La luz roja reduce el riesgo de sufrir coágulos de sangre
La exposición a luz roja de longitud de onda larga podría reducir la formación de coágulos sanguíneos, responsables de infartos e ictus, según una investigación. El hallazgo apunta a una posible terapia accesible y económica que podría beneficiar a millones de personas.
Por Enrique Coperías
Según una investigación realizada por cirujanos-científicos de la Facultad de Medicina de la Universidad de Pittsburgh y del UPMC, en Estados Unidos, la exposición a la luz roja de longitud de onda larga en humanos y ratones está asociada con una menor incidencia de coágulos sanguíneos, responsables de infartos de miocardio, lesiones pulmonares y accidentes cerebrovasculares o ictus
Los hallazgos, que han sido publicados en el Journal of Thrombosis and Haemostasis y que aún requieren confirmación mediante ensayos clínicos, sugieren que esta terapia podría disminuir la formación de coágulos en venas y arterias, principales causas de muertes evitables en el mundo.
«La luz a la que estamos expuestos puede alterar nuestros procesos biológicos y afectar nuestra salud— dice la doctora Elizabeth Andraska, autora principal del estudio, profesora de Cirugía en el Centro de Investigación de Trauma y Medicina Transfusional de la Universidad de Pittsburgh y residente de cirugía vascular en el UPMC. Y añade—: Nuestros hallazgos podrían derivar en una terapia económica que beneficiaría a millones de personas».
Un riesgo de coágulo cinco veces menor
Para explorar esta posibilidad, los investigadores expusieron ratones a ciclos de doce horas de luz roja, azul o blanca, seguidas de otras doce horas de oscuridad durante un periodo de 72 horas. Los resultados mostraron que los roedores expuestos a luz roja desarrollaron casi cinco veces menos coágulos sanguíneos que aquellos expuestos a luz azul o blanca, sin cambios detectables en su actividad, el sueño, la alimentación, el peso o la temperatura corporal entre los grupos.
El equipo también examinó datos de más de 10.000 pacientes sometidos a cirugía de cataratas. Algunos de ellos habían recibido lentes que filtran la luz azul (en un un 50% aproximadamente), mientras que otros usaron lentes convencionales que permiten el paso de todo el espectro de luz visible.
Los pacientes con cáncer que utilizaron lentes con filtros de luz azul presentaron un menor riesgo de padecer coágulos sanguíneos en comparación con aquellos con lentes convencionales, un hallazgo especialmente significativo dado que los pacientes con cáncer tienen nueve veces más riesgo de desarrollar coágulos que la población general.
El amanecer y el atardecer influyen en la salud
La influencia de la luz en la salud humana ha sido objeto de estudio durante años. Factores como el amanecer y el atardecer impactan el metabolismo, la secreción hormonal e incluso el flujo sanguíneo, y eventos como los infartos de miocardio y los accidentes cerebrovasculares son más frecuentes por la mañana. Estos antecedentes llevaron a Andraska y su equipo a cuestionar si la luz podría afectar la formación de coágulos sanguíneos.
«Estos resultados desvelan un misterio fascinante sobre cómo la luz diaria influye en la respuesta del organismo a las lesiones —dice Matthew Neal, coautor principal del trabajo, codirector del Centro de Investigación de Medicina Transfusional y Traumatología dede la Universidad de Pittsburgh y cirujano traumatólogo del UPMC. Y añade—: Nuestros próximos pasos serán identificar las razones biológicas detrás de este fenómeno y determinar si exponer a personas con alto riesgo de coágulos a más luz roja puede reducir su riesgo».
Recordemos que un coágulo de sangre es una acumulación que se forma cuando las plaquetas, las proteínas y las células sanguíneas se agrupan y se adhieren entre sí. Si este coágulo se fija a la pared de un vaso sanguíneo, se denomina trombo. En cambio, cuando el coágulo se desplaza a través del torrente sanguíneo y obstruye el flujo de sangre hacia otra parte del cuerpo, se conoce como émbolo.
También reduce la inflamación
En palabras del doctor Neal, comprender el mecanismo por el que la luz roja evita los coágulos de sangre«tiene el potencial de reducir drásticamente las muertes y discapacidades relacionadas con los coágulos sanguíneos a nivel mundial».
El estudio también destacó que la luz roja reduce la inflamación y la activación del sistema inmunológico. Por ejemplo, los ratones expuestos a luz roja tenían menos trampas extracelulares de neutrófilos (NET), unas estructuras compuestas de ADN y proteínas antimicrobianas en forma de red producidas por los neutrófilos —un tipo de células inmunitarias— para capturar y matar microbios, que además atrapan plaquetas y favorecen la formación de coágulos.
Además, los ratones expuestos a la luz roja mostraron un aumento en la producción de ácidos grasos, que disminuyen la activación plaquetaria y por ende la formación de coágulos.
Unas gafas de luz roja
La comprensión de cómo la luz roja induce cambios que disminuyen el riesgo de coagulación podría guiar el desarrollo de medicamentos o terapias más eficaces y convenientes que la exposición continua a esta luz.
En preparación para futuros ensayos clínicos, el equipo está desarrollando gafas de luz roja para regular la exposición lumínica de los participantes e identificar quiénes podrían beneficiarse más de esta terapia.
Los resultados también revelaron que la vía óptica es crucial: los efectos de la luz roja no se observaron en ratones ciegos, y la exposición directa de la sangre a esta luz no generó cambios en la coagulación. ▪️
Información facilitada por la Universidad de Pittsburgh
Fuente: Elizabeth A. Andraska, Frederik Denorme, Christof Kaltenmeier, Aishwarrya Arivudainabi, Emily P. Mihalko, Mitchell Dyer, Gowtham K. Annarapu, Mohammadreza Zarisfi, Patricia Loughran, Mehves Ozel, Kelly Williamson, Roberto Ivan Mota Alvidrez, Kimberly Thomas, Sruti Shiva, Susan M. Shea, Richard A. Steinman, Robert A. Campbell, Matthew R. Rosengart, Matthew D. Neal. Alterations in visible light exposure modulate platelet function and regulate thrombus formation. Journal of Thrombosis and Haemostasis (2025). DOI: https://doi.org/10.1016/j.jtha.2024.08.020.