Ser poco atractivo puede favorecerte en un juicio, según un sorprendente estudio
Un estudio revela que los feos son percibidos como «menos culpables» en ciertos delitos. ¿Podría la fealdad ser una inesperada ventaja en los tribunales?
Por Enrique Coperías
Bajo ciertas condiciones, los presuntos delincuentes con rostros poco agraciado pueden reducir la percepción de culpabilidad entre los miembros de un jurado. Imagen generada con Grok
Un sorprendente estudio publicado en la revista Psychiatry, Psychology and Law sugiere que cuando las personas juzgan la culpabilidad de un acusado en un caso en el que el aspecto físico podría desempeñar un papel importante, como en una denuncia de estafa en una cita a ciegas, tienden a ser más indulgentes con los rostros poco atractivos o feos.
Este hallazgo, que los investigadores describen como un «efecto de indulgencia hacia la fealdad», desafía la suposición general de que los individuos atractivos reciben siempre un trato más favorable.
El estudio, realizado por Antonio Olivera-La Rosa, de la Universidad Católica Luis Amigó (Colombia), y Luis D. Ayala y Ricardo M. Tamayo, de la Universidad Nacional de Colombia, explora de manera exhaustiva cómo la percepción de la apariencia facial influye en los juicios de culpabilidad.
Delinquir con la ventaja de ser guapo
Los investigadores se propusieron entender cómo las primeras impresiones basadas en la apariencia facial afectan a las decisiones de culpabilidad o inocencia en casos legales. Los tres investigadores se centraron particularmente en los roles del atractivo facial y la confiabilidad percibida cuando la apariencia del acusado podría haber sido una ventaja para cometer el delito.
Estudios anteriores habían demostrado que las personas atractivas suelen ser percibidas como poseedoras de rasgos positivos, mientras que los individuos poco atractivos pueden ser injustamente juzgados con mayor severidad. Sin embargo, la relación entre el atractivo y la culpabilidad no se había explorado a fondo, especialmente en contextos donde la apariencia podría facilitar la infracción.
A Olivera-La Rosa, autor principal del trabajo, le interesaba sobremanera explorar las consecuencias de los sesgos faciales en el ámbito jurídico, ya que, entre los distintos ámbitos afectados por los prejuicios faciales, el sistema judicial es, sin duda, uno de los que más atención requiere.
Los jurados y sus prejuicios cognitivos
La razón es evidente: las decisiones en este contexto pueden tener consecuencias determinantes en la vida de las personas. Es por ello por lo que este psicólogo cognitivo considera fundamental aplicar los conocimientos sobre la cognición humana en la mejora de las prácticas e instituciones jurídicas, con el fin de garantizar una mayor equidad y objetividad en los procesos penales.
Olivera-La Rosa también subraya que los jurados, al tratarse de personas, no están exentos de prejuicios cognitivos automáticos que pueden influir en sus decisiones, lo que plantea retos significativos para la imparcialidad judicial.
Para el estudio, los investigadores reclutaron a 128 participantes, principalmente de Colombia, con algunos de España y Perú. El estudio se realizó online, y los participantes completaron un cuestionario demográfico y el Inventario Racional-Experiencial (REI), una herramienta que mide las diferencias individuales en estilos de pensamiento que distingue entre procesamiento racional (analítico, intencional) y experiencial (intuitivo, automático).
Feo e inocente
Los resultados de la investigación apuntan a un efecto significativo del atractivo facial en los juicios de culpabilidad. Específicamente, los participantes tendieron a juzgar a los rostros poco atractivos como inocentes con mayor frecuencia. Este efecto de indulgencia hacia la fealdad se mantuvo independientemente de la presión del tiempo, lo que indica que se trata de un sesgo intuitivo y automático.
Los investigadores también exploraron las creencias de los participantes sobre el papel de la apariencia física en el éxito del delito. La mayoría consideró que la apariencia del acusado podría influir en la comisión del delito, y más del 60% reconoció que el atractivo o la falta de este pudo haber afectado sus respuestas.
En las estafas románticas, ser guapo o guapa puede ser una desventaja para la persona estafadora a la hora de ser juzgada en los tribunales. Imagen generada con Grok
«Nuestros resultados ofrecen información valiosa al demostrar que, bajo ciertas condiciones, los rostros poco atractivos pueden reducir la percepción de culpabilidad. Esto podría aumentar la conciencia sobre cómo los sesgos implícitos influyen en las decisiones legales, ayudando así a reducir el escepticismo que muchos jueces expresan hacia estos factores extralegales», ha declarado Olivera-La Rosa en la revista en línea PsyPost.
Indudablemente, este estudio no solo amplía la comprensión de cómo los prejuicios basados en la apariencia pueden influir en las decisiones judiciales, sino que también plantea preguntas sobre cómo mitigar estos sesgos. Los hallazgos desafían la visión tradicional del atractivo físico como un factor universalmente ventajoso, destacando que, en ciertos contextos, ser poco atractivo podría ofrecer una ventaja al disminuir la percepción de culpabilidad.
Estos resultados invitan a una reflexión más profunda sobre cómo se forman las primeras impresiones y su impacto en decisiones críticas dentro de la sociedad. ▪️
Fuente: Olivera-La Rosa, A., Ayala, L. D., & Tamayo, R. M. When being unattractive is an advantage: effects of face perception on intuitive culpability judgments. Psychiatry, Psychology and Law (2024). DOI: https://doi.org/10.1080/13218719.2023.2260847