El alto coste del azúcar: las bebidas azucaradas provocan millones de casos de diabetes y dolencias cardiovasculares en el mundo
El consumo de bebidas azucaradas causa 2,2 millones de casos de diabetes de tipo 2 y 1,2 millones de problemas cardiovasculares al año en el mundo, según un estudio. Los países en desarrollo son los más afectados, con cifras alarmantes en Latinoamérica, África y el Caribe.
Por Enrique Coperías
Un reciente estudio llevado a cabo por investigadores de la Escuela Gerald J. y Dorothy R. Friedman de Ciencias y Políticas de la Nutrición, en la Universidad Tufts, en Estados Unidos, estima que el consumo de bebidas azucaradas provoca anualmente 2,2 millones de nuevos casos de diabetes de tipo 2 y 1,2 millones de nuevos casos de enfermedades cardiovasculares en todo el mundo.
El impacto es especialmente alarmante en los países en desarrollo. En el África subsahariana, las bebidas azucaradas contribuyen a más del 21% de los nuevos casos de diabetes. En América Latina y el Caribe, estas bebidas están relacionadas con casi el 24% de los casos nuevos de diabetes y más del 11% de los nuevos casos de problemas cardiovasculares.
Colombia, México y Sudáfrica se encuentran entre los países más afectados. En Colombia, más del 48% de los nuevos casos de diabetes se atribuyen al consumo de bebidas azucaradas. En México, esta cifra asciende a casi un tercio, mientras que en Sudáfrica el 27,6% de los casos de diabetes y el 14,6% de las enfermedades cardiovasculares están vinculados a estas bebidas.
Bebidas que causan picos de azúcar en sangre
El mecanismo detrás de este daño es claro: las bebidas azucaradas se digieren rápidamente, lo que provocan picos en los niveles de azúcar en sangre y aportando un mínimo valor nutricional. El consumo habitual puede llevar al aumento de peso y la obesidad, resistencia a la insulina y una serie de problemas metabólicos asociados con la diabetes de tipo 2 y las enfermedades cardíacas, dos de las principales causas de muerte a nivel global.
«Una de las principales causas de la epidemia de obesidad es el consumo de bebidas azucaradas —podemos leer en un informe del Grupo de Trabajo de Nutrición de la Sociedad Española de Epidemiología—. Por bebida azucarada se entiende cualquier bebida con azúcar u otro edulcorante calórico añadido, como refrescos, bebidas deportivas, bebidas energéticas y zumos de frutas industriales. Además, el consumo de estas bebidas aumenta el riesgo de caries en niños y adolescentes, el riesgo de diabetes, enfermedades cardiovasculares y enfermedades musculoesqueléticas».
El consumo anual de bebidas refrescantes en España ronda los 40 litros por persona, e incluso supera esta cifra en determinados casos, siendo los refrescos de cola la elección preferida por la mayoría, según Statista.
Según el estudio, el acceso a estas bebidas aumenta con el desarrollo económico de los países, lo que provoca que sean más asequibles y deseables. Los hombres y los adultos jóvenes son los grupos más afectados, en comparación con las mujeres y las personas mayores.
«Se necesitan intervenciones urgentes y basadas en evidencia para reducir el consumo de bebidas azucaradas a nivel global antes de que sus efectos sobre la diabetes y las enfermedades cardíacas cobren aún más vidas —advierte Laura Lara-Castor, autora principal del estudio, que aparece publicado en la revista Nature Medicine. Lara-Castor, que se doctoró en la Escuela Friedman y actualmente trabaja en la Universidad de Washington, subraya la importancia de tomar medidas inmediatas.
El caso de México
Los investigadores proponen un enfoque integral que incluya campañas de concienciación, regulaciones sobre la publicidad de bebidas azucaradas e impuestos específicos. Algunos países ya han tomado medidas en esta dirección. México, que tiene una de las tasas de consumo per cápita de bebidas azucaradas más altas del mundo —y más de 40.000 decesos al año en todo el país debido a su consumo (el 57 % de los fallecimientos se deben a la diabetes)— implementó un impuesto en 2014. Los datos iniciales indican que esta medida ha sido efectiva, especialmente entre las personas de menores ingresos.
«Aún queda mucho por hacer, especialmente en América Latina y África, donde el consumo es elevado y las repercusiones para la salud son graves —advierte Mozaffarian. Y concluye—: Como humanidad, debemos enfrentar el problema del consumo de bebidas azucaradas de manera decidida». ▪️
Información facilitada por la Universidad Tufts
Fuente: Lara-Castor, L., O’Hearn, M., Cudhea, F. et al. Burdens of type 2 diabetes and cardiovascular disease attributable to sugar-sweetened beverages in 184 countries. Nature Medicine (2025). DOI: https://doi.org/10.1038/s41591-024-03345-4