Los perros pueden propagar la salmonela resistente a antibióticos
Una higiene adecuada puede ayudar a mitigar las infecciones causadas en humanos por esta peligrosa bacteria, según los autores de este descubrimiento.
Por Enrique Coperías
La resistencia de la salmonela a los antibióticos se ha convertido en un grave problema de salud pública, ya que se ha intensificado en los últimos años debido a la capacidad de esta bacteria para adaptarse y sobrevivir a los tratamientos farmacológicos.
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos, las personas pueden contraer la salmonela por ingerir alimentos contaminados o a través de personas o animales infectados, normalmente por contacto involuntario con las heces al tocarlas con las manos o al acariciar a una mascota.
La Salmonella es un género de bacterias gramnegativas de la familia Enterobacteriaceae, con más de 2.500 serotipos o serovares identificados en dos especies principales: Salmonella enterica y Salmonella bongori. Estas bacterias son omnipresentes, resistentes y pueden sobrevivir durante semanas en ambientes secos y meses en el agua.
De vacas, cerdos y humanos
Aunque todos los serotipos pueden causar enfermedades en humanos, algunos son específicos de ciertas especies animales, como es el caso de la Salmonella enterica serotipo Dublin, que afecta al ganado vacuno, y el serotipo Choleraesuis, presente en el ganado porcino. Cuando estos serotipos tan selectivos infectan a personas, suelen provocar infecciones invasivas y potencialmente mortales.
La mayoría de los serotipos, sin embargo, afectan a una amplia gama de huéspedes y suelen causar gastroenteritis leve, aunque pueden ser graves en niños, ancianos y personas inmunodeprimidas. Entre estos, destacan la Salmonella enterica de los serotipos Enteritidis y Typhimurium, los más comunes en la transmisión de animales a humanos a nivel mundial.
Darrea, fiebre y calambres abdominales
Un reciente estudio de la Universidad Estatal de Pensilvania (Penn State), en Estados Unidos, ha revelado que los perros domésticos constituyen un foco de transmisión subestimado de agentes patógenos zoonóticos, como la Salmonella no tifoidea, responsable de causar diarrea, fiebre y calambres abdominales. En algunos casos, estas infecciones pueden derivar en complicaciones potencialmente mortales.
Las infecciones por Salmonella en perros pueden ser sintomáticas o, por el contrario, discurrir sin dar señales de su existencia, y numerosos estudios han identificado la presencia de esta bacteria en perros aparentemente sanos, según Erika Ganda, directora del equipo de investigación y profesora de Microbiomas Animales en la Facultad de Ciencias Agrícolas de la Penn State.
Una preocupación importante, según Ganda, radica en la estrecha convivencia entre humanos y perros, que facilita la zoonosis, esto es, la transmisión de enfermedades de animales a humanos. Factores como la contaminación de alimentos para mascotas el contacto directo o indirecto con peludos infectados y la manipulación inadecuada de sus excreciones incrementan significativamente el riesgo de contraer una gastroenteritis, una fiebre entérica, una bacteriemia o una infección focal por Salmonella.
Viaje a las redes veterinarias
El equipo de investigadores de la Penn State ha explorado con detalle la resistencia antimicrobiana y el potencial zoonótico de las cepas de Salmonella no tifoidea en perros y humanos. Utilizando la Red de Investigación y Respuesta de Laboratorios Veterinarios de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de Estados Unidos, analizaron todas las cepas de Salmonella no tifoidea aisladas en perros domésticos entre mayo de 2017 y marzo de 2023.
Luego, estos datos se cruzaron con las cepas humanas registradas en la base de datos del Centro Nacional para la Información Biotecnológica, un recurso de la Biblioteca Nacional de Medicina de los Institutos Nacionales de Salud que proporciona acceso a información biomédica y genómica.
Los resultados revelaron 77 casos sospechosos de zoonosis, es decir, transmisión de bacterias de perros a humanos, lo que involucró a 164 cepas recolectadas en diecisiete estados de Estados Unidos. Las cepas aisladas en perros incluían diversos serotipos, muchas de las cuales son relevantes para la salud humana.
Detectadas resistencias a antibioticos
Si bien los conjuntos de datos no proporcionaban información sobre la gravedad de las infecciones o los tratamientos, los investigadores encontraron que todas las cepas identificadas contenían genes asociados con resistencia antimicrobiana a clases de fármacos considerados críticos por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Los hallazgos han sido publicados on line en la revista Zoonoses and Public Health. Los investigadores subrayan que, debido a la proximidad de los perros a los humanos y al uso de antibióticos importantes en la medicina veterinaria de animales de compañía, los perros representan un riesgo de propagación de Salmonella resistente a los antimicrobianos.
Una mayor concienciación sobre estos riesgos, combinada con prácticas adecuadas de higiene, podría ayudar a reducir la transmisión entre especies. En este sentido, para prevenir infecciones transmitidas por perros, los veterinarios recomiendan lavarse las manos con agua y jabón después de tocar al animal, sus juguetes o limpiar sus desechos.
Evitar el contacto con perros callejeros o desconocidos que puedan portar enfermedades
También es importante mantener al día su calendario de vacunación y desparasitación, limpiar regularmente sus espacios y utensilios (como camas, platos y juguetes), y evitar el contacto cercano con el perro si muestra síntomas de enfermedad. Los veterinarios también advierten de que se debe recoger sus heces de manera adecuada y evitar el contacto con perros callejeros o desconocidos que puedan portar enfermedades.
«Identificamos dieciséis cepas de Salmonella no tifoidea en personas estrechamente relacionadas con más de seis cepas asociadas a perros. Nuestros datos destacan la importancia de la administración adecuada de antimicrobianos y la biovigilancia sostenida en un marco de 'One Health', que abarca no solo la medicina humana y veterinaria relacionada con la agricultura, sino también a los animales de compañía» , señala Sophia Kenney, estudiante de doctorado en Biociencias Moleculares y principal autora del estudio, en una nota de prensa de la Penn State.
El concepto One Health o una sola salud es un enfoque multidisciplinario que reconoce la interconexión fundamental entre la salud humana, la salud animal y la salud del medioambiente. Esta perspectiva busca abordar los desafíos de salud pública de manera integral, considerando que los seres humanos, los animales y el entorno comparten un espacio común y están expuestos a factores de riesgo similares.
Más allá de las granjas
En palabras de Kenney, «este enfoque reconoce que la salud de las personas está estrechamente conectada con la de los animales y el entorno compartido».
La administración responsable de antimicrobianos en la medicina veterinaria para animales de compañía es crucial dentro del modelo One Health, explica Kenney. Además, destaca que, aunque solemos asociar la transmisión de Salmonella con la ganadería, como en el caso de los huevos y la carne contaminada, los perros tienen un contacto mucho más estrecho con los seres humanos.
«No permitimos que las vacas duerman en nuestras camas o nos laman la cara, pero sí a nuestros perros. Esta proximidad nos llevó a investigar su papel en la transmisión de enfermedades zoonóticas como la salmonelosis», confiesa Kenney.
El caso de las golosinas de oreja de cerdo para perros
Nkuchia M’ikanatha, coautora del estudio y epidemióloga del Departamento de Salud de Pensilvania, recuerda un brote de Salmonella multirresistente relacionado con golosinas de oreja de cerdo para perros que afectó a 154 personas en 34 estados de Estados Unidos.
«Este caso subraya la necesidad de prácticas de higiene básicas, como lavarse las manos, para proteger tanto a nuestras mascotas como a nosotros mismos. Aunque los perros son parte de la familia, incluso el cachorro más sano puede ser portador de Salmonella», explica M’ikanatha, que también destaca el papel histórico de esta bacteria, cuya relación con la humanidad podría remontarse a 10.000 años, coincidiendo con la domesticación de animales.
Ganda, por su parte, resalta el delicado equilibrio entre riesgos y beneficios: aunque algunas bacterias, como la Salmonella, representan amenazas significativas para la salud, otras son esenciales para la vida humana y animal.
«Nuestro objetivo no es desalentar la tenencia de mascotas, sino garantizar que las personas comprendan los riesgos potenciales y adopten medidas sencillas, como mantener una buena higiene, para proteger a sus familias y compañeros peludos. Además, no podemos ignorar los beneficios físicos y mentales que los perros aportan, como la reducción del estrés y el aumento de la actividad física», concluye Ganda. ▪️
Información facilitada por la PennState
Fuente: Sophia M. Kenney, Nkuchia M. M'ikanatha, Erika Ganda. Antimicrobial Resistance and Zoonotic Potential of Nontyphoidal Salmonella From Household Dogs. Zoonoses and Public Health (2025). DOI: https://doi.org/10.1111/zph.13174