudad de Siria
Un cilindro de arcilla del tamaño de un dedo procedente de una tumba del norte de Siria parece ser el ejemplo más antigua de escritura con alfabeto en lugar de jeroglíficos o cuneiformes. Y podría tratarse de una etiqueta de regalo de arcilla.
Por Enrique Coperías
Es posible que los arqueólogos hayan descifrado el fragmento de escritura alfabética más antiguo descubierto hasta ahora, y podría tratarse de una etiqueta de regalo con casi 4.500 años de antigüedad que sería el equivalente a las que hoy usamos para indicar para quién es el regalo, de quién proviene y un breve mensaje o saludo.
El cilindro de arcilla, del tamño y longitud de un dedo índice o corazón, fue encontrado en una tumba junto a seis esqueletos en el norte de Siria. En él está escrita la palabra silanu, que podría tratarse de un nombre, según Glenn Schwartz, arqueólogo de la Universidad Johns Hopkins, en Estados Unidos.
Schwartz descubrió el cilindro junto con otros tres con grabados similares en una tumba en Tell Umm el-Marra, una antigua ciudad situada entre la actual Alepo y el río Éufrates.
Adelanta 500 años la aparición de las escrituras con alfabeto
La escritura, datada en torno al año 2400 a. C., precede en unos quinientos años a otras escrituras alfabéticas conocidas, lo que pone patas arriba lo que los arqueólogos saben sobre la procedencia de los alfabetos, cómo se comparten entre sociedades y lo que ello podría significar para las primeras civilizaciones urbanas.
«Los alfabetos revolucionaron la escritura ,al hacerla accesible a personas que no pertenecían a la realeza ni a la élite social —afirma Schwartz en una nota de prensa de la universidad estadouniense. Y añade—: La escritura alfabética cambió la forma de vivir, de pensar y de comunicarse de las personas. Y este nuevo descubrimiento demuestra que la gente experimentaba con nuevas tecnologías de la comunicación mucho antes y en un lugar diferente de lo que habíamos imaginado hasta ahora».
Recordemos que los alfabetos dividen las palabras en vocales y consonantes, y generalmente requieren entre veinte y cuarenta caracteres, lo que los convierte en sistemas de escritura más ágiles y fáciles de aprender en comparación con los métodos anteriores. Los primeros intentos de escritura no eran alfabéticos. Los sistemas como los jeroglíficos egipcios y los signos cuneiformes mesopotámicos representaban palabras o ideas completas, o usaban símbolos para representar sílabas, como en el caso del sistema cuneiforme de los sumerios.
Los investigadores habían considerado que el primer alfabeto se originó alrededor del año 1900 a.C. por hablantes de una lengua semítica en la península del Sinaí, en lo que hoy es Egipto. Este alfabeto, conocido como protosinaítico, se desarrolló reutilizando símbolos jeroglíficos como letras. Sin embargo, recientes descubrimientos sugieren que los habitantes de regiones más distantes de Oriente Próximo habían comenzado a experimentar con letras derivadas de jeroglíficos mucho antes de lo que se pensaba.
Arqueólogo experto en Oriente Próximo, Schwartz estudia cómo se desarrollaron las primeras zonas urbanas en toda Siria y cómo surgieron ciudades más pequeñas en la región. Junto con colegas de la Universidad de Ámsterdam, en Paisese Bajos, codirigió una excavación arqueológica de dieciséis años de duración en Tell Umm-el Marra, uno de los primeros centros urbanos de tamaño medio que surgieron en Siria Occidental.
Cuatro cilindros de arcilla ligeramente cocida
En Umm-el Marra, los arqueólogos descubrieron tumbas que se remontan a la Edad del Bronce. Una de las tumbas mejor conservadas contenía seis esqueletos, joyas de oro y plata, utensilios de cocina, una punta de lanza y vasijas de cerámica intactas. Junto a la cerámica, los investigadores hallaron cuatro cilindros de arcilla ligeramente cocida con lo que parece ser escritura alfabética.
Los arqueólogos encontraron los cilindros por primera vez en 2004, y los análisis de radiocarbono indicaron que la arcilla databa de alrededor del año 2400 a. C. En 2021 Schwartz describió los cilindros en una revista italiana llamada Pasiphae. La investigación no recibió mucha atención, en parte porque Schwartz fue cauteloso a la hora de impulsar su interpretación de las inscripciones como letras alfabéticas. «Probablemente fui demasiado cauto», afirma en la revista Scientific American.
«Los cilindros estaban perforados, por lo que imagino un cordel que los ataba a otro objeto a modo de etiqueta de regalo. Tal vez detallaran el contenido de un recipiente, o quizá de dónde procedía o a quién pertenecía» —explicó Schwartz. Y añade—: Sin un medio para traducir la escritura, solo podemos especular». Aún así, en uno de los cilindros se lee la citada palabra silanu.
La aportación de los obreros semitas establecidos en el Sinaí
Sinalu, según este arqueólogo, podría haber sido el destinatario o el remitente de algunas de los recipientes de comida y bebida colocadas en la tumba para acompañar a sus ocupantes en la otra vida. La tumba, se supone, perteneció a una familia rica y poderosa de Tell Umm-el Marra.
«Hasta ahora, los estudiosos apuntaban a que el alfabeto se había inventado en Egipto o sus alrededores en algún momento después del año 1900 a. C.», explica Schwartz. Para muchos arqueólogos, la primera escritura puramente alfabética se desarrolló alrededor del año 1850 a. C. por obreros semitas establecidos en el Sinaí, dándole a los glifos egipcios valores fonéticos de su lengua semítica.
«Pero nuestros artefactos son más antiguos y proceden de una zona distinta del mapa, lo que sugiere que el alfabeto puede tener una historia de origen totalmente distinta a la que pensábamos», concluye este experto. ▪️
Información facilitada por la Johns Hopkins University