¿Deberías tener un perro? Descubre las ventajas y desventajas de esta decisión
Los perros traen alegría, pero también responsabilidades. Un nuevo estudio revela los beneficios y costes de ser dueño de un perro. ¿Vale la pena?
Por Enrique Coperías
Los niños que crecen con perros suelen desarrollar empatía, habilidades sociales y un mayor bienestar emocional. Por otro lado, tener un perro puede mejorar la salud física y mental de los pequeños al fomentar el ejercicio y reducir el estrés. Cortesía: Enikő Kubinyi
¿Son realmente los perros la clave de una mejor salud y una vida más feliz? En un reciente estudio publicado en la revista Scientific Reports, se invitó a propietarios de perros a compartir sus experiencias sobre los beneficios y desafíos de tener una mascota.
Los compromisos y responsabilidades asociados a la tenencia de un perro resultaron ser tanto una fuente de alegría como una carga, lo que pone de manifiesto la importancia de tomar decisiones informadas antes de adoptar a un peludo.
La población de perros de compañía ha crecido a escala global, especialmente durante la pandemia de covid-19, ya que muchas personas buscaron compañía y apoyo emocional, lo que llevó a un aumento significativo en la adopción de mascotas. La percepción de los perros como miembros de la familia también ha favorecido esta tendencia. En España hay aproximadamente 9,3 millones de perros, una cifra que supera incluso a la de la población infantil.
La realidad de vivir con un amigo de cuatro patas
De hecho, frecuentemente se les elogia en los medios de comunicación por mejorar la vida de las personas, proporcionándoles compañía y mejorando su bienestar.
Sin embargo, este tipo de relaciones no siempre son tan simples, y este nuevo estudio arroja una luz más matizada sobre la realidad de vivir con un perro.
El estudio se basó en una muestra de propietarios de perros en Hungría, quienes fueron invitados a evaluar 33 afirmaciones neutrales relacionadas con la tenencia de un perro en una escala que iba desde -3 (gran desventaja) hasta +3 (gran ventaja). Los resultados revelaron que los aspectos positivos, como el amor incondicional y la compañía, fueron ampliamente valorados, pero los costes, especialmente los financieros, fueron igualmente significativos en las valorciones.
La desventaja de vivir poco tiempo
Uno de los hallazgos más reveladores fue que, aunque muchos propietarios percibieron los beneficios emocionales y físicos de tener un perro, estos convivieron con importantes costes. Entre los aspectos más negativos, los propietarios mencionaron la corta esperanza de vida de los perros, lo que subraya el dolor anticipado que muchos sienten ante la posibilidad de perder a su mascota.
Además, los gastos económicos relacionados con la salud del perro, como las visitas al veterinario y los tratamientos, fueron otro tema recurrente en las respuestas.
«El estudio ha revelado que el coste financiero, especialmente relacionado con la salud del perro, fue el mayor desafío para los propietarios — señala Laura Gillet, autora principal del estudio, en una nota de prensa de la Universidad de Budapest. Y añade—: El 95% de los participantes identificaron los gastos médicos, como las visitas al veterinario, los tratamientos y las cirugías, como los costos más significativos».
En palabras de Gillet, investigadora del Departamento de Etología de la universidad budapestina, «muchos mencionaron, de hecho, el impacto económico de enfermedades o condiciones imprevistas, que pueden generar una gran carga para los propietarios».
Los gastos en veterinario y medicamentos pueden ser un freno a la hora de adoptar un peludo. Cortesía: Enikő Kubinyi
Las tres claves para tener un perro
Cuidar de un perro implica, sin duda, tanto beneficios como responsabilidades. A través de un análisis cuantitativo y cualitativo, los investigadores identificaron tres componentes principales de la experiencia de ser dueño de un perro. «El primero abarca los beneficios emocionales, físicos y sociales de tener un perro —detalla Gillet. Y continúa con los otros dos—: El segundo se refiere a las emociones negativas y los desafíos prácticos que surgen, mientras que el tercer componente abarca las responsabilidades y el compromiso que requiere ser dueño de un perro, como el tiempo diario de cuidado y los efectos sobre la rutina y el sueño»
Este último componente resalta cómo la rutina diaria, el tiempo dedicado a la educación y el cuidado del perro, así como el impacto en la calidad del sueño del dueño, son percibidos de forma diversa entre los propietarios. Por ejemplo, algunos valoran el compromiso diario y la estabilidad que brinda la rutina, mientras que otros lo ven como una carga.
La teoría del intercambio social
Los investigadores también destacaron que, aunque la mayoría de los propietarios de perros informaron más beneficios que costes, este no es el caso para todos. Al aplicar la teoría del intercambio social, que sugiere que las relaciones humanas y entre humanos y animales perduran cuando los beneficios percibidos superan los costes, se encontró que algunos propietarios estaban dispuestos a enfrentar los costes emocionales y financieros para mantener una relación positiva con su perro, a pesar de las dificultades que enfrentan.
«De acuerdo con la teoría del intercambio social, los dueños de perros que informaron más beneficios que costes continuaron su relación con la mascota, porque percibieron que las ventajas superaban las desventajas —explica esta etóloga. Y añade—: Sin embargo, también observamos que algunos propietarios estaban dispuestos a hacer sacrificios significativos, que incluían poner en riesgo su propio bienestar emocional y financiero, para seguir con su perro».
De hecho, el estudio reveló que los propietarios de perros en su mayoría se sienten emocionalmente conectados con sus mascotas. Muchos describieron su relación con sus perros como una fuente constante de apoyo y amor incondicional, lo que se alinea con el concepto de la biophilia. Este postula que los humanos están naturalmente predispuestos a formar vínculos afectivos con los animales.
Una de las conclusiones del estudio es que algunos propietarios estaban dispuestos a hacer sacrificios significativos, que incluían poner en riesgo su propio bienestar emocional y financiero, para seguir con su perro. Foto de Cottonbro Studio
Un espaldarazo a la autoestima
Los propietarios también mencionaron el sentido de propósito que les daba cuidar de un ser no humano, lo que fortalecía su autoestima y proporcionaba una sensación de logro y crecimiento personal.
«Muchos de los propietarios destacaron que el mayor beneficio de tener un perro era el vínculo emocional que compartían con su mascota —comenta Gillet. Y añade—: La relación con un perro se percibe a menudo como un amor incondicional, lo que para algunos es más valioso que cualquier otro beneficio material. Este vínculo es tan fuerte que muchos ven en su perro una fuente constante de apoyo y consuelo».
Sin embargo, no todo es positivo. Aunque la relación con los perros puede ser gratificante, los desafíos prácticos también son significativos. Desde la necesidad de organizar el cuidado durante las vacaciones hasta los daños materiales causados por el perro o los conflictos con los vecinos debido al comportamiento del animal, los costos prácticos y emocionales son una parte integral de la experiencia de ser dueño de un perro.
«Entre los aspectos negativos, los propietarios mencionaron principalmente las dificultades relacionadas con los viajes, el cuidado durante las vacaciones y los conflictos que surgen con los vecinos debido al comportamiento del perro —recalca esta etóloga. Y continúa—: Además, la responsabilidad de cuidar a un animal enfermo o de edad avanzada puede convertirse en una carga emocional significativa para algunos propietarios".
La relación con un perro se percibe a menudo como un amor incondicional, lo que para algunos es más valioso que cualquier otro beneficio material. Foto de Bethany Ferr
En conclusión, aunque tener un perro puede mejorar la calidad de vida de muchas personas, es importante comprender que esta relación conlleva responsabilidades que pueden ser tanto gratificantes como desafiantes. Los futuros propietarios deben estar informados sobre ambos lados de la ecuación, para poder tomar decisiones conscientes sobre la adopción.
Conocer los costes y beneficios de la tenencia de un perro, desde las ventajas emocionales hasta los gastos financieros y el compromiso de tiempo, es esencial para garantizar una experiencia satisfactoria tanto para el perro como para su dueño.
Una adopción más responsable
«Definir claramente los costes y beneficios de la tenencia de un perro es esencial para ayudar a los futuros propietarios a tomar decisiones informadas —advierte Gillet. Y concluye—: Aumentar la conciencia sobre los aspectos tanto positivos como negativos de vivir con un perro puede facilitar una adopción más responsable y preparar mejor a los propietarios para las realidades de la convivencia con un animal».
Este estudio proporciona una visión integral de lo que implica ser dueño de un perro, y muestra que, más allá de la imagen idealizada en los medios, la experiencia de tener un perro es multifacética y depende de las circunstancias individuales de cada dueño.
Por tanto, la educación sobre los aspectos positivos y negativos de esta relación puede ayudar a los futuros propietarios a prepararse mejor para las realidades de vivir con un perro, asegurando que tanto los humanos como los animales disfruten de una convivencia feliz y saludable. ▪️
Información facilitada por la Universidad de Budapest
Fuente: Gillet, L., Turcsán, B. & Kubinyi, E. Perceived costs and benefits of companion dog keeping based on a convenience sample of dog owners. Science Reports (2025). DOI: https://doi.org/10.1038/s41598-025-85254-1
