Barcelona, la ciudad europea con una mayor cifra de muertes relacionadas con el calor extremo de aquí a 2100
El cambio climático podría causar más de 2,3 millones de muertes adicionales relacionadas con temperaturas extremas en Europa para 2099, con Barcelona a la cabeza. Hasta un 70% de estas tragedias podrían evitarse con una acción climática urgente y efectiva.
Por Enrique Coperías
Un estudio liderado por la London School of Hygiene & Tropical Medicine, con la participación de la Estación Biológica de Doñana-CSIC, dependiente del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, advierte de que el cambio climático podría causar directamente más de 2,3 millones de muertes adicionales vinculadas a temperaturas extremas de aquí a 2099, si no se toman medidas urgentes para reducir las emisiones de carbono.
Ahora bien, hasta un 70% de estas muertes podrían evitarse con una acción rápida y efectiva.
El análisis revela que el aumento de las muertes por calor en Europa superará ampliamente cualquier descenso de las relacionadas con el frío, incluso bajo escenarios de adaptación al calor. Este panorama refuerza la necesidad de políticas contundentes de mitigación.
Los resultados del estudio, publicados en la revista Nature Medicine, muestran que, aunque se implementaran grandes esfuerzos para adaptar las ciudades al cambio climático, estas medidas serían insuficientes para contrarrestar los crecientes riesgos para la salud, especialmente en las regiones más vulnerables como el Mediterráneo, Europa Central y los Balcanes. Reducir las emisiones de carbono de forma rápida y sostenida es crucial para limitar el impacto del calor extremo.
El estudio utilizó funciones de riesgo de temperatura en 854 ciudades europeas, y tuvo en cuenta las adaptaciones locales y las características específicas de cada grupo de edad. Estas funciones se combinaron con proyecciones de temperatura, población y mortalidad para calcular el impacto del cambio climático en la salud pública.
Además, se realizaron simulaciones climáticas y epidemiológicas para evaluar las incertidumbres según los escenarios del sexto informe de evaluación del Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés).
Los resultados destacan que las ciudades mediterráneas más pobladas serán las más afectadas debido a su densidad demográfica y la intensidad del calentamiento. Sin embargo, también se espera que ciudades más pequeñas en países como Malta, España e Italia experimenten altas tasas de mortalidad relacionadas con olas de calor y frío.
Barcelona, Madrid y Valencia lideran el riesgo en España
«La alta vulnerabilidad de España se debe principalmente a las elevadas tasas de calentamiento proyectadas para el Mediterráneo occidental —explica Veronika Huber, investigadora de la Estación Biológica de Doñana-CSIC y coautora del estudio, en un comunicado del CSIC. Y añade—: En el escenario más pesimista, se anticipan temperaturas medias más de 5 ºC por encima de las actuales en algunas ciudades españolas, frente a un incremento de alrededor de 3 ºC en el norte de Europa».
Según las proyecciones, en el peor escenario climático, tres ciudades españolas figuran entre las diez más afectadas de Europa: Barcelona, Madrid y Valencia. Barcelona encabeza la lista con más de 246.000 muertes adicionales estimadas. Madrid sigue con cerca de 130.000 y Valencia con aproximadamente 67.500.
Italia también ocupa un lugar destacado en la lista, con cuatro ciudades vulnerables: Roma y Nápoles (147.000 muertes adicionales cada una), Milán (110.000) y Génova (36.000). También se encuentran la griega Atenas (87.000) y la rumana Bucarest (47.000).
Mitigación y adaptación climática
En comparación, ciudades como París (13.515) registrarían un impacto menor, mientras que en las Islas Británicas y los países escandinavos podría incluso haber un descenso neto en la mortalidad por temperatura, como en Londres (27.455). Sin embargo, el aumento en el resto de Europa superará estas reducciones.
Entre las medidas propuestas para mitigar los efectos del calor extremo están el incremento de espacios verdes y la plantación de árboles en las ciudades. «Numerosos estudios confirman que los espacios verdes reducen el efecto de isla de calor urbano —señala Huber. Y añade—: Además de enfriar las ciudades, los parques y árboles urbanos tienen beneficios adicionales, como mejorar la salud mental y ofrecer espacios de socialización».
No obstante, estas acciones por sí solas no serán suficientes. «Nuestro estudio demuestra que las tasas de adaptación necesarias para evitar un aumento significativo de la mortalidad por calor son difíciles de alcanzar en un escenario de calentamiento intenso —comenta Huber. Y añade—: Por ello, la reducción del uso de combustibles fósiles sigue siendo esencial para proteger la salud de la población europea».
Implicaciones políticas
En el contexto actual, las políticas climáticas suelen priorizar la adaptación sobre la mitigación —asegura Antonio Gasparrini, autor principal del estudio y director del EHM-Lab. Y continúa—: Sin embargo, este estudio aporta evidencias contundentes de que el aumento de las muertes relacionadas con el calor superará cualquier disminución vinculada al frío, lo que se traduce en un incremento neto de la mortalidad en Europa. Estos resultados desmienten las teorías que intentan justificar los efectos beneficiosos del cambio climático»,
Aunque los escenarios de adaptación diseñados en la investigación indican el grado de reducción del riesgo necesario, no ofrecen medidas concretas a implementar.
Además, el estudio se centra en temperaturas medias diarias, dejando fuera fenómenos específicos como las temperaturas nocturnas extremas o la humedad, que podrían agravar las cifras de mortalidad proyectadas. ▪️
Información facilitada por el CSIC
Fuente: Masselot, P., Mistry, M.N., Rao, S. et al. Estimating future heat-related and cold-related mortality under climate change, demographic and adaptation scenarios in 854 European cities. Nature Medicine (2025). DOI: https://doi.org/10.1038/s41591-024-03452-2