Descubierto un arácnido con patas espinosas que vivió en los bosques de carbón de hace 300 millones de años

El insólito arácnido, bautizado como Douglassarachne acanthopoda, se ha hallado en los yacimientos fósiles de Mazon Creek, en Illinois (Estados Unidos).

Por Brendan Lynch

Fósil de 'Fossilized Douglassarachne acanthopoda.

Fósil de Douglassarachne acanthopoda. Crédito: Paul Selden

Hace más de 300 millones de años, todo tipo de arácnidos pululaban por los bosques carboníferos de Norteamérica y Europa. Entre ellos había arácnidos familiares, como arañas, opiliones y escorpiones, así como animales exóticos que ahora viven en regiones más cálidas, como los amblipigios y los escorpiones látigo.

Pero en estos hábitats también había arácnidos bastante extraños, pertenecientes a grupos ya extinguidos. Incluso entre estas extrañas especies perdidas en el tiempo, una podría haber destacado por sus patas armadas.

Este antiguo bicho ha sido descrito recientemente en un nuevo artículo publicado en el Journal of Paleontology, coescrito por Paul Selden, de la Universidad de Kansas y el Museo de Historia Natural de Londres, y Jason Dunlop, del Museum für Naturkunde de Berlín.

El arácnido tiene una longitud de 1,5 centímetros.

Douglassarachne acanthopoda procede de la famosa localidad de Mazon Creek, en Illinois, y tiene unos 308 millones de años— explica Selden. Y añade—: Este arácnido compacto tenía una longitud corporal de unos 1,5 centímetros y se caracteriza por sus patas notablemente robustas y espinosas, de tal manera que es bastante diferente a cualquier otro arácnido conocido, vivo o extinto”.

En palabras del investigador de la Universidad de Kansas, las Capas de Carbón del Carbonífero —estratos geológicos que se formaron durante el período Carbonífero, que abarcó desde hace aproximadamente 359 hasta 299 millones de años— son una fuente importante de información sobre los arácnidos fósiles, ya que fue la primera vez en la historia de la Tierra en la que coincidió la mayoría de los grupos vivos de arácnidos. Sin embargo, la fauna aún era bastante diferente a la de hoy.

"Las arañas eran un grupo bastante raro, solo conocido en esa época por linajes primitivos, y compartían estos ecosistemas con varios arácnidos que desde entonces se han extinguido— dice Dunlop. Y añade—: Douglassarachne acanthopoda es un ejemplo particularmente impresionante de una de estas formas extintas. Las patas muy espinosas del fósil recuerdan a algunos opiliones modernos, pero su plan corporal es bastante diferente al de un opilión o cualquier otro grupo conocido de arácnidos."

Esto llevó a los dos científicos a concluir que Douglassarachne acanthopoda no pertenece a ninguno de los órdenes conocidos de arácnidos.

Una época en que los arácnidos estaban experimentando con una gama de diferentes planes corporales.

"Desafortunadamente, detalles como las partes de la boca no se pueden ver, lo que hace difícil decir exactamente a qué grupo de arácnidos son sus parientes más cercanos— explica Selden. Y añade—: Podría pertenecer a un grupo más amplio, que incluye arañas, amblipigios y escorpiones látigo”.

Cualquiera que sean sus afinidades evolutivas, estos arácnidos espinosos parecen provenir de una época en que los arácnidos estaban experimentando con una gama de diferentes planes corporales, según Selden. “Algunos de estos se extinguieron más tarde, quizá durante el llamado colapso de la selva tropical del Carbonífero (CRC por sus siglas en inglés), un tiempo poco después de la época de Mazon Creek, cuando los bosques de carbón comenzaron a fragmentarse y morir. ¿O quizás estos extraños arácnidos se aferraron hasta la extinción masiva del Pérmico tardío?"

Reconstrucción del arácnido Douglassarachne acanthopodia. Crédito: Paul Selden

Según el equipo de paleontólogos, la localidad fósil de Mazon Creek es una de las ventanas más importantes a la vida a finales del Carbonífero, y produce una amplia gama de plantas y animales fascinantes. El fósil actual fue descubierto en una concreción de arcilla ferruginosa en la década de 1980 por Bob Masek. Posteriormente fue adquirido por la Colección David y Sandra Douglass y exhibido en su Museo de la Vida Prehistórica.

"El nombre del género Douglassarachne homenajea a la familia Douglass, que amablemente donó el espécimen al Museo Field de Historia Natural de Chicago para su estudio científico una vez que se hizo evidente que representaba una especie no descrita— comenta Dunlop. Y concluye—: Y acanthopoda se refiere a las patas espinosas únicas y características del animal”.

Anterior
Anterior

Unos auriculares con inteligencia artificial filtran solo el ruido no deseado

Siguiente
Siguiente

¿Por qué puedes dar positivo en el test de alcoholemia sin haber bebido alcohol?